Roberto Montoya nace en Buenos Aires, donde estudia Periodismo y trabajó en distintos medios escritos. Encarcelado y torturado en varias ocasiones durante la dictadura de Onganía-Levinsgton-Lanusse (1966-1973) y bajo el gobierno de Isabel Martínez de Perón (1974-1976) y el imperio del terror de su paramilitar Triple A, inició su exilio político en París, en 1976. Es autor, entre otros, de los libros "El Imperio global" (2003), "La impunidad imperial" (2005) y "Drones" (2014).
Lo primero que sorprende sobre las maniobras Trident Juncture es su ocultismo. Lejos de los intentos por ofrecer una imagen atractiva, una página web que dice poco o nada de las mismas, la negativa a dar a conocer su presupuesto económico o la falsa idea de que un movimiento militar de estas características es bueno económicamente para la ciudad; la realidad parece algo más belicista. Poder charlar con Roberto Montoya, nos permite arrojar algo de luz sobre el objetivo de estas maniobras.
“Estas maniobras están estudiadas, no es necesario hacer especulaciones sobre el sentido de las mismas” advierte Montoya, quien además asegura que no es casual que Trident Juncture se desarrolle con especial intensidad en el Estado español, y existen diferentes motivos para utilizar este territorio en sus maniobras. “Este estado está pasando a ser un protagonista más relevante dentro de la OTAN. Primero, la base de Rota, con la llegada del cuarto destructor estadounidense, ya ha completado ser el ala naval de la OTAN. Segundo, la base de Morón de la Frontera también ha sido ampliada y además, en estos momentos se ha convertido en la sede del Africom, uno de los cinco mandos centrales que tiene Estados Unidos (EEUU) repartidos por el mundo, y va a controlar todas las operaciones militares tanto de vigilancia como de ataque en todo el continente africano. El tercer motivo es que la OTAN lleva años intentando establecer una base para drones en Galicia, ya que por alguna razón consideran que es un enclave importante. Aparte de esto, España se ha ofrecido, y ha sido aceptada, para ser la punta de lanza de la fuerza de intervención rápida de la OTAN, un contingente de 5.000 efectivos, y el primer estado en asumir la dirección de esta fuerza va a ser el español”.
Cuando uno ve este tipo de entrenamientos, en los que no se escatima gasto alguno, y que se asemejan a una auténtica guerra, piensa en cuál puede ser la aplicación real de estos entrenamientos. Pregunto a Roberto por el posible objetivo y me asusta la respuesta. “Estas maniobras están planteadas para posibles conflictos bélicos generalizados en Europa. Cuando se plantea Rota como la base de asentamiento naval y de baterías antimisiles, en teoría se decía que era contra misiles iraquíes. Hoy día, que hay un deshielo con Irán, tras el acuerdo de no avanzar en el programa nuclear, no es ese el peligro más latente. ¿Cuál es el peligro más latente? Es Rusia. Parece mentira, que volvamos a épocas pasadas, de guerra fría, pero el conflicto en Ucrania, a pesar de haber desaparecido de las primeras planas de los periódicos, es un conflicto abierto, no resuelto. En el cual durante estos últimos seis meses, EEUU y la OTAN han ido fortificando a todos los países del Báltico y Polonia, ante la posibilidad de que Rusia pueda tomar bases de Ucrania o que pueda afectar a otros países”. Así pues, pese a haber sido silenciado y ocultado por los medios de comunicación occidentales, el conflicto ucraniano sigue ahí, latente.
“La situación de Ucrania está en un momento de transición, pero está claro que desde la OTAN instigaron al máximo lo que eran inicialmente protestas pacíficas contra un oligarca corrupto, y radicalizaron la protesta hacia la ultraderecha para colocar a otros oligarcas tan corruptos pero más serviles, hacia la Unión Europa (UE), el Fondo Monetario Internacional y la OTAN. Para occidente Ucrania es un enclave crucial pues te pone a la frontera de Rusia, y para Rusia es tocarle realmente las narices llegar a ese punto, que además afectaba a su propia base naval en Sebastopol, e implicaba tener a un país de la OTAN en su propio terreno”. Montoya desmonta con estas afirmaciones las mentiras que desde los diarios occidentales se lanzaron durante meses, hasta conseguir las desestabilización del gobierno ucraniano, y la posterior formación de un gobierno ultraconservador con militantes del partido nazi Svodoba convertidos en ministros .
Entonces, ¿Rusia se vio obligada a actuar? “Estaba claro que iban a reaccionar, lo que no estaba claro es que lo iba a hacer de una forma tan inédita, con esos hombres de verde, sin insignias, que Putin aseguraba que no eran suyos, pero que evidentemente eran rusos, para luego hacerlo directamente con entrenadores y armamento pesado, y convertirse en una guerra abierta. Esa situación está ahí, y por más que se intente pacificar la zona…”, Montoya se muestra pesimista con estos acuerdos de paz de Minsk, que no han hecho sino aplazar un conflicto que sigue vivo.
