Pride: “No pedimos perdón a nadie por ser lesbianas y gays”

Pride, el recomendable filme dirigido en 2014 por Matthew Warchus, se basa en la historia del apoyo del movimiento LGTBI a la huelga de la minería de 1984 con Margaret Thatcher como primera ministra. Un homenaje a todas las activistas LGTBI que siempre hemos apostado por un discurso político de confluencia con el resto de luchas y con un claro contenido de clase.

Pride. Foto: Nicola Dove

La película Pride se basa en la historia del apoyo del movimiento LGTBI a la huelga de la minería de Gran Bretaña en el año 1984 con Margaret Thatcher como primera ministra.

El año 1984, la ultra-conservadora Margaret Thatcher confisca los fondos del Sindicato de Mineros de Gran Bretaña que tenía convocada una huelga indefinida. Los mineros y mineras tienen que encontrar financiación por otras vías y es ahí donde entra en acción la clave de toda esta impresionantes y apasionante historia sobre el apoyo de un grupo de gais y lesbianas a los mineros y mineras.

Un grupo de activistas LGTBI, liderados por Mark Asthon crean el grupo LGSM (Lesbian and Gays Support The Miners) con la clara intención de conseguir dinero para la huelga minera.

Desde un primer momento, el LGSM, se encuentran con el rechazo del sindicato de la minería que no quiere estar asociado con gais por la repercusión mediática que pudiera tener y por supuesto por la homofobia dentro de la organización.

La iniciativa del LGSM, a pesar del rechazo del sindicato de la minería, consigue encontrar como destinatario un pequeño pueblo en Gales. A partir de ese momento la película nos mostrará la gran fuerza que tienen los valores de justicia y solidaridad por encima de los prejuicios homófobos y de clase.

Activistas del LGSM van en persona a un pequeño pueblo de Gales donde se encuentran con un ambiente muy hostil con el único apoyo de un sindicalista y como casi siempre, de la gran mayoría de las mujeres del pueblo. Mark y el resto de activistas del LGSM se ganan minuto a minuto la confianza y la estima de la comunidad que se ve obligada a hacer frente a sus prejuicios ante una gran muestra de solidaridad que sin duda nunca hubieran imaginado.

Una vez establecidos los vínculos entre el pueblo minero y el LGSM, vamos viendo como afloran las críticas en las dos comunidades, en todo momento, saben discernir en el propósito fundamental que no es otro que poder resistir de forma digna el bloqueo económico en dirección a la huelga contra las políticas de Margaret Thatcher.

En todo momento los y las activistas del LGSM tienen clarísimo que por encima de todo darán apoyo a la huelga, pero también que no han de pedir PERDÓN a nadie por ser LESBIANAS Y GAYS.

La campaña del LGSM llega a los medios de comunicación de forma perversa, fruto de la traición de un sector de la comunidad minera que no quiere aparecer con lesbianas y gais. Los diarios utilizan titulares como “Pits and Perverts”(Pozos y Pervertidos en referencia a los mineros y los miembros del LGSM. Pit también es sinónimo de agujero). El grupo LGSM se apropia del insulto y del estigma organizando un concierto.

Este concierto, organizado el 10 de diciembre de 1984, en Camden Town, utilizando el mismo y provocador eslogan de “Pits and Perverts” contó con la actuación de Jimmy Somerville, en esos momentos integrante de Bronski Beat -después formaría The Communards-, muy amigo de Mark Asthon y absolutamente comprometido con la lucha del movimiento LGTBI y la clase obrera.

Superadas las contradicciones por parte de los mineros, la campaña del LGSM consigue aportar la más grande de las aportaciones económicas para la huelga.

Si hay que hacer una crítica de la película es la de silenciar la militancia de Mark Asthon en el Partido Comunista de Gran Bretaña. Mark Asthon fue un gran activista LGTBI y anti-sida, una persona militante y comprometida con la clase obrera. Murió en el año 1987 fruto del Sida. Su amigo Jimmy Somerville le dedicó el tema “For a Friend”.

Con un final emocionante, la película describe como, ante la evidencia (ya que la organización no quería una manifestación política) centenares de personas de sector de la minería, venidos de todas partes de la cuencas mineras del país, encabezaron la manifestación del Pride del año 85 en solidaridad con la lucha por el reconocimiento de los derechos y libertades del colectivo LGTBI.

Esta unión entre el movimiento LGTBI y las y los mineros llevó años después a que el National Union of Mineworkers se convirtiera en uno de los principales actores a favor de los derechos y libertades del colectivo LGTBI e hicieron un gran activismo contra la homófoba cláusula 28, en el año 1987.

Esta es una gran historia muy poco conocida que la película Pride ha sabido llevar a las pantallas con un tono distendido que no se pierde en banalidades y muy comprometida con el discurso que representa la iniciativa del LGSM. De recomendada visión para todas aquellas personas que luchan o han luchado en movimientos sociales. Pero a la vez, un homenaje a todas las activistas LGTBI que siempre hemos apostado por un discurso político de confluencia con el resto de luchas y con un claro contenido de clase.

Realmente una película muy recomendable.

Artículo de Eugèni Rodríguez en Diari En Lluita. Traducción del catalán por Marta Mouzo.

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