Corría mayo del año 2012, cuando Sergio Salgado y Simona Levi, como lo hiciera la mitad de la población en el Estado español, se peguntaron porqué un banco necesitaba 23.000 millones de euros de dinero público y los responsables de la entidad, en lugar de rendir cuentas, disfrutaban de dividendos y jubilaciones de oro.
Hacía un año que el 15M había llenado las plazas y canalizado de alguna forma el descontento de una sociedad que no se veía representada por las instituciones políticas. Tanto Salgado como Levi, habían participado de estas movilizaciones. El 15MpaRato, nacía al albor de la revuelta pacífica, impulsada por Xnet, plataformas de las que son portavoces Levi y Salgado.
Aquella pregunta sobre el porqué del rescate a Bankia no se quedó en la frustración generalizada, y tras un periodo de reflexión, 15MpaRato lanzaba un crowdfunding con la intención de llevar a Rodrigo Rato al banquillo de los acusados. “Lanzamos la idea de que si los bancos son demasiado grandes para caer, podíamos ir a por los banqueros. Lanzamos la idea de que necesitamos denunciar, y es muy bien recibida, la red, las redes nos van ayudando, y planteamos que necesitamos 15.000€ para gastos legales, y la gente nos da los 15.000€ en 24 horas”, advierte Sergio Salgado, en una iniciativa que tenía algo de locura y gran parte de cordura, vistos los resultados. “Lanzamos 15MpaRato con un calendario estratégico para cinco años, ideado por Simona, en el que hablábamos de las siguientes fases, y de todo lo que iba a pasar. Es curioso porque el otro día, cuando salió por fin el final de la instrucción del caso Bankia, conociéndose que Rodrigo Rato se sentará como acusado, justo hacía cinco años de una noticia que titulaba ‘El 15M se propone sentar a Rato en el banquillo en cinco años, por el caso Bankia’. Las cosas hay que soñarlas antes para poder hacerlas”.
Tras conseguir la financiación que posibilitaba demandar a estos banqueros, desde 15MpaRato se plantean continuar desenmascarando lo que al fin y al cabo no deja de ser una estafa hacia los bolsillos de toda la ciudadanía. Consiguieron sentar a la directiva de Bankia en el banquillo por la salida a bolsa de la entidad, pero la filtración de los correos de Miguel Blesa, destaparía también el escándalo de las tarjetas black, y la trama de las preferentes.
Fijar el relato en la ciudadanía
El hilo del que tiraba 15MpaRato parecía llevaba directo a inmundicias financieras que, desde muchos ámbitos políticos y comunicativos, se trataban de ocultar bajo el falso mantra de que la sociedad no entiende de finanzas, como si estas fueran algo demasiado complejo. A partir de ahí 15MpaRato trata de fijar el relato en la ciudadanía, primero con una obra de teatro, Hazte banquero, y posteriormente con el libro Votar y cobrar. La impunidad como forma de gobierno. Sin duda dos formas de plantear un relato que ayude a contar la historia de una crisis, como lo que es, fruto de la negligencia y la impunidad.
“Nosotros siempre tratamos de trabajar en dos niveles. La realidad, pero también el relato”, afirma en este sentido Simona Levi. “De hecho hemos visto que la parte más difícil de toda la operación es conseguir que el relato se fije, porque continuamente hay gente que lo intenta modificar y tergiversar. Como el teatro es mi profesión, pensamos que por ahí podríamos tratar de fijarlo. Además, cuando abres los correos de Blesa, te das cuenta de que son un diálogo. Entre el oficio y este diálogo todo ha surgido de forma muy natural. El libro sigue con esta función, tratar de fijar el relato”.
En este sentido para Salgado es importante recalcar que el relato debe resaltar que esto no es obra de UPyD ni de un ministro. “El relato es que si no lo hacen ciudadanos no lo va a hacer nadie. Durante estos cinco años hemos conocido muchos casos de corrupción y la diferencia la marca que esté ahí la ciudadanía o no esté la ciudadanía. La prensa por su propia naturaleza siempre va a dar una visión muy fragmentada, por ejemplo de los correos de Blesa, cuando nosotros estábamos viendo la narración completa desde la sala de máquinas, con sus propias palabras”.
Sin duda un relato necesario en el que el humor tiene una gran importancia. Para Salgado, las dosis de humor no son solo mérito suyo. “Hay parte que es mérito de los banqueros y de los políticos que han arruinado este país y que no son gigantes omnipotentes, de hecho es gente bastante irresponsable y con pocas capacidades, algo que en los correos se ve reflejado”.
