La Plataforma por unos Comedores Escolares Públicos de Calidad pide que se aplique el principio de precaución

La Plataforma por unos Comedores Escolares Públicos de Calidad ha hecho público un comunicado donde argumenta algunas considerecaciones tras el análisis realizado sobre la información obtenida en la mesa de trabajo en relación a las barquetas utilizadas en el calentamiento de la comida en los comedores escolares que trabajan con el método de la línea fría

Foto: FAPAR

Según la Plataforma, los estudios se han realizado a temperaturas inferiores a las que soportan dichas barquetas en los hornos de las cocinas de los colegios, y "puesto que está demostrado que el riesgo de migración de sustancias tóxicas aumenta proporcionalmente con la temperatura", consideran que estos estudios no garantizan la inocuidad de las barquetas ni certifica la ausencia de migración de determinadas sustancias, al haberse realizado en condiciones distintas a su uso habitual.

En los momentos previos a servir la comida, continúa la Plataforma, esta es calentada en el horno en bandejas de plástico a 140ºC. "Las empresas suministradoras confirman que el alimento en ningún caso supera los 105ºC, pero nada se dice sobre la propia bandeja, que se cree alcanza temperaturas similares a las del horno". Es este momento el que preocupa a la Plataforma por unos Comedores Escolares Públicos de Calidad, puesto que "no se garantiza que no existan migraciones de sustancias o la formación de determinados compuestos, como la acrilamida, con posible actividad cancerígena". Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, este compuesto es un “cancerígeno probable”.

Asimismo, desde la Plataforma apuntan que los ensayos y análisis realizados demuestran que las barquetas utilizadas cumplen la normativa vigente y se adecuan a la evidencia científica disponible en la actualidad, no obstante consideran que existe "una incertidumbre científica al respecto, más si cabe teniendo en cuenta las edades tan tempranas de los consumidores, y el desconocimiento sobre el efecto acumulativo de ciertos compuestos en el organismo".

Un escolar puede llegar a comer durante 5 días a la semana, 9 meses al año durante 9 años, la comida almacenada, transportada y recalentada en bandejas de material plástico, advierten. Y "puesto que se trata de que los niños y las niñas son más vulnerables a cualquier riesgo químico y/o biológico", exigen la adopción de medidas preventivas ante los posibles riesgos derivados de los materiales en contacto con los alimentos, que "aseguren un nivel adecuado de protección de la salud, según el Art. 7 Rto 178/2002".

De todo este estudio y de los riesgos derivados del uso de plásticos en los comedores escolares, la Plataforma considera que deberían ser informados y formados tanto el personal de cocina, como los directores en los Centros Escolares.

Desde la Plataforma agradecen las labores realizadas por la Dirección General de Salud Pública del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y a la Doctora Cristina Nerín Catedrática de la Universidad de Zaragoza por "su esfuerzo y colaboración", y señalan: "esperamos contar con ellos para los próximos ensayos, con las barquetas utilizadas en los centros de Uesca y Teruel".

Para finalizar, la Plataforma recuerda que sigue solicitando como pagadores del servicio, que "se aplique el principio de precaución y que se evite el uso de materiales plásticos en la alimentación de nuestras hijas e hijos".

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