¿Qué sabemos de Corea del Norte?: Conversaciones con Alejandro Cao de Benos

Este jueves, 15 de marzo, a las 20.00 horas en el Salón de Actos del Colegio Mayor Pedro Cerbuna (en campus universitario de Zaragoza), tendrá lugar esta interesante charla con Alejandro Cao de Benos (delegado especial honorario de Corea del Norte y delegado especial del Comité de relaciones culturales con países extranjeros). ¿Qué sabemos de Corea del Norte? Poco se puede decir que conocemos de Corea del Norte. Y no porque existan pocas informaciones en los medios de comunicación acerca de esta peculiar república oriental, sino porque son precisamente estos aparatos de propaganda neoliberal los que no merecen credibilidad alguna. …

Este jueves, 15 de marzo, a las 20.00 horas en el Salón de Actos del Colegio Mayor Pedro Cerbuna (en campus universitario de Zaragoza), tendrá lugar esta interesante charla con Alejandro Cao de Benos (delegado especial honorario de Corea del Norte y delegado especial del Comité de relaciones culturales con países extranjeros).

¿Qué sabemos de Corea del Norte?

Poco se puede decir que conocemos de Corea del Norte. Y no porque existan pocas informaciones en los medios de comunicación acerca de esta peculiar república oriental, sino porque son precisamente estos aparatos de propaganda neoliberal los que no merecen credibilidad alguna. Su intoxicación es permanente y la cantidad de mentiras o verdades a medias que nos ofrecen cada día sólo varía en función de los intereses de sus propietarios, que pese a estar ocultos tras una malgama de cadenas, diarios y grupos mediáticos no dejan de ser otros que los bancos, la Iglesia Católica (o alguna de sus sectas como el Opus Dei) o las grandes corporaciones empresariales.

¿Por qué los medios de comunicación habrían de decirnos la verdad acerca de Corea del Norte?

A diferencia de lo que ocurría en otras épocas, el poder político-económico ya no necesita de la censura para engañar y adoctrinar, pues hoy sus tijeras se sitúan en la mente de cada periodista y/o tertuliano. Cada cual sabe, en función del medio para el que trabaja, lo que podrá escribir y/o decir. No obstante, salvando estas pequeñas distancias entre unos y otros, lo que todos tienen en común es su pertenencia a lo que hoy conocemos como el “cuarto poder”, ese instrumento imprescindible que la oligarquía trasnacional necesita para idiotizar a las masas a base de consumismo y dirigir su opinión hacia el clima socio-político propicio para sus intereses. Ese clima que permitirá mantener a cualquier precio el sistema de libre mercado para que los mismos de siempre sigan obteniendo pingües beneficios a costa de las masas anuladas. El mismo que declara al modelo de partitocracia occidental como paradigma de la democracia mundial y que en tiempos difíciles como los actuales, se quita la máscara y exhibe su verdadera cara reaccionaria a base de despidos, desahucios, paro, explotación, privatizaciones, violencia policial o recortes de los derechos. Ese mismo clima social que a base de mentiras sigue permitiendo bombardear e invadir pueblos débiles o no sumisos para robar sus recursos o ganar control geoestratégico. Esas mismas condiciones que aseguran el futuro de los bancos y condenan el de las personas, que permiten seguir entregando la soberanía de los estados a los mercados y facilitan a estos seguir saqueando países y engordando más, si cabe, las arcas de sus beneficios. Las mismas arcas de las que después saldrán las nóminas de los periodistas y tertulianos de todos esos medios de comunicación aparentemente plurales e independientes. Como de ellas también saldrán las de muchos “activistas” de ciertas ”organizaciones de derechos humanos” (así como las “donaciones privadas” que las financian) que cacarean a diario de forma poco casual, las mismas mentiras, verdades a medias o noticias no contrastadas acerca de cualquier conflicto, país o suceso.

¿Por qué iban a actuar de manera distinta cuando hablan de Corea del Norte?

La permanente y descarada criminalización, junto con el constante desprestigio por parte de este “cuarto poder” hacia cualquier crítica o alternativa política al modelo de libre mercado y explotación mundial, han sido las causas motivadoras de este encuentro con el secretario de relaciones exteriores de la República Democrática de Corea del Norte, además de miembro fundador de la Asociación de amigos del pueblo de Corea.

Alejandro Cao de Benos, catalán de nacimiento tendrá ocasión de aclarar nuestras dudas acerca del sistema socialista ortodoxo de la República Democrática de Corea, así como de dar réplica a las acusaciones que los estados occidentales, sus medios de comunicación y ciertas ONGs vierten constantemente contra su gobierno, muchas de las cuales califica como “propaganda imperial”, advirtiendo que “aunque el perro ladre el tren avanzará”.

También nos introducirá en el contexto histórico-político de Corea para que podamos entender el hermetismo del régimen o para comprender como el componente socio-cultural de los norcoreanos define las relaciones con los líderes de su revolución.

Nos podrá explicar el funcionamiento ese sistema y los mecanismos democráticos para renovar los gobernantes.

Cómo son en la actualidad sus relaciones exteriores con Corea del Sur (situación de los intentos por la reunificación de las dos coreas) o con los EEUU (quienes a día de hoy se niegan a firmar la paz y mantienen un duro embargo económico contra el pueblo norcoreano). También podremos conocer acerca del programa de disuasión nuclear contra hipotéticas invasiones o ataques contra su soberanía.

En definitiva, tratará de explicarnos la idiosincrasia y la historia de este país casi desconocido para el mundo occidental, su sistema, con sus aciertos y sus errores, con sus bondades y sus carencias, con sus virtudes y sus limitaciones. Además, el acto será abierto al debate para quienes queráis acudir, siempre desde el respeto.

Una buena oportunidad para aclarar dudas y escuchar la otra versión del conflicto en boca de sus protagonistas. Luego que cada cual que saque sus conclusiones y que estas, sean lo más parecidas a la verdad. Porque sólo la verdad es verdaderamente revolucionaria.

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