Para Levi, el humor es también marca de la casa. “Nos gusta trabajar con la ironía, porque pensamos que hace falta cabrearse, pero hay que estar alegres para poder actuar. Si trabajas solo desde el cabreo es más doloroso, porque son luchas contra estructuras muy grandes, que tienden a aplastarte, por lo que es necesaria esa dosis de humor”.

Ineptitud, irresponsabilidad y avaricia
Hablando de Bankia, pero pudiéndolo extrapolar a otras muchas grandes corporaciones, parece que la ineptitud y la irresponsabilidad son dos cuestiones que afectan a muchos de sus consejos de administración. Sergio Salgado asegura que la ineptitud de la cúpula de Bankia es muy grande, algo que se puede comprobar en los correos de Blesa. “Se comete el error de pensar que esta gente es omnipotente. Son poderosos, pero no todopoderosos, y se les puede pillar de mil maneras. Muchas veces durante estos cinco años nos hemos enfrentado a dilemas de investigación, por ejemplo que las cuentas de salida a bolsa de Bankia no estaban firmadas, y nos decíamos entre nosotros: ‘no, esto no es posible. No es posible que lo hayan hecho tan mal y que las cuentas no estén firmadas’. O por ejemplo encontrarte correos electrónicos que hablan de ‘nuestras tarjetas black a efectos fiscales’. Uno no se espera cuando accede a una filtración como los 8.000 correos de Blesa que si pones ‘tarjetas black’ te salgan tres resultados. No creemos que sean tan ineptos como para hablar de estas cosas por correo electrónico. Pues sí, lo son”.
“¡En estos años no hablaban de la crisis siendo banqueros!”, exclama Simona, que asegura que estos consejos de administración “viven en otro mundo, inepto incluso en el sentido en el que ellos estaban en un lugar adecuado en esta crisis, desde el que se podrían haber beneficiado más si hubiesen reflexionado un mínimo”, pero no llegaron a hacerlo. “Son muy básicos, de pan para hoy y hambre para mañana”.
Salgado recalca que de Caja Madrid se beneficiaban todo el espectro de partidos políticos, además de los dos grandes sindicatos. “Era la gallina de los huevos de oro. Unos se llevaban el pastel y otros las migajas. Era el gran banco del PP para comprarse cúpulas de otros partidos de la oposición y grandes sindicatos. Es un cuento sobre la avaricia”.
Una avaricia que permite ver la ruindad de algunos de estos consejeros que en palabras de Simona Levi les lleva a “matarse entre ellos para poder quedarse más de doce años en el consejo de administración, y están dispuestos a vender su alma, su familia…”.
Tanto a Levi como a Salgado les llama la atención que Esperanza Aguirre, la dama de teflón, haya podido salir limpia de un escándalo como este, y más teniendo en cuenta que Ignacio González, hoy en prisión, era el candidato preferido de la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid. “Todos quieren su parte del pastel, todos quieren controlar Caja Madrid que es el gran banco del PP, donde todos están dispuestos a darles un poquito de aire a las familias rivales, excepto Esperanza Aguirre, que lo quiere todo”. Entre sonrisas Levi añade que Aguirre “está siempre presente, pero nunca dice nada, siempre la mencionan, pero está como de fondo”, y advierte que “no hay manera de pillarla”.
La responsabilidad de un agujero de 147.000 millones de euros
La cifra es tan grande que ambos han asegurado que muchas veces tenían que, durante la redacción de Votar y cobrar. La impunidad como forma de gobierno, volver a recalcular, convencidos de que en algún punto de la suma se había cometido un error. Pero no. “Hablamos de 147.000 millones en Bankia, que es lo que nos ha costado a todos, y que no hay que olvidar que, aunque se puede hacer un cálculo menor de lo que se le ha ingresado directamente, este es el volumen del agujero que se abrió y que se tragó toda la economía española y propició el rescate de toda la banca española”, asegura Salgado.
Un agujero del que algunos, encargados de auditar las cuentas de Bankia, han salido indemnes. Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Deloitte eran apartados de las responsabilidades penales por el juez Fernando Andreu. “Para nosotros es una evidencia que son responsables, porque si no tienen responsabilidad los órganos reguladores sobre si los productos bancarios que salen son correctos o no, ya pueden cerrar; y si las tienen, son responsables”, asegura Simona.
