Son ya dos años en paros parciales para negociar un convenio y ante la negativa de la empresa para pactar, el personal que ha ido a la huelga en Avanza, el servicio de autobús urbano de Zaragoza, incrementan ahora las horas de paros. La ciudadanía sufre las consecuencias de un servicio público que no funciona mientras el Ayuntamiento, en lugar de mediar en el conflicto, se suma a la campaña de criminalización de la plantilla.
El dinero de la multinacional riega muchos despachos y redacciones que sin duda acallan y dibujan una caricatura de los conductores y conductoras de autobús urbano de Zaragoza como si fueran unos privilegiados. La realidad es muy distinta, por eso Koiné TV se ha interesado por conocer cuáles son las demandas de la plantilla, de dónde nace este conflicto y por qué dura tanto tiempo y no tiene pinta de solucionarse.
Koiné TV ha hablado con Chabier Anadón del sindicato CUT y miembro asesor del comité de empresa de Avanza donde los conductores y conductoras forman la mayoría de la plantilla. Él explica todas las claves de cómo se está dando este conflicto y hacia dónde puede ir.
Los trabajadores están luchando por firmar un convenio que finalizó en diciembre de 2019!!! Es decir, llevan sin convenio todo este tiempo por el nulo interés de la empresa en negociar.
Los trabajadores utilizan los paros para presionar a la empresa y que se siente a negociar.
— Guillén 🏳️🌈 (@guillenandorra) November 15, 2022
"Los trabajadores de Avanza no nos vamos a conformar con cualquier cosa”
Hay tres razones principales por las que esta huelga se alarga tanto. La primera, que la empresa no se toma en serio la negociación. Todo apunta a que está muy cómoda con la congelación de facto de los salarios de la plantilla. No atiende a las demandas y simplemente da largas.
La segunda, es que los servicios mínimos que pone el Ayuntamiento son abusivos y atentan contra el derecho a huelga. Si en el convenio anterior eran de en torno al 30% ahora pueden llegar al 60%. Esto son menos pérdidas para la empresa y menos capacidad de presión para los trabajadores y trabajadoras.
Por tanto, es un claro incentivo para que la empresa se libre de sentarse a negociar y que el conflicto se enquiste con todo lo que eso supone para la gente que cada día tiene que coger el bus.
La última, es que el Ayuntamiento se niega a exigir a Avanza una solución. La concesión obliga a que dé una calidad de servicio que con el conflicto actual no está dando y esta corporación municipal en lugar de exigir a la empresa que solucione el problema se pone contra el personal trabajador.
"Los conductores cobran demasiado, son unos privilegiados"
Realmente ha habido una campaña mediática (Heraldo, HoyAragón, SER, El Periódico...) contra la plantilla de Avanza y han publicado datos manipulados del sueldo de los conductores y conductoras que les ha pasado la empresa.
Lo que pretenden estos medios saliendo en defensa de la empresa es dibujar una caricatura de los conductores y conductoras de bus de Zaragoza como privilegiados que exigen subidas salariales a unos sueldos desorbitados. Pero nada de esto es verdad.
La plantilla está exigiendo que en el convenio se reconozcan subidas salariales similares a lo que sube el IPC. Hay que decir que llevan desde el 2019 con el salario congelado por no haber convenio y que lo que quieren es simplemente no perder poder adquisitivo.
Así que lo que han publicado los medios al servicio de la patronal son simples manipulaciones. Las cifras que dan suponen subidas a cuatro años y para perfiles profesionales muy específicos con mucha antigüedad pero un conductor nuevo no cobra más de 1.300 euros.
En definitiva, no se puede culpar a un colectivo profesional con el salario congelado que esté pidiendo que su sueldo suba tanto como sube el coste de la vida. Porque sino simplemente se les está criminalizando por no querer ser más pobres. ¡Es algo de sentido común!
No solo es una cuestión de dinero
Los conductores y conductoras no están reivindicando solo subidas salariales. Quieren que haya convenio y que este incluya otras muchas cuestiones laborales como un orden adecuado y equitativo de los descansos (la empresa los usa para chantajear).
Algo tan simple como que haya WC al final de las líneas porque en muchas ni siquiera pueden hacer sus necesidades básicas porque la empresa no se digna a ponerlos o cuidarlos y el Ayuntamiento no se lo exige.
Algo tan básico como que se cuenten las horas reales de trabajo. La jornada laboral del conductor comienza cuando sube al bus pero antes tienen que hacer muchas otras cosas que llevan tiempo y que la empresa no paga. Calculan que son unas 36.000 horas extra que Avanza no paga.
En fin, diversas cosas lógicas que están exigiendo y que la empresa se puede ahorrar si se niega a firmar el convenio. Todo ello, hay que decir, en una plantilla que ha sufrido una renovación muy fuerte con todo lo que ello implica y a la que la empresa quiere tomar el pulso
Pero tomar el pulso quiere decir amedrentar, desgastar y desalentar para que desistan en su lucha y, con la pasividad del Ayuntamiento, bajar los salarios del personal de la empresa y así aumentar los beneficios de Avanza.
Hay que decir que se trata de una multinacional mexicana que se lucra de explotar un servicio público, ante la que los políticos que nos gobiernan están totalmente sometidos y que solo busca obtener ganancias fáciles de un mercado sin competencia a costa de todas las personas que viven en Zaragoza.
Aparte de ello se tiene que conocer que Avanza no cumple las condiciones de servicio que le impone la concesión. Independientemente de la huelga el mantenimiento es malo y varios autobuses siempre se quedan en cocheras perjudicando las frecuencias y el servicio.
Pero eso a ellos les da igual porque como cobran por kilómetro y tienen un porcentaje de beneficio asegurado en el propio pliego de la concesión, pues pueden seguir robando al ciudadano y explotando a las plantillas que nadie en el Ayuntamiento va a decirles nada.
Los trabajadores y trabajadoras no son culpables de que el bus cuando llega no abra la puerta porque está completo. Responsables hay muchos y mucho más arriba.
Lo que tenemos que hacer es solidarizarnos con los trabajadores y trabajadoras en huelga y asumir que su lucha también es la nuestra porque defendiendo su puesto de trabajo están defendiendo un servicio de calidad para Zaragoza.