“Tan sólo han retirado las armas unos diez kilómetros. EEUU ha fortalecido mucho la zona y Rusia mantiene un cinturón impresionante. Hoy en día, el ucraniano es el único conflicto abierto, que no sea luchar contra una guerrilla como el Estado Islámico (Daesh). Contra Daesh no se utilizan tanques ni bombardeos masivos, pues ya están fundidos con la población. Controlan poblaciones enteras, ciudades de dos millones de habitantes como Mosul, la gobiernan política, económica y legislativamente, controlan impuestos, explotaciones petrolíferas... Estas operaciones no se pueden usar allí”, advierte Montoya, que está convencido que las maniobras Trident Juncture solo pueden ser el anticipo de una guerra en territorio europeo, y vaticina que serán el entrenamiento para un conflicto abierto en Ucrania.
Sin embargo, es él quien nos ha sacado el conflicto sirio a la conversación, y me interesa saber qué tipo de alianzas mantienen, tanto EEUU como Rusia, en la zona, ante el auge de este nuevo escenario de guerra fría. “En Siria hay una situación muy compleja. EEUU tiene aliados y aliados, y sus alianzas cambian continuamente. Debemos tener en cuenta que Al Qaeda y Bin Laden fueron un aliado de los EEUU en los 90 para poder expulsar a la URSS de Afganistán, después, estos muyahidines volvieron sus armas contra ese aliado contra natura que era Occidente. En Siria ha pasado algo parecido. Muchas veces no se toma en cuenta que disfrazado en todo esto de Rusia hay un conflicto permanente en el tiempo, que es la lucha entre dos potencias de oriente medio como son Arabia Saudita e Irán. Los saudíes son aliados de EEUU y la UE, y a pesar de ser los integristas de toda la vida, juegan un importante papel de control en la zona, son productores de petróleo importantes, depositan gran parte de sus beneficios en bancos occidentales, por lo tanto es un aliado controlable. Por otro lado está Irán, que desde el año 79, en el que sube al poder Jomeini, se convierte en un enemigo importante, sobre todo para EEUU, y para el resto de países de la OTAN, que se adaptan a esa política estratégica. Ambos países son dos polos del islam que se disputan áreas de influencia. Irán ha logrado, después de muchos años de aislamiento, mantener unas buenas relaciones con Siria, Líbano, Iraq… Lo de Iraq roza lo ridículo. EEUU derroca a Sadam, después muchos años de guerra, y los que son aupados al poder son chiís, amigos de Irán, con lo que le salió el tiro por la culata. Hoy Iraq les pide a los iraníes ayuda para expulsar a Daesh de su territorio, y ya hay oficiales y entrenadores iraníes en Iraq, lo que supone un verdadero fracaso para Estados Unidos, que ahora, anuncia que va a volver a enviar soldados a Iraq, como está volviendo a Afganistán, después de haber anunciado su retirada total”. El 31 de octubre, dos días después de esta entrevista, el gobierno de Barack Obama anunciaba el envío de un primer contingente, tan sólo 50 soldados de élite estadounidenses a Iraq.
“Irán está teniendo un peso muy importante en Iraq, que además tiene una alianza contra natura con Siria, pues Siria era un país fundado por un cristiano y el partido Baaz era un partido laico, al igual que ocurría en Iraq. Aún así, Irán se alía con Siria, un país en el que Rusia también tiene una base importante y del que es un apoyo importante en la zona. Este triángulo es objeto de odio de Arabia Saudí, Qatar, todas las monarquías del golfo, Turquía… pero también de EE.UU. ¿Qué pasa ahora en Siria? Que mientras tanto, el Daesh, que ha sido financiando desde estos países para contener la influencia chií, se ha autonomizado. Lo mismo que pasó con Al Qaeda, solo que a diferencia de la estructura descentralizada de estos, el Daesh ha decidido recuperar territorio, bajo la ilusión de un nuevo califato. Ahí cambian las reglas del juego, y desorientan totalmente los intereses existentes. Todos estos países que habían financiado a esta guerrilla para contener a Irán, sacarlo del Líbano, de Siria, e Iraq, se dan cuenta ahora que esto es un pequeño monstruo incontrolable, que en la medida que se autofinancia, controla pozos petrolíferos y tiene dinero suficiente, tiene capacidad para seguir creciendo y empieza a hacer peligrar a otros países vecinos”. Una situación que en cierto modo obliga a los aliados de los que, hace apenas unos meses, eran ‘rebeldes’ al régimen de Al Assad que había que apoyar e incluso financiar.
Ante esta coyuntura, “Estados Unidos ha cambiado de estrategia. Al Assad es ahora un aliado, pues lucha contra el Daesh. Pero Rusia, no está por la labor de dejar que un aliado tan importante como Siria, tenga un aliado contra natura como EEUU, que pueda hacer girar el fin de esta guerra hacia su lado. Por eso interviene Rusia con la intención de que a Al Assad no se lo toquen”. Unas intervenciones en suelo sirio que han causado revuelo no sólo en los círculos políticos y militares occidentales, si no que han activado la maquinaria de propaganda de muchos medios de comunicación, acusando a Rusia de atacar únicamente a las diferentes milicias en contra de Al Assad y no al Estado Islámico.
