Silvia Encina: “Que a ninguna otra familia le pase lo que a nosotros”

Este martes se practicaba la segunda autopsia al cuerpo del preso José Ángel Serrano Benítez que ha permanecido en la morgue de Zaragoza, sin que sus familiares pudieran verlo, desde que falleciera el pasado 14 de octubre

Silvia Encina, pareja y abogada del preso José Ángel Serrano, fallecido en la cárcel de Zuera en octubre.

Silvia Encina, pareja y abogada de José Ángel Serrano Benítez, ha protagonizado una rueda de prensa, el mismo día en que se practicaba la solicitada segunda autopsia al cuerpo de su marido, que falleció en la Macrocárcel de Zuera el pasado mes de octubre.

Desde aquel 14 de octubre, la familia no ha podido ver el cuerpo de José Angel, una reclamación a la que finalmente accedía el juez este lunes, y que no han podido cumplir bajo recomendación del equipo forense, que ha aconsejado no hacerlo debido al estado del cuerpo.

La familia de Serrano Benítez tenía previsto viajar a Zaragoza para participar en una jornada organizada por el Grupo de Derechos Civiles 15M de Zaragoza, con motivo del aniversario de otra muerte bajo custodia, la de Miguel Ángel Fernández, para tratar de visibilizar la realidad de la muerte de personas bajo la custodia del Estado, pero la decisión del juez adelantaba su viaje.

Para esta segunda autopsia su compañera ha tenido que buscar peritos forenses, un médico de la Universidad de Bilbo así como un dentista, con conocimiento de causa y recoger el dinero para cubrir el gran coste que conlleva.

Al habérsele denegado el Derecho a Justicia Gratuita, los costes sólo pueden correr a cargo de las partes que solicitan las diligencias de averiguación. En el transcurso de la rueda de prensa, Silvia ha agradecido a todas las personas que han colaborado, y lo siguen haciendo, desinteresadamente en el esclarecimiento de este caso.

Ha recordado la delicada situación en la que se encontraba su marido desde hace meses, cuando fue objeto de una intervención odontológica en la que contrajo una grave infección, que le hizo perder cerca de veinte kilogramos y que finalmente pudo ser el punto de partida para el deterioro de su salud hasta el punto de morir. Además ha recordado que durante meses, su marido pudo haber sido objeto de mala praxis médica al serle administrados unos medicamentos en tomas no recomendadas y ha recordado que desde el Juzgado sólo se han puesto trabas para la petición de que Instituciones Penitenciarias aportase el historial clínico completo.

Para Silvia el caso de José Ángel “institucionalmente se ha tomado de forma poco objetiva”, ha acusado tanto de personalizar la causa en su pareja, como de criticar las actuaciones tomadas por la familia “como si el hecho de pedir esta segunda autopsia o el historial médico” estuviera fuera de lugar. También ha añadido que desde las instituciones  se ha tratado de hacer responsables a la familia de “la situación que se estaba creando”.

Sin embargo, su pareja y abogada ha recordado que las reclamaciones hechas por la familia estaban basadas en un mínimo de humanidad. “Cuando muere un familiar necesitas verlo”, y ha incidido en que no buscan un “responsable concreto”, simplemente “nos parece que ha sido inhumano y cruel,  aunque no esté estipulado legalmente, no dejar verlo”.

Ha recordado que se les ha tratado hacer responsables de la situación, preguntándoles en diversas ocasiones: “¿Cómo podéis cuestionar al sistema penitenciario?”. Ante esta pregunta Silvia no ha dudado en cuestionar “un sistema jurídico supuestamente garantista pero procesalmente muy complejo”, que, entre otras cosas ha obligado a la familia a hacerse cargo de las costas de esta segunda autopsia, pese a las dudas que genera la muerte de su pareja.

Ha recordado que José Ángel ha sido víctima de la desasistencia sanitaria que sufren las personas presas en las cárceles del Estado Español, acentuándose el desamparo con presos que se encuentran en aislamiento. Precisamente su pareja ha permanecido 18 años en este grado de encarcelamiento, sin poder relacionarse con otros reclusos y encerrado en su celda 22 o 23 horas al día.

En este sentido desde Derechos Civiles 15M Zaragoza, presentes en la rueda de prensa, han advertido que este tipo de situaciones de aislamiento prolongado son consideradas, según diversos reglamentos internacionales, como tortura.

Por último, Silvia ha incidido en este tema y ha pedido a la sociedad que se pronuncie contra el aislamiento. “Ese régimen es algo inhumano, no solamente para los presos, sino también para las familias”.

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