Sobreviviendo a la campaña electoral

Artículo publicado por el Colectivo L´Astral, de la República Independiente de Torrero, en su publicación Astralika

Qué difícil resulta en esta campaña enterarte de las propuestas que desde las diferentes formaciones políticas se llevan a cabo. Y es que no sé si es por las fechas en las que estamos pero esto me recuerda al engorde del capón. Los familiares del pueblo ponían un pollo en un cajón y le hacían comer hasta la saciedad para que su peso aumentase y estuviese lucido para las cenas de navidad. Ahora los medios de comunicación nos ofrecen hasta el hartazgo imágenes de líderes (lideresas apenas hay en el ámbito nacional, sí en alguna formación de nuestra CCAA Autónoma de Aragón y elegidas mediante listas abiertas. Por cierto predicar no es dar trigo.

Aviso dirigido a quienes se les ha llenado la boca con lo de las listas abiertas), repito imágenes de líderes que no propuestas de los partidos. Ahora la moda no es el partido, que va, que va… es el líder, muy americano todo, con shows televisivos donde el candidato igual baila que se arranca a cantar guitarreando, que se presta a ser invitado por anfitriones del mundo carpetovetónico. También nos apabullan con resultados de intención de votos, trufados e interesados, por supuesto (bien podrían explicar cómo se confeccionan los resultados cuando hay una gran masa de indecisos y cómo se pondera la intención de votos en función de los resultados de anteriores elecciones).

Parece que previenen a la población de antemano, como si lo importante no fueran las propuestas que nos convencen para votar sino que no vayamos a apostar por caballo perdedor. No eso no. Que nadie se arriesgue. ¡Cómo se preocupan de todo el mundo y nos evitan pensar! ¡Gracias! ¡Qué alivio!

Cuando escribo esto es día 7 de diciembre, el día clave, el día de la batalla decisiva. Y habrá ganador y todo. Y perdedores. Premios creo que no hay. Eso en las tómbolas de las ferias. Y el show es continuo, primero un debate de “segundos espadas”, luego nos muestran niños que maquillados como los políticos hacen para mucha gente muy entrañable esto de las elecciones. ¡Mira qué majicos! ¡Cómo se parecen! Por cierto en el debate se nota el peso de la crisis. No hay dinero para un plató más amplio, no hay dinero para más atriles, no. ¡Menos madera esto es la crisis! (recordando a Groucho Marx). Y claro sólo se puede llamar a cuatro. (En la oficina del “mass media”. De jefecillo a mileurista) Haga el favor de llamar para el debate a cuatro partidos. ¿A los que tuvieron más votos en las pasadas elecciones, como las otras veces, no? ¡Martínez  (utilícese el apellido que le venga en gana y piénsese en masculino o femenino) pero que me está diciendo! ¿Quiere que me echen? ¿No lee la
prensa, ni las encuestas? Sí, pero… Ni pero ni pera… a los cuatro ganadores.

¡Pero si no se han celebrado aún las elecciones! Martínez, al Garzón me lo deja fuera, que no tiene opción de ganar y a los de la Rosa Díez igual. Y como son elecciones españolas no se le ocurra llamar ni a catalanes ni a vascos ni…; entonces ¿llamo al Rivera o no? ¡¡¡Martínez!!!

Cándido Marquesán a través de su artículo de opinión en el Periódico de Aragón me regaló esta cita: Artículo 6 de la constitución: “Los
partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política”. Fin de la cita.

La democracia excluyente existe, con el beneplácito de muchos “demócratas”.

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