Para Montoya, “la acusación contra Rusia es que entra ahí pero lo que menos le importa es liquidar al Daesh sino a las facciones que son más aliadas de EEUU. En realidad estas milicias han quedado reducidas al mínimo, pues las ha devorado el Daesh. Algunas se han integrado en el Estado Islámico, y otras han desaparecido porque el Daesh ha realizado una limpieza étnica terrible. Rusia está demostrando más eficacia militar que EEUU, y estos se encuentran como descolocados ante la entrada de Rusia en este escenario militar. Ahora están asegurando que para distinguirse de los rusos no descartan enviar soldados de élite. Se entraría en una situación de un equilibrio delicadísimo”. Un equilibrio que podría romperse si EEUU entra en Siria con soldados, pues según advierte Montoya, “la situación se complicaría todavía más, pues allí hay tropas de Hezbolá y militares iraníes luchando también contra el Daesh. Entrarían en el mismo escenario tropas que son antagónicas, con lo que hay una posibilidad de conflicto”.
Roberto Montoya, tiene bastante claro cuáles son los focos bélicos de importancia para la OTAN, y cuáles son los enemigos. “Ucrania y Siria son los dos focos importantes que OTAN tiene en su mente. Lo de Ucrania saben por dónde pueden ir los tiros, hay un enemigo evidente que es Rusia y los aliados son los pro occidentales ucranianos y todos los países de alrededor, que hoy en día son todos ultraconservadores, derechistas… Esto es peligrosísimo, porque estás a las puertas de Rusia, pero es un conflicto que está claro. Pero Siria es un mosaico de fuerzas centrífugas en el que varían los aliados constantemente. Al Assad era el enemigo a derrocar y hoy en día es casi un aliado en esta lucha. Un aliado al que si ayudas a mantenerse estás ayudando a Rusia. Es la esquizofrenia habitual que mantiene muchas veces EEUU con sus aliados. Pensemos que Reagan comparaba a los talibanes con los padres fundadores de EEUU, ‘luchadores por la libertad’, les llamaba”.
La OTAN es una organización en auge tras la caída del Muro de Berlín. La desaparición de la guerra fría, en combinación con la expansión de la UE, provocó que esta organización bélica, que surgía con un afán defensivo ante lo que consideraban la amenaza comunista, pasase a tener bases por medio mundo. “La OTAN se ha expandido por todos los lados, se convirtió en un gendarme mundial, y ahora ha recuperado su objetivo inicial, antes era la URSS y ahora es Rusia. Todo ha cambiado mucho, Rusia es un país de oligarcas con intereses alejados de los que tenía la URSS. Pero, a nivel de geoestrategia todo sigue igual, y Europa del este sigue siendo el telón de acero”.
Para Roberto Montoya “Rusia ha demostrado desde hace unos años que no se resigna a seguir perdiendo protagonismo en la escena política mundial. Al mismo tiempo que estaba haciendo la jugada en Crimea, estaba evitando la caída de Al Assad y tejiendo lazos cada vez más fuertes con Irán. Estamos ante una potencia mucho menor que la URSS, y muchísimo menor a lo que representa toda la OTAN en la actualidad, pero Rusia planta cara y les dice que no les van a seguir acosando, ni le van a tocar las bases. Además, tocar a Rusia, si mantiene aliados como Irán, puede tener repercusiones en la zona, es por eso que EEUU trata de mantener un deshielo en sus relaciones con Irán de una manera sutil, proponiendo su integración internacional, pero con condiciones en las que se le exige que rebaje sus injerencias en Siria, en el Líbano… y que esto le conviene más que estar con los malos (Rusia)”.
La convicción de Montoya en cuanto a la nueva guerra fría, puede dejarnos un poco helados, pero es evidente que un soldado no entrena para no combatir. “Los norteamericanos están ahora preocupados porque los rusos han utilizado unos bombarderos y unos drones en Siria más efectivos que los que ha utilizado la OTAN. En estas maniobras van a probar todo tipo de armamento, nuevos cazas, tanques y baterías antiaéreas. Todo pinta a que el objetivo principal de estas maniobras es simular una confrontación en un país de Europa del este, en el que se produce una invasión por parte de un país enemigo. Crean esa fantasía, y después nos cargarán con un bombardeo mediático, para hacernos creer que este plan existe, y todo el mundo se mentaliza, igual que ocurrió con las armas de destrucción masiva. Entonces la discusión ya no se limita a si es verdad o no, sino a tratar de ver como paramos esa amenaza”. No sabemos si Montoya está en lo cierto, aunque ni mucho menos parece un escenario descabellado. Las maniobras Trident Juncture son los ejercicios de guerra más grandes tras la anterior guerra fría. De hallarse en lo cierto, estaremos albergando en Aragón, el simulacro de un nuevo conflicto bélico en Europa. Un conflicto latente que se mantiene en un equilibrio inestable, y en el que cualquier error o incidente puede desatar el conflicto total.
De nuevo, la sinrazón del poder, por encima de los pueblos y las personas.