Entonces ¿por qué seguimos conmemorando el 11 de septiembre, medio siglo después del golpe de Estado en Chile? ¿Por qué es importante recordar el momento en que la junta militar, con el apoyo de Estados Unidos, derrocó por la fuerza a un gobierno elegido democráticamente? ¿Qué representa esta fecha para quienes formamos parte de la comunidad migrante en Zaragoza?
Septiembre en Chile es el mes de la memoria, verdad y justicia. Es el mes en que se conmemora uno de los episodios más vergonzosos de la historia del país: el bombardeo contra la Moneda y el golpe militar que acabó con el gobierno de la Unidad Popular, iniciando un período de terrorismo de Estado que implicó varios años de represión y violencia contra la población chilena. Recordar este hecho no es un mero ejercicio de nostalgia, sino una forma de entender el presente: la dictadura militar fue el punto de partida de la democracia que heredamos, una democracia limitada y de enclave.
A más de cincuenta años del golpe, la memoria continúa siendo un terreno en disputa. Por un lado, se intenta mantener viva la memoria de quienes lucharon por un proyecto colectivo; por otro, se impulsa un relato que invita a olvidar, que busca “pasar página” dejando impunes las violaciones a los derechos humanos, en un esfuerzo que intenta cerrar un capítulo histórico sin haberlo procesado colectivamente.
Pactos de silencio, políticas de olvido, negacionismo, reconciliación forzada, políticas de desmemoria, etcétera. Todos estos dispositivos revelan cierta incomodidad o vergüenza frente a una parte de la historia que, ciertos sectores (con representación política) prefieren no recordar.
Hubo un tiempo en que nos permitimos soñar un proyecto colectivo
Septiembre en Chile es el mes de la memoria, aunque algunos insistan en disfrazar el olvido de reconciliación. Es el mes para luchar contra el olvido. Es el mes que nos recuerda que hubo un tiempo en que nos permitimos soñar un proyecto colectivo, que pudimos pensar en algo trascendente, que pudimos proyectar un futuro mejor.
Septiembre es también el mes de la república. Es el mes en que se conmemora el inicio del proceso de independencia, un camino que culminó con la ruptura formal con la monarquía española y el orden colonial. Septiembre da inicio a las fiestas populares que celebran, en todo el territorio, la independencia de Chile. Con el paso del tiempo, las fiestas populares han tendido a perder su dimensión política, privilegiando lo festivo por sobre lo conmemorativo. Este proceso refleja la huella del espíritu neoliberal heredado de la dictadura, que ha fracturado la memoria colectiva reemplazándola por una lógica de consumo y de olvido.
La memoria sigue siendo un horizonte que se debe defender, cuidar y proteger
Este 2025, Chile se prepara para una elección presidencial con dos candidaturas que no solo relativizan las violaciones a los derechos humanos, sino que también expresan abiertamente su admiración por la dictadura militar o han sido parte de su entramado. Este 2025 se cumplen dos años del inicio del genocidio contra el pueblo palestino perpetrado por el Estado de Israel. Este 2025 es más necesario que nunca defender la memoria, la verdad y la justicia.
Por esto, a 52 años del golpe de Estado en Chile, la comunidad chilena en la capital de Aragón, Zaragoza, prepara una serie de actos conmemorativos, con el objetivo de invitar a la comunidad a participar y reflexionar sobre la importancia de mantener viva la memoria, sobre la importancia de no olvidar.
Información sobre las actividades de Red Chilena ZGZ.