Sergio esgrime que el caso tiene tres patas, por lo que todavía no se puede asegurar hasta dónde pueden llegar las responsabilidades. “Gracias a la filtración de los correos de Blesa conseguimos que se abriera la pieza de las Tarjetas Black, y han sido condenados a penas de entre dos y cuatro años de cárcel. De momento no entran en prisión, porque van a apelar hasta llegar al Tribunal Supremo. Ahora estamos en la pieza en la que se juzga la salida a bolsa de Bankia, como estafa al Estado que fue, y hemos conseguido también que llegue a juicio oral. Si aquí conseguimos una condena, tienen que entrar en prisión, porque se trata de gente que ya tiene antecedentes. Además, existe una tercera pieza que es la de preferentes. Es la que más parada está, donde no se juzga si estafaron a tal y cual persona, si estafaron a muchas o estafaron a pocas. Se juzga el diseño de las preferentes”. “Se juzga la intención criminal del diseño de las preferentes”, advierte Simona.
Sin embargo advierten que la pieza más importante es la salida a bolsa de Bankia, para la que el juez Andreu daba vía libre, tras cinco años de investigación, el pasado 11 de mayo. “Ya no estamos hablando de las responsabilidades de CNMV, Banco de España y Deloitte –apartados de la causa por Andreu- , estamos hablando de la responsabilidad de los diferentes ministerios del gobierno de Zapatero y de Rajoy, y de los ministros de Economía Solbes y Salgado; y de De Guindos y Montoro, que siguen ahí, haciendo de las suyas, y torpedeando todo lo que pueden”.
¿Una realidad política distinta?
Pareciera que algunos de estos actores, hoy etiquetados como representantes de la vieja política, pudieran haber extremado la vigilancia, sin embargo bebieron en mayor o menor medida de aquella leche que manaba de Caja Madrid, así como de otras cajas. Hoy el panorama político parece haber dado un giro al que se le presupone mayor vigilancia, sin embargo, tanto Simona como Sergio, fervientes defensores del espíritu del 15M, no parecen convencidos, y critican duramente a la cúpula de Podemos a la que acusan de haber optado por la “cooptación clásica de los partidos de la izquierda más dogmática”.
Para Sergio Salgado los partidos políticos tenían el monopolio de la vida política antes del 15M. “Aquí nadie salía a la calle si no lo decía un sindicato. Todo lo que sucediera fuera de los partidos políticos, políticamente no existía, y eso fue lo que cambió con el 15M, romper ese monopolio. Nos podemos juntar entre seis, siete ciudadanos e intervenir en el caso Bankia, entre un montón de desahuciados podemos crear el lobby de vivienda más grande de España…”, y advierte que la entrada de Podemos en el panorama político y mediático “es una vuelta atrás, es volver al monopolio de los partidos políticos”.
Simona advierte que la preponderancia de Podemos como representantes públicos de este cambio impide que el nuevo modelo de democracia que se estaba empezando a gestar con el 15M haya avanzado, y acusa a la formación morada de ocultar bajo su halo mediático a otras iniciativas que “como nosotros en el Partido X, y otras muchas fórmulas que tienen cosas interesantes, como Barcelona En Comú, En Marea… están siendo todos leídos, a nivel internacional también, como Podemos, cuando Podemos básicamente no ha cambiado nada, tiene el papel que tenía Izquierda Unida”.
Para Sergio hay una serie de mitos en la izquierda que quizá haya que ir desmontando, como por ejemplo la unidad. “La sacrosanta unidad, la unidad parece lo más importante, pues no. Nosotros creemos en la diversidad, en la complejidad, y en ver cómo lo están haciendo aquí en Zaragoza o en Barcelona”. Otro de esos mitos es el mantra de: mejor que haya esto a que no haya nada. “Mejor que no haya nada. Frente a Italia, frente a Francia, en España surgió un 15M precisamente porque no había nada. Ni si quiera había unas centrales sindicales dignas de ser llamadas sindicatos, porque estaban tremendamente deslegitimadas. Si se para uno a pensar, es mejor que no haya nada, porque así puede surgir algo. Sin embargo, que haya algo, que sea como una losa, unos tanques mediáticos tan fuertes como los de Podemos, hace que cualquier otra iniciativa sea aplastada, que no pueda surgir”.