La Liga se querella contra 10 aficionados del Rayo Vallecano

Finalmente Javier Tebas ha cumplido su amenaza y la patronal del fútbol se ha querellado contra ocho aficionados que protestaron en la ciudad deportiva del equipo a la llegada del delantero ucraniano Zozulya, además de los dos representantes de las peñas que ofrecieron el pasado fin de semana una rueda de prensa

Pareciera que a Javier Tebas le hubiera sentado mal que unos aficionados pudieran cambiar los designios del fútbol, regidos en la actualidad por macroempresas económicas que tan solo buscan un rédito económico de la gestión del deporte.

También pudiera parecer que al que fuera Jefe Provincial de Fuerza Joven en Aragón, las juventudes de Fuerza Nueva, que gustoso vistiera la camisa azulona y que todavía hoy presume de los ideales de patria, familia y religión; a ese mismo que hoy preside la Liga Profesional de Fútbol, le hubiera sabido malo ante todo que unos “rojos” se salieran con la suya en Vallecas.

La cesión de Roman Zozulya al Rayo Vallecano, procedente del Real Betis Balompié, era un fichaje fallido mucho antes de su incorporación. La afición rayista rechazó abiertamente su fichaje desde la primera noticia que se tuvo y los pocos aficionados que mostraron su descontento en el día que Zozulya llegó a Vallecas no eran la muestra del malestar generalizado entre las personas socias.

La razón: Roman Zozulya es un reconocido ultraderechista ucraniano. El delantero ha posado vestido de militar y empuñando armas; ha destinado dinero para sufragar grupos de apoyo a batallones de ultraderecha en la guerra abierta en el Donbass; ha posado con la foto de Stepan Bandera, el líder nacionalista ucraniano causante entre otras barbaridades de un pogromo que acabó con la vida de 4.000 judíos ucranianos en la II Guerra Mundial; e incluso ha manifestado su apoyo al reconocido nacionalsocialista Batallón Azov, o al menos ha dejado que utilizaran desde éste su imagen en su campaña “No rendirse”.

Así, todo apunta a que Zozulya simpatiza con el nacionalsocialismo, y es más, parece que, lejos de los despachos y del negocio en el que se ha convertido el fútbol, los hinchas del Rayo tienen razón. Hoy no es el delantero ucraniano quien se querella contra los aficionados rayistas y es la Liga Profesional de Fútbol la que interpone una querella contra ellos, como si al que hubieran acusado de ser un ultraderechista fuese a Javier Tebas, algo que tampoco estaría lejos de la realidad.

Sin embargo, es La Liga la que intercede y este jueves anunciaba en un comunicado “una querella por un delito de coacciones tipificado por el artículo 172.1 del Código Penal contra 10 de los presuntos culpables de haber obligado al jugador del Rayo Vallecano, Roman Zozulya, a renunciar momentáneamente a incorporarse a la plantilla del equipo madrileño, club al que había sido cedido por el Real Betis Balompié”.

Somos un barrio

Este viernes las peñas rayistas, tras conocer la noticia de la querella de La Liga contra diez aficionados, lanzaban un comunicado con el lema “Somos 10. Somos 1.000. Somos 10.000. Somos un barrio”, asegurando que no son diez personas las que se mostraban en contra del fichaje de Zozulya, sino todo el barrio.

En el comunicado destacaban el proceso de deslegitimación y criminalización contra la afición rayista, inciden en el pasado ultraderechista del presidente de la patronal del fútbol o en la diferente vara de medir de Tebas, cuando otros futbolistas han tenido que abandonar sus clubs por presiones de las aficiones como Zubikarai, Sergi Guardiola o Salva, remarcando la especial inquina hacia el Rayo Vallecano.

Por último, las peñas advierten sobre la responsabilidad del Presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, “que sabiendo lo que iba a desencadenar, siguió adelante, unilateralmente, con el fichaje”.

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