“Los mercados están protagonizando un golpe de estado global”

Aragón Sin Transgénicos ya aglutina a 70 organizaciones aragonesas y a miles de personas, unidas hacia un cambio de modelo basado en la Soberanía Alimentaria y la agroecología. Como presentación del movimiento, se ha organizado la Semana de lucha contra los transgénicos que llevará a distintos lugares (Zaragoza, Nuez de Ebro, Huesca, Andorra,...) charlas, exposiciones, talleres, mercados, acciones, etc. entre el 14 y 23 de abril. Podéis leer todos los detalles en el blog de Aragón Sin Transgénicos. Como punto de partida para la semana, el pasado miércoles 11 de abril el salón de actos del Centro Joaquín Roncal de …

Aragón Sin Transgénicos ya aglutina a 70 organizaciones aragonesas y a miles de personas, unidas hacia un cambio de modelo basado en la Soberanía Alimentaria y la agroecología. Como presentación del movimiento, se ha organizado la Semana de lucha contra los transgénicos que llevará a distintos lugares (Zaragoza, Nuez de Ebro, Huesca, Andorra,...) charlas, exposiciones, talleres, mercados, acciones, etc. entre el 14 y 23 de abril. Podéis leer todos los detalles en el blog de Aragón Sin Transgénicos.

Como punto de partida para la semana, el pasado miércoles 11 de abril el salón de actos del Centro Joaquín Roncal de Zaragoza recibió con aforo completo a Yayo Herrero, una de las actuales coordinadoras de Ecologistas en Acción, y a Pedro Prieto, vicepresidente de la Asociación para el estudio de los recursos energéticos, ambos llegados desde Madrid. Ambos se complementaron para la descripción de la actual crisis ambiental, de la que tan poco se habla entre tanta manipulación de cifras económicas.Yayo intervino en primer lugar desde una perspectiva del ecologismo social y, más en concreto, desde el ecofeminismo. Comenzó explicando los límites del planeta, tanto “de materiales finitos como de cuerpos vulnerables”, incidiendo en que el sistema actual se ha basado en la expansión constante en los últimos tres siglos “sin tener en cuenta que estamos en un planeta que tiene límites”.

Para desmontar algunos mitos del capitalismo, Yayo hizo referencia a que, si “el valor se reduce al precio, ¿cuánto vale el ciclo del agua, la polinización de las abejas, la fertilidad de la tierra, la crianza o una vejez digna?”. También puso en cuestión algunas leyes impuestas desde universidades de Economía, que “se presentan como neutrales y científicas” cuando solo buscan legitimar un modelo que busca generar más dinero para unos pocos. Y a la crisis ecológica, energética y social, añadió el análisis de la crisis de los cuidados, donde las mujeres están sometidas dentro de este: “sistema patriarcal a cargar con gran parte de las tareas de sostenimiento de labores invisibles, como cuidar de niños o ancianas”.

Pedro Prieto apoyó su intervención en datos y gráficas para visualizar las actuales desigualdades económicas y energéticas. Tras explicar la energía que genera el esfuerzo humano y lo que supuso el comienzo de la agricultura y el actual consumo de un europeo medio (“la energía diaria de 50 esclavos”), Pedro aportó conceptos como la función exponencial, que facilitan la comprensión de un capitalismo “a todas luces imposible” a que supone “un divorcio entre el mundo físico y el mundo dinerario”.

Como experto en el cénit del petróleo, Pedro explicó que más o menos el 70% de la energía viene del petróleo, es decir “de la litosfera (el subsuelo)”, lo que permite que “hay 400 veces más potencia disponible de fuerza mecánica que de fuerza animal”. Aún así, esta energía no está repartida, ya que “el 70% de la población solo tiene acceso al 30% de la energía”.

“¿Qué hacemos?”, se preguntaba el público ante un panorama tan desolador. Yayo planteó tres preguntas desde la economía feminista: “¿Cuáles son las necesidades que precisamos todas las personas?”, “¿qué tenemos que producir para conseguir satisfacer esas necesidades?” y “¿cuáles son los trabajos socialmente necesarios para esas necesidades?”. Como respuestas a esas preguntas, se propuso “la agroecología, cerrar los ciclos naturales, la banca pública, tener en cuenta indicadores biofísicos como el acceso al agua potable o la fertilidad de la tierra, darle la vuelta al conjunto del trabajo, cambiar las reglas del comercio” y, sobre todo, “una distribución radical de la riqueza, mediante otros impuestos, el reparto de la renta, el control a las rentas máximas y el debate sobre la propiedad privada”.

Más en concreto, Yayo habló de “recuperar la política, la capacidad de regenerar un poder colectivo, crear redes, la movilización y el apoyo mutuo” y, al mismo tiempo “mimar las experiencias alternativas como laboratorios de experiencias”.

Por su parte, Pedro aconsejó “el negawatio” como mejor energía posible. Es decir “la que no se consume”, dando a entender que ninguna fuente de energía podrá sustituir al petróleo ni satisfacer las actuales fauces de consumo a nivel planetario.

Y, para ello, ambos ponentes coincidieron en que “lo primero que hay que hacer es desposeer de riquezas y de poder” a los que manejan el cotarro y que “nos queda agruparnos y tratar de resistir”. A partir de ahí, plantearon un “decrecimiento ordenado, justo y sostenido” como alternativa al ecofascismo que viene.

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