Seiscientos años ha resistido la fachada de la calle San Jorge 25 de Uesca hasta que una potente pala excavadora la ha derribado en unos pocos minutos. Un proyecto autorizado como “rehabilitación de vivienda unifamiliar” se ha convertido en demolición de un inmueble histórico. La Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca se ha dirigido a la Dirección General de Patrimonio solicitando protección para el conjunto edificado en los números 25 a 29 "dado que posee valores materiales e inmateriales de gran interés para la ciudad, sin embargo la tercera parte de lo construido, inexplicablemente, ha terminado en una escombrera".
"El derribo es una solución fácil y de corto plazo –recuerdan desde la Plataforma–, y eso lo dicen arquitectos reconocidos con el premio Pritzer, el nobel de la arquitectura, como Lacaton y Vassal, nunca demoler, siempre rescatar, precisamente lo contrario a la política urbanística que se hace en Uesca gracias a la aprobación de proyectos como el que ha permitido esta enorme pérdida. Proyectos que pasan por Urbanismo, por la Comisión Provincial de Patrimonio y por la Dirección General". Y concluyen las mismas fuentes, "lo que ha ocurrido en la calle San Jorge es un atentado contra el patrimonio, como también dicen Lacaton y Vassal, es un acto de violencia".

De acuerdo con los estudios y trabajos de investigación del profesor Antonio Naval Más, el inmueble podría haber albergado la sinagoga mejor conservada de Aragón, hipótesis que venía a enriquecer la historia urbana de Uesca, pero "cuya rápida demolición sin la presencia de un arqueólogo especialista, ha dado al traste con una valiosísima información arqueoconstructiva". "Este es un caso de pasividad, inacción y desprecio por parte de las administraciones concernidas, un lamentable ejercicio de abandono", critica la Plataforma.
"Aquí se han saltado líneas rojas –reitera la Plataforma– como los varios convenios europeos firmados por España, o la misma Ley de Patrimonio de Aragón que obliga a todos, personas e instituciones, a conservarlo como un valor que debe ser legado a futuras generaciones. También se vulnera lo estipulado en la Agenda Urbana Española 2019 en materia de preservación de un patrimonio urbano y arquitectónico con un alto valor histórico, artístico y cultural".
La Plataforma lamenta que en el proceso de aprobación del proyecto redactado por los mismos propietarios de la casa derruida, no se haya tenido en cuenta que se trata de un testimonio del barrio judío, todavía nombrado como “Barrio nuevo”, que atestigua la expansión medieval extramuros a la vez que la coexistencia de las tres culturas. Además, por "su singular configuración y las técnicas constructivas tradicionales que constituía un ejemplo de durabilidad y arquitectura vernácula".
Plataforma : "El derribo de una fachada en la calle San Jorge constituye un atentado al patrimonio"