La III edición de Misión Bicifolk llega a Aragón

El proyecto “Misión Bicifolk” reivindica la vida rural a través de la unión de viajes, bicicleta, música y saberes populares y, después de dos ediciones previas por la Serranía de Cuenca y Sierra del Segura, Teruel acogerá el Bicifolk cargado de actividades.

La III edición de Misión Bicifolk llega a Aragón

Las personas participantes en la III edición de Misión Bicifolk comenzaron a pedalear este lunes 4 de septiembre desde Priego -Castilla-La Mancha-, con la intención de llegar el viernes 9 a Teruel. Pero la programación de actividades se adelanta al viernes 8, cuando a las 21.30 horas se proyectará el documental "BiciFolk I", en el CSA A Ixena (C/Carrel, 35, Teruel). El sábado 9, a las 12.00 horas esta programado un Taller de música tradicional para toda la familia, también en el CSA A Ixena, y por la noche, a las 21.30 horas, un concierto en La Fonda del Tozal.

La III edición de Misión Bicifolk llega a Aragón

Misión Bicifolk 2023

Desde la organización del Bicifolk nos cuentan en qué consiste esta aventura, donde varios músicos y amantes de la bicicleta “nos ponemos en marcha para compartir experiencias con los pobladores de tierras rurales”. Después de dos ediciones previas por Serranía de Cuenca y Sierra del Segura, abren las fronteras y se dirigen hacia Aragón, entrando por el sur. El itinerario de este año visitará varias comarcas interesantes como son: Alcarria Conquense, Alto Tajo, y ya en nuestro país, Sierra de Albarracín y Comunidad de Teruel, con parada en la capital.

“No es casualidad que desde el inicio del proyecto nos interesemos por zonas rurales con poca población pero con gran interés medioambiental, cultural y social. Visitaremos proyectos alternativos realizados en estas zonas, además de crear redes con personas que les interesan los saberes populares: naturaleza, feminismo, música tradicional, artesanía, consumo responsable, alimentación saludable, bioconstrucción y mil cosas más, que nos unen como personas inquietas”, destacan desde la organización.

En este proyecto de intervención socio-comunitaria, uno de los objetivos fundamentales “es poner en valor la vida rural, además de luchar por los recursos que se necesitan en estos territorios: sanitarios, de transporte, infraestructuras, culturales, etc. Por todo ello la intención es conocer a fondo los pensamientos de las personas que nos encontremos en el camino”.

“Aunque lo que nos guía en el camino y nos une es la música de tradición oral, poder disfrutar de la música tradicional donde se inició, además de ofrecer un rato agradable a los habitantes de tantos pueblos, compartir cantes, toques, cancioneros. La misión es llegar con la música a varios rincones de la forma más respetuosa con el medio y con sus gentes”, recalcan.

Explican también que “desde hace un tiempo rondaba por nuestras cabezas unir varias de nuestras pasiones: los viajes, la bici, la música tradicional y los saberes populares. Nos atraía echar la vista atrás, para ver como se transmitía la música antiguamente y como llegaba a nuestros pueblos de la mano de los juglares, incluso no hace tanto tiempo en las misiones pedagógicas, que acercaron la cultura a zