El Grupo Ganar Teruel en la Diputación de Teruel ha presentado una moción de consideración, a debatir en el próximo pleno, para que se ponga en valor la figura del que fuera su presidente, que fue fusilado por los golpistas en 1936, rindiéndole homenaje y colocando en la fachada de la Diputación una placa en su honor.
Después de tantos años del fin de la dictadura franquista y la recuperación de un sistema democrático, muchas instituciones ya han rendido homenaje a las personas que eran representantes públicos y que fueron víctimas mortales del golpe de estado de 1936, la guerra civil y la represión franquista posterior.
Sin embargo, la Diputación de Teruel aún tiene la deuda de hacer un homenaje y reconocimiento a quien era su presidente en julio de 1936, Ramón Segura Ferrer, que murió víctima de la represión que encabezó el golpista Comandante Aguado en la ciudad de Teruel.
Ramón Segura Ferrer fue alcalde de Valderrobres y fue presidente de la Diputación provincial de Teruel entre 1932 y 1936. En julio de 1936, con la sublevación encabezada por Aguado, se le traslada a Zaragoza, donde fue ejecutado, posiblemente en las tapias del cementerio de Torrero, sin consejo de guerra, y ni siquiera un simulacro de juicio.