Once años de gobierno de la "Dama de Hierro": una huella profunda en la sociedad y en el medio ambiente

Crónica desde la Marcha a Glasgow

Participantes de la Marcha a Glasgow.

Once años de gobierno de la "Dama de Hierro", Margaret Thatcher, han dejado una huella profunda en la sociedad británica y en su medio ambiente. Bajo el vuelo de la perdiz y el faisán arranca la Marcha a Glasgow desde Lechhampsead, bien temprano, para recorrer algo más de 40 kilómetros en dirección a Oxford.

Caminamos por campos cosechados de cereal y maíz acompañados de un veterano ecologista de Newbury. Nos sorprende mucho la ausencia de autobuses de línea en el espeso tráfico carretero. El transporte público en Gran Bretaña es definitivamente caro y escaso.

Thatcher aplicó durante una década una política implacable de reducción del gasto público. Para las clases más bajas supuso la depauperización, obligándoles a optar entre comer o calentar la casa. Pero en zonas ricas del sur de Inglaterra la austeridad supuso la casi extinción del transporte público en favor del automóvil. Consecuencia: las emisiones de CO2 se disparan hasta límites insostenibles.

Estas villas sureñas tan coquetas están pagando el precio de un modelo de ciudad en extensión que obliga a usar el coche hasta comprar el pan.

Si el transporte público es poco y caro, la vivienda es todavía más cara y con un gasto disparado en calefacción. La vivienda se lleva una parte muy importante del sueldo y genera un consumo desproporcionado de combustible para calefacción, principal origen de emisiones de gases de efecto invernadero.

Foto: Marcha a Glasgow

Pese a que el primer ministro británico se comprometió a ejecutar un plan de reforma de viviendas para mejorar su aislamiento térmico, este no ha pasado de los gestos a los hechos. Las viviendas más modestas son las que peor están aisladas ante la humedad y el frío. Las diferencias entre ricos y pobres no hacen sino crecer en el país.

Tras caminar 20 kilómetros llegamos a Abbingdon, al sur de Oxford. En la elegante y monumental plaza central nos espera un personaje salido de los cuentos de Dickens, "el time crier" o pregonero de la ciudad. Salón hasta los pies, campana de llamada y sombrero de ala vuelta. Este exótico personaje vocea en la plaza sobre la llegada de la Marcha de los españoles que andan a Glasgow.

Frente a la parálisis gubernamental y el caos generado por el Brexit muchas vecinas y vecinos se organizan en sus barrios promoviendo proyectos de sostenibilidad y biodiversidad. Muchas veces apoyados desde su ayuntamiento. Uno muy significativo es el de mejora de las condiciones de aislamiento térmico de las casas. En otras ocasiones se organizan para distribuir a familias necesitadas productos en caducidad relativa donados por supermercados.

El campo británico, conservador por naturaleza, ha evolucionado muy poco en sus técnicas agrícolas. El uso y abuso de pesticidas y abonos químicos está generando graves problemas de contaminación del agua en un país intensamente húmedo. Los agricultores han avanzado aquí poco en la producción ecológica pero empiezan a ser conscientes del grave problema que están generando.

Al anochecer llegamos a la ciudad universitaria por excelencia: Oxford. Un grupo de mujeres viene a recibirnos a un puente del Támesis. Recorremos la ciudad repleta de estudiantes. Tras casi 10  horas caminando compartimos una deliciosa cena y breve tertulia en un salón repleto de activistas por el Clima. Se nos cierran los ojos de cansancio.


Todo sobre la Marcha a Glasgow en AraInfo. Web de la Marcha a Glasgow, organizada por Extinction RebellionEcologistas en Acción y la Alianza por la Emergencia Climática.

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