1 de abril de 1939. Franco pone punto y seguido a la guerra con el inicio de la dictadura

NAIZ | Ariane Kamio | El 1 de abril de 1939 Francisco Franco publicaba el último parte de guerra donde anunciaba el fin del alzamiento iniciado tres años atrás. Cuando hoy se cumplen 75 años de aquella declaración, todavía existen numerosas voces que intentan agitar fantasmas del pasado y ponen trabas a la recuperación de la memoria histórica. “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”. Así rezaba el último parte de guerra firmado por Francisco Franco el 1 de abril de 1939 desde …

463px-Spain_final-guerra-civilNAIZ | Ariane Kamio | El 1 de abril de 1939 Francisco Franco publicaba el último parte de guerra donde anunciaba el fin del alzamiento iniciado tres años atrás. Cuando hoy se cumplen 75 años de aquella declaración, todavía existen numerosas voces que intentan agitar fantasmas del pasado y ponen trabas a la recuperación de la memoria histórica.

“En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”. Así rezaba el último parte de guerra firmado por Francisco Franco el 1 de abril de 1939 desde el Palacio de la Isla (Burgos). Durante esa época, el 1 de abril se celebró cada año como ‘El día de la victoria’.

Fue, sin embargo, el punto y seguido de una época de sufrimiento, represión y veto que se vería transformada en una dictadura prolongada hasta 1975. El fin de la guerra supuso la continuidad de las hostilidades contra cualquier movimiento antifranquista, con especial relevancia en Euskal Herria.

Este aniversario llega ahora marcado por el deseo colectivo de recuperar la memoria histórica. Familiares de víctimas del franquismo siguen reclamando, después de tantas décadas, verdad y reparación para sus allegados. La Sociedad de Ciencias Aranzadi, Euskal Memoria o Ahaztuak son algunas de las asociaciones que trabajan de forma intensa en la identificación y recuperación de cuerpos y en sacar del recuerdo pasajes de la historia casi ocultos para la opinión pública.

A ellos se suma ahora un nuevo hilo de esperanza a través de la causa abierta en Argentina contra los crímenes del franquismo. La jueza María Servini abre camino en este asunto con la instrucción un procedimiento contra torturadores y diferentes responsables de la dictadura.

La magistrada dictó orden de detención contra varios responsables policiales en la época franquista, entre ellos, el ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar; el exescolta de Francisco Franco y de la Casa Real española Celso Galván Abascal; el excomisario José Ignacio Giralte González y el exinspector Juan Antonio González Pacheco, conocido como ‘Billy El Niño’, aunque la Audiencia Nacional española decidió días más tarde no aplicar el dictamen. La vista por la extradición de Jesús Muñecas se celebrará este jueves en el tribunal excepcional.

La lucha por depurar responsabilidades no ha caído sin embargo en vía muerta. La pasada semana, la Plataforma por la Querella Argentina anunciaba que su abogado, Carlos Slepoy, se encontraba en Argentina para presentar nuevos nombres a la jueza María Servini, entre ellos los policías Félix Criado y Jesús Quintana, destinados en su día en Bilbo y Gasteiz.

En las últimas fechas también se han sucedido varios acontecimientos relacionados con la guerra del 36. Uno de ellos tuvo lugar este fin de semana en Amasa-Villabona, donde tres vecinos de la localidad fusilados durante la guerra recibieron un homenaje oficial 75 años después de su muerte.

El tributo a las víctimas del franquismo tuvo continuidad en la jornada de ayer, 31 de marzo, cuando se cumplía el 77 aniversario del bombardeo de Durango.  La localidad vizcaina, como cada año, llevó a cabo una ofrenda floral en recuerdo a las casi 300 personas fallecidas en aquel suceso y tributó un sentido homenaje con la presencia de algunos testigos de aquel brutal ataque aéreo.

Sobre la guerra del 36 se pronunció también este lunes el arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela durante el funeral de Estado por Adolfo Suárez, no para alzar la voz por la recuperación de la memoria histórica, sino para advertir de que pueden repetirse los “hechos y actitudes” que provocaron aquella contienda bélica. En Lemoa, por su parte, aparecieron pintadas con motivos nazis en paneles informativos sobre la guerra del 36.

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