"La Romareda" en la Romareda

El Gobierno de PP-Cs con su oportunista socio de VOX no hace más que insistir en dos ideas sobre el campo de fútbol: que después de tantos años de hablar del tema hay que partir de cero, "folio en blanco" lo llaman, y que los acuerdos deben ser tomados por consenso, obviando que durante nuestro Gobierno unas Jornadas celebradas en 2015 apuntaron datos que sumaron importantes consensos en aquel momento. En junio de ese año 2015, Zaragoza en Común nos despertamos en el Gobierno de la ciudad con la "patata caliente" de un PSOE que en su último Gobierno pasaba …

Foto: Miguel G. García (AZ)

El Gobierno de PP-Cs con su oportunista socio de VOX no hace más que insistir en dos ideas sobre el campo de fútbol: que después de tantos años de hablar del tema hay que partir de cero, "folio en blanco" lo llaman, y que los acuerdos deben ser tomados por consenso, obviando que durante nuestro Gobierno unas Jornadas celebradas en 2015 apuntaron datos que sumaron importantes consensos en aquel momento.

En junio de ese año 2015, Zaragoza en Común nos despertamos en el Gobierno de la ciudad con la "patata caliente" de un PSOE que en su último Gobierno pasaba la pelota al nuevo con un acuerdo con la SAD del Real Zaragoza en la que se les cedía el campo por 75 años a cambio de un canon de 200.000 euros de alquiler. A instancias de la Federación de Asociaciones de Barrios, que pedían Informes Técnicos y la apertura de un proceso participativo, procedimos a paralizar ese expediente, entendiendo que debía ser el Club, que detentaba el uso en precario del campo sin abonar nada a la ciudad, el que se comprometiera de algún modo en su reforma o remodelación, dado que no había realizado ninguna inversión de calado en los últimos 20 años que pudiera detener el deterioro de las instalaciones.

Las Jornadas realizadas en noviembre de 2015 y más adelante los estudios técnicos requeridos, abundaban en una remodelación o reforma integral del estadio en su actual ubicación, tras constatar la ausencia de problemas estructurales graves y que asumiendo una renovación integral de la grada oeste (Tribuna), ampliando gradas en gol norte y sur y mejorando cubiertas...etc, se podía conseguir un Estadio UEFA más que decente.

En la actualidad, el marco del debate elude precisamente este aspecto clave: el de la remodelación o reforma más o menos integral del estadio, excluyéndolo del debate y dando por hecho que el campo deber ser hecho de nuevo. Ello contrasta con lo que decía el propio programa electoral de 2019 del PP o el Convenio suscrito en ese mismo año entre el nuevo Gobierno y el Club en el que se aludía también a remodelación o reforma.

Varias razones pugnan con tirar y rehacer de nuevo el estadio: su coste que se dispara por encima de los 100 millones y algunos miembros del Gobierno hablan del doble (200 millones) y las afecciones medio ambientales. Esto es el gasto en materias primas (sometidas ahora a su escasez por la crisis climática así como el incremento de costes por la inflación y la "huella de carbono", de energía consumida que implica demoler y construir de nuevo. A lo que hay que sumar que su actual ubicación posibilita el acceso de la afición al campo de forma peatonal o mediante transporte público (tranvía y bus) algo ecológicamente sostenible e incompatible con otras opciones.

Nos sorprende que tras tres años de inacción por este Gobierno del PP y C's, ahora todo son urgencias, cuando lo único que ha cambiado han sido los accionistas del Club.

Precisamente por eso, tal vez deberíamos darnos un tiempo para conocer de primera mano que es lo que piensa la nueva dirección. Tras el lamentable papel de la anterior, que prefirió parapetarse tras el PP, dando un paso inexplicable en una sociedad deportiva que debiendo comportarse de forma neutral favoreció en plena campaña electoral al Sr. Azcón con su foto en un campo municipal que no olvidemos sigue siendo de toda la ciudadanía zaragozana.

Esperar a ver qué piensan los nuevos propietarios y hasta dónde están dispuestos a implicarse financieramente en la remodelación, reforma o si están dispuestos a asumir en su totalidad la construcción de ese nuevo estadio, creemos que seria lo procedente, en lugar de requerir de modo urgente a los Grupos Municipales para que en quince días nos pronunciemos sobre el tema.

Urgencia también para con la sociedad civil a la que quieren que se pronuncie a primeros de mayo, sin aportar la documentación aludida (Jornadas de 2015, informes Técnicos de Arquitectura..etc) y nuevos Informes acerca de posibles costes, no solo de urbanización de los posibles entornos como el aportado. Sin todo ello, difícilmente puede la ciudadanía tomar una postura seria al respecto.

Para facilitar ese debate ciudadano, adelantamos la posición que Zaragoza en Común ha venido defendiendo desde el año 2015:

  1. Defendemos la continuidad de La Romareda en el emplazamiento actual haciéndonos eco de la opinión mayoritaria de la afición del Real Zaragoza y pensando que la remodelación o reforma integral del estadio es lo menos gravoso para ciudad, cuando existen otras prioridades, por ejemplo de vivienda social, que este Gobierno no termina de acometer.
  2. La titularidad y el control del campo siempre debe ser municipal, si bien la diversificación de usos dentro de ciertos limites debe hacerse de forma consensuada con el Club.
  3. El coste de las obras y sus beneficios deben ser compartidos, siendo deseable que aparte de la implicación de otras instituciones (DGA, DPZ...) parte de las obras sean sufragadas obligatoriamente por la SAD en los plazos que sean posibles.
  4. Debe garantizarse el uso al Real Zaragoza pero no de modo exclusivo. Pudiendo autorizar otros usos que no afecten al principal, así como la posibilidad de rescatar la cesión por cualquier que interesase a la ciudad a medio plazo.
  5. No detraer recursos municipales para el pago de la remodelación. Caso de efectuarse alguna aportación: ésta no podría detraerse de los presupuestos ni ingresos ordinarios, no comportaría ninguna operación especulativa vinculada a vivienda y se entendería siempre como anticipo que debería ser recuperado con la propia explotación del campo.

También esas Jornadas del 2015 aludían a unos usos deportivos compartidos, propios de una instalación pública, en la que se debería dar cabida a otras realidades deportivas: clubs de fútbol femenino, de otras categorías (como el CD Ebro) u otros eventos, favoreciendo un uso intensivo de las instalaciones evitando su infrautilización.

Y respecto a la participación social, terminaban indicando que ese modelo de participación debía hacerse con información y tiempo para el debate y para que el proceso tuviera un alto grado de validación social, por lo que lo propio sería la creación de una Comisión de Seguimiento con amplia partipación de los sectores implicados (Ayuntamiento, club, afición, tejido social ciudadano..., que exista no solo durante el proceso de remodelación sino que opere también sobre la gestión posterior del equipamiento.

Sí al consenso pero con participación vecinal, con información suficiente, debate ordenado y seguimiento democrático del proceso a emprender; evitando "pelotazos" o "jugadas especulativas" que a pocos favorecen y poniendo el énfasis en el bien común, partiendo de que nuestra ciudad tiene prioridades de calado en nuestros barrios como la vivienda social o infraestructuras a acometer, como el abastecimiento o saneamiento de aguas, que no pueden ser relegadas.

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