Mahmud Colak (KNK): "En Kurdistán se dan auténticas condiciones para una revolución popular"

La experiencia de autogobierno en Rojava, el Kurdistán sirio, y la complicidad de Turquía con el Estado Islámico son dos de los temas que aborda en profundidad Diagonal con Mahmud Colak, miembro del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK), con la mirada puesta en la elecciones en Turquía de este domingo

MAHMUD COLAK ZERDESTI miembro del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK). Foto: Álvaro Minguito (Diagonal)

Mahmud Colak Zerdesti es el representante ante el Parlamento Europeo del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) en el exilio. Está de visita en el Estado español para denunciar la connivencia de Turquía con Estado Islámico y para dar a conocer la experiencia de autonomía democrática que vive Rojava, el Kurdistán sirio.

El jueves 29 de septiembre fue recibido por el grupo de la Izquierda Plural en el Congreso y el domingo 1 de noviembre acudirá a la concentración convocada en Madrid frente al ministerio de Exteriores, coincidiendo con la celebración de las elecciones en Turquía.

¿Cómo es la situación ahora mismo en Rojava?

Desde hace tres años, en Rojava, el Kurdistán de Siria, se aplica un modelo de confederalismo democrático como solución de los problemas, tanto nacionales como étnicos y religiosos en los tres cantones principales, Kobane, Cizire y Efrin. Los regímenes dictatoriales de la región, fundamentalmente los regímenes colonialistas que han dividido Kurdistán, están muy preocupados por este modelo y creen que va a tener efectos sobre sus respectivas poblaciones también. Si este modelo tiene éxito y logra ser una alternativa, podría poner fin a la violencia, a la guerra y a los conflictos étnicos que fueron fomentados sobre todo después de la I Guerra Mundial.

El estado turco constantemente provoca la situación y hace todo lo posible para que fracase esta experiencia, apoyando a los terroristas del Estado Islámico (EI). En la frontera con Turquía han abierto campamentos militares en los que forman y adiestran a los miembros de EI. De hecho, reclutan gente en el Kurdistán norte entre los jóvenes turcos y kurdos para que se incorporen a EI. Luego vuelven como suicidas que cometen masacres como las tres sucedidas últimamente, antes de las elecciones turcas y después, el 24 de junio y el 20 de julio. Sabemos que los servicios secretos turcos estuvieron detrás de este último, con el objetivo de desestabilizar la zona para que el problema kurdo no se resuelva de manera política pacífica.

¿Cuáles son los mayores problemas de Rojava?

Hay una masiva emigración hacia Europa, consecuencia de los ataques y bombardeos de EI con el apoyo del estado turco y los estados regionales. El principal problema es que no hay escuelas, fueron destruidas; hay también un problema de escasez de agua. Hay mucha solidaridad desde todo Kurdistán hacia Rojava, no sólo por ser kurdos sino por humanidad. Y no sólo desde Kurdistán: con el asedio de Kobane hubo una gran movilización internacional. Hay una gran resistencia contra la barbarie de EI, que quiere exterminar a los kurdos.

Lo más grave es que hoy en día hay más de cinco mil mujeres kurdas en manos de EI, sometidas a todo tipo de violencia, que las vende como esclavas. Hay varios aspectos de estos problemas, económicos, sociales, militares… El EI recibe todo tipo de armas de Turquía y otros países del golfo Pérsico. La resistencia kurda ha recibido una gran simpatía, desde Europa a Australia o Canadá.

¿Cómo está funcionando la experiencia de autogobierno en este ambiente?

Hay asambleas populares establecidas en estos cantones y su gran éxito es que respetan la existencia y los derechos de todos los grupos étnicos que se encuentran allí: kurdos, turcomanos, árabes, cristianos, asirios, kurdos yazidíes, chiítas, alauitas,… todos se ven representados. Desde diferentes regiones de Siria han llegado árabes alauitas y sunitas que han huido de los ataques de EI y del ejército baasista.

En la aplicación del sistema hay dificultades: están cercados, bajo un embargo. El ejército turco ha bombardeado últimamente las posiciones de las Unidades de Protección Popular (YPG) en Yezire. A pesar de todas estas dificultades, el modelo está siendo una alternativa de fraternidad para los pueblos de la región.

¿Este modelo de confederalismo democrático se está intentando aplicar también en el Kurdistán turco?

Pensamos que este modelo sería una solución ideal para todos los países de Oriente Medio, no sólo Kurdistán. Hay dificultades porque los estados de la región son antidemocráticos, tiránicos, no toleran que la gente tenga una auto-administración, y surgen conflictos por ello. Hace poco hubo enfrentamientos directos en la calle entre la población civil kurda y la policía turca. También el ejército turco ha bombardeado los cementerios de los guerrilleros kurdos y las comarcas en las que había más manifestaciones y protestas.

Pero la gente está decidida a establecer ese autogobierno, ese confederalismo democrático. Si el estado acepta, vamos a compartir el poder. Pero si no lo hace, los kurdos se verán obligados a construir su propio sistema, porque los estados actuales no respetan nuestros derechos, todo lo contrario. En Rojava ya se aplica y en otras partes de Kurdistán sigue la lucha. No es nada fácil pero sería la única forma de resolver los problemas.

¿Cómo está Kobane tras el asedio de EI?

Tras la liberación de Kobane y Yezire por parte de las mujeres, el estado turco entró en pánico e introdujo a los terroristas para realizar la segunda masacre de las que hablaba antes. Ahora hay intentos de reconstrucción porque Kobane resistió pero no ha quedado piedra sobre piedra. Quienes han podido volver están reconstruyendo casas, hospitales, escuelas, quitando escombros, refugios para mujeres,...

Lo más importante es que haya estabilidad y la gente pueda reconstruir Kobane. Una vez termine la guerra, acabemos con los ataques terroristas de EI y neutralicemos al estado turco y a otros estados que están en pánico con este modelo, se verá que en poco tiempo los pueblos vivirán en armonía. Allí no se discrimina a nadie. De hecho, antes de la entrada de la modernidad capitalista en Oriente Medio, los pueblos de la región vivían en convivencia y armonía, no hubo nunca masacres a esta escala. Muchos pueblos perdieron sus valores materiales y morales, incluso sus lenguas, tras la entrada de estos estados títeres del imperialismo que dividieron al Kurdistán.

¿Cuál es la posición del régimen sirio con respecto a Rojava?

El régimen sirio ve que los kurdos resisten heroicamente, defienden al país, no quieren una división, no pretenden crear un estado-nación,… las autoridades sirias reconocen esa gran resistencia.

No obstante, todavía hay una gran desconfianza por parte de los kurdos porque existe la preocupación de que una vez sea eliminado el EI y si se restablece el régimen sirio, éste ataque a Rojava y no reconozca la existencia y derechos del pueblo kurdo. Éste es un gran peligro.

¿Hay todavía combates en Rojava por la guerra civil siria?

Al principio de la revolución en Siria, ningún movimiento kurdo pidió el derrocamiento del régimen ni un conflicto civil. Todo el mundo se manifestó democráticamente, por sus derechos como pueblo, también los kurdos. Pero el régimen sirio machacó estas demandas de una manera brutal. Si el régimen sirio hubiese reconocido las demandas democráticas de los pueblos de Siria, no habría habido ni 400.000 muertos ni millones de personas desplazadas ni refugiadas.

El problema de la emigración se ha de resolver con una política íntegra, de reconocimiento de los derechos de todos los pueblos, para que la gente no se vea obligada a abandonar sus tierras. Nosotros criticamos la política de la UE, que da miles de millones de euros a Turquía, a Erdogan, para frenar la llegada de refugiados. Pero estos refugiados están en Kurdistán, y el pueblo les está ayudando, llevando comida, y oficialmente parece que es Turquía quien les atiende.

