Salvar el valle de Canal Roya

Entre los valores y misión de la Universidad se encuentra la “aplicación de los conocimientos para favorecer la innovación, el progreso y el bienestar de la sociedad y de sus ciudadanos, especialmente de Aragón”. Bajo esta perspectiva, los colectivos universitarios firmantes de este manifiesto consideran que el plan del Gobierno de Aragón de conectar en un gran dominio esquiable las estaciones de Astún-Candanchú con Formigal es una decisión equivocada. Altera de forma irreversible el Valle de Canal Roya y lejos de contribuir al desarrollo de la zona, compromete su futuro. El proyecto continúa entendiendo el territorio como una propiedad de …

Canal Roya | Foto: Luis Antonio Sin Buil.
Canal Roya | Foto: Luis Antonio Sin Buil.

Entre los valores y misión de la Universidad se encuentra la “aplicación de los conocimientos para favorecer la innovación, el progreso y el bienestar de la sociedad y de sus ciudadanos, especialmente de Aragón”. Bajo esta perspectiva, los colectivos universitarios firmantes de este manifiesto consideran que el plan del Gobierno de Aragón de conectar en un gran dominio esquiable las estaciones de Astún-Candanchú con Formigal es una decisión equivocada. Altera de forma irreversible el Valle de Canal Roya y lejos de contribuir al desarrollo de la zona, compromete su futuro.

El proyecto continúa entendiendo el territorio como una propiedad de carácter extractivo en la que es posible intervenir para conseguir un beneficio económico de unos sectores reducidos. Se trata de una decisión ilegal que incumple el Decreto 223/2006 del propio Gobierno de Aragón, que en 2006 iniciaba el procedimiento de aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del futuro Parque Natural Anayet-Partacua. Según varios informes jurídicos dicho Decreto sigue en vigor.

La nueva propuesta del Gobierno aragonés implica la pérdida de un valle que bien podría ser Parque Nacional, por sus características ecológicas, geomorfológicas y de patrimonio prehistórico. Va en la dirección contraria de las medidas inmediatas que exige el cambio climático, desoyendo las llamadas de la ONU e ignorando el Green Deal de la Unión Europea. Supone una utilización perversa de los fondos Next Generation EU, que requieren no causar daño ambiental significativo, y cuyo fin es hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro en 2050. Estos fondos están destinados a promover modelos de economía, movilidad y construcción sostenible, mejoras medioambientales, aumento de la biodiversidad y promoción de una agricultura que haga posible unos alimentos más saludables. Dichos fondos incluyen expresamente la mejora de las condiciones sociolaborales de la población de zonas rurales, remotas y desfavorables, ayudando a que puedan desarrollar una vida digna y adecuada. Difícilmente se puede conseguir esto último con iniciativas que destruyen el paisaje, atentan contra la biodiversidad, promueven un empleo precario y estacional y viviendas de baja ocupación que requieren infraestructuras permanentes.

La unión de las estaciones implica la construcción de una telecabina entre Astún y Formigal por Canal Roya con las correspondientes torres en laderas y fondo de valle, estación intermedia y carretera de evacuación. Los ibones y turberas de Anayet, incluidos en el Catálogo de Humedales Singulares, se verían igualmente afectados. El cambio climático por su parte está demostrando que los periodos de explotación son cada vez más cortos e irregulares, con menor nivación y a mayor cota, y con menos días con temperaturas bajo-cero. La pérdida irremplazable de los glaciares en Aragón debería ser suficiente evidencia. El proyecto no implica ningún avance en tecnologías de descarbonización ni digitalización que reviertan en la sociedad aragonesa, que ni fabrica ni diseña ese tipo de industria.

El proyecto terminará en los tribunales por contravenir el Decreto mencionado. También supondrá la pérdida de los fondos europeos, que podrían haberse destinado a otros objetivos turísticos de Aragón conformes con el requisito de sostenibilidad. Los fondos deberían ir en parte a potenciar empresas turísticas de carácter local, la distribución y promoción de sus productos, y el fomento de un turismo verdaderamente sostenible y sostenido a lo largo del año. El turismo de nieve puede potenciarse desarrollando alternativas bien conocidas y de éxito en otras regiones como la explotación comedida de puntos de nieve, o la promoción del esquí de travesía y del nórdico entre otras.

Animamos a toda la comunidad universitaria a unirse a este manifiesto y, desde nuestros respectivos círculos de actuación, a denunciar la insensatez de esta propuesta en estos momentos de cambio climático acelerado.


Colectivos firmantes: RedpensarUZ, Colectivo de Profesores, Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU), Acción Rizoma, La Algara-Somos, Frente de Estudiantes, SOMOS, CGT sección Universidad y Geoforo

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