Dos años y seis meses, o dicho de otra manera, 911 días. Si, novecientos once días con la boca en reparación y sin previsión de que esto acabe. Así es como se encuentran algunos de los y las pacientes (que no clientes), de la clínica iDental de Zaragoza.
Es una larga historia que comienza cuando una persona de recursos limitados descubre que hay una clínica dental que dice ser social y que asevera que la gente sin recursos también puede sonreír.
Tras tener que ir “a tomar pol saco”, ya que la clínica está en las afueras, frente al parque lineal de plaza, se encargan de hacerte un presupuesto acorde a tus necesidades. Resulta ser un presupuesto sumamente inflado, al que luego aplican espectaculares subvenciones que no se sabe de dónde salen. En definitiva, si ibas a hacerte una limpieza bucal, te acaban cambiando hasta la última muela, mientras, te mienten y te dicen que son precios sin comparación y materiales de gran calidad.
Tras firmar un préstamo, prácticamente obligatorio para garantizarse el cobro, comienza el periplo. Citas canceladas, decenas de viajes, continuos cambios de presupuesto, esperas interminables de más de dos horas para que te atiendan (DOS HORAS DE RELOJ), implantes provisionales que se caen al salir por la puerta o, provisionales que tienen que quitar con maceta y cortafríos, etc., etc…
Al cabo de unos meses descubres que no eres la única persona afectada, que la mayoría de pacientes están en la misma situación, y que la plantilla que ahí trabaja tampoco está en buenas condiciones. Por parte de la empresa solo hay mentiras y más mentiras.
Las quejas y denuncias se acumulan y, novecientos once días después de comenzar, la cínica clínica es cerrada por carecer de licencia, cientos de personas se quedan con los dientes en la mano (literalmente), comienza una cancelación masiva de citas vía mensaje de texto, la empresa alega problemas técnicos, cómo no, mintiendo una vez más.
Ni es clínica, ni es social, la cínica iDental.
Las personas afectadas (pacientes, que no clientes) están demostrando que a pesar de no tener dientes, van a morder con todas sus fuerzas a esta empresa sátrapa y falaz, con una mala praxis sin parangón. Ahora comienza un nuevo periplo, esta vez en los juzgados. La salud bucodental no está cubierta por la Seguridad Social y esta es la raíz del problema, así que ahora queda que las y los responsables políticos sean capaces de ver la problemática y poner solución urgente, ya que cientos de personas están a base de sopa desde hace novecientos once días.