¿Cuál debería ser el papel de la comunidad internacional, de la UE, con respecto a Kurdistán?

Se debería reconocer la existencia de cuarenta millones de kurdos, que no tienen ningún estatuto. La comunidad internacional se debería centrar en eso, organizar una conferencia en la que participaran representantes kurdos y pudieran proponer una solución democrática. No defendemos un estado-nación porque los estados-nación en el mundo en general, y en Oriente Medio en particular, hasta ahora han profundizado aún más los problemas. Lo que los kurdos proponen es una autonomía democrática, que se les reconozca su existencia, sus derechos culturales y nacionales.

¿Hay conciencia en Europa de la complicidad entre EI y Turquía?

No está en el nivel que esperamos, aunque cada vez hay más. La manipulación del estado turco es muy grande. Da la imagen de que lucha contra EI pero en realidad bombardea las posiciones kurdas. Mucha gente no sabe que EI tiene campamentos militares y hospitales en Turquía. Tampoco saben que los servicios secretos turcos fomentan que los jóvenes simpaticen con EI. Esto requiere que hagamos más trabajo de sensibilización con la gente.

¿Qué papel juegan las mujeres en este movimiento en Rojava?

El movimiento de mujeres kurdas es el más grande en Oriente Medio, en varias dimensiones: tanto la presencia militar, la resistencia guerrillera como en los movimientos sociales, políticos y culturales.

Quien está resistiendo y plantando cara contra EI en Rojava son las Unidades de Defensa de Mujeres, con mujeres kurdas y otras que se incorporan porque no quieren ser esclavizadas por esta barbarie. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la resistencia y han creado una gran esperanza para las mujeres de otros grupos étnicos de la región, que siguen muy de cerca y esperan que este movimiento se extienda y las mujeres se liberen de la opresión y tiranía no sólo de EI sino de los estados-nación que aplastan a las mujeres en Oriente Medio, no reconocen sus derechos, en algunos países ni siquiera pueden votar o conducir. Una vez que nos salvemos del fascismo de EI, la tarea será salvarnos de la tiranía de las políticas de los estados-nación de la región.

¿Qué esperáis de las elecciones del domingo en Turquía?

Damos una gran importancia a las urnas, a las elecciones democráticas. El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) obtuvo 80 diputados en las elecciones generales del 7 de junio y ahora esperamos que saque más de 100 parlamentarios, un porcentaje alto. El objetivo del gobierno turco es hacer que el HDP se quede fuera del Parlamento para robar los votos de los kurdos y demócratas. Lo que quiere Erdogan es establecer un sistema presidencial.

Lo que esperamos es que, tras las masacres y políticas sucias del estado turco, los demócratas en Turquía se incorporen a este movimiento, teniendo en cuenta que no hay sólo candidatos kurdos en el partido sino también turcos, asirios y movimiento de mujeres, con mucha participación en estas candidaturas.

Queremos que el HDP tenga presencia y pueda participar en alguna eventual coalición democrática. Eso sería una gran suerte para la resolución de los problemas de Turquía.

¿Por qué la política de Erdogan es tan extrema hacia los kurdos?

Erdogan quiere ser un caudillo, considera que su situación de Presidente de la República no es suficiente. En los últimos noventa años han hecho todo lo que han querido con los kurdos: masacres, vejaciones, destrucción de aldeas, deportación de cientos de miles de kurdos, encarcelamientos…

Pero los kurdos de ahora no son como los del siglo XX, ahora no van a poder aplicar todo tipo de políticas arbitrarias contra ellos. Hoy en día, en Kurdistán se dan auténticas condiciones para una revolución popular. En este siglo de informática y tecnología, todo lo que se hace allí se revela enseguida y hay mucho ambiente de solidaridad con el pueblo kurdo en todo el mundo.

Entrevista realizada por José Durán Rodríguez para Diagonal.

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