Las casualidades no existen. Este domingo, 14 de octubre de 2018, último día de las fiestas del Pilar de Zaragoza, los titulares de la prensa local deberían remarcar el éxito de participación ciudadana en unos actos festivos programados para el disfrute en la calle, y de forma descentralizada, que acompañados por el buen tiempo, han sido secundados por miles de personas.
Pero, claro, la organización y diseño de la programación corren a cargo del gobierno de la ciudad que pertenece desde mayo de 2015 a la confluencia de izquierdas “Zaragoza en Común”. Y al enemigo ni agua. Así que los titulares del domingo en primera página son los resultados de encuestas de intención de voto para las próximas elecciones de 2019, donde se resalta que Zaragoza en Común “se desplomaría”, “se hundiría”. Vaya.
En este momento ZeC tiene nueve concejales, y esas encuestas le dan seis en 2019 ¿desplome....? No hay casualidades en la información, y con estos datos publicados precisamente este domingo, es como si se distrajera la buena opinión que pudiera tener la ciudadanía de Zaragoza de su Ayuntamiento tras unas bien organizadas fiestas, que han incluido una huelga de trabajadores del tranvía, un espacio menos de espectáculos musicales por causas ajenas a la organización, y una asistencia masiva a los actos diurnos y nocturnos, en los que, desgraciadamente el único elemento de denuncia pública y absoluto rechazo han sido las agresiones sexuales producidas, a pesar de todos los medios y protocolos que se han utilizado para evitarlas.
Es un clásico en la prensa de esta ciudad la falta de reconocimiento de los méritos en la gestión política, económica y social del gobierno de Zaragoza en Común, haciendo siempre hincapié en los supuestos errores políticos. Errores en la política de una formación recién llegada a una posición de poder, que ha restado el espacio que hasta el 2015 habían disfrutado las fuerzas políticas “de siempre”, errores desde el punto de vista de las hasta ahora fuerzas políticas mayoritarias, y que para los votantes de izquierdas, son aciertos.
Independientemente de las ideologías, hay resultados objetivos que son un beneficio para toda la ciudadanía, a pesar del empeño “de contrario” en esconderlos, como el rebaje de la deuda municipal, el superávit en las cuentas, el pacto de capitalidad, y en este momento, la programación, gestión y desarrollo de las fiestas del Pilar. Un acierto, pese a quien le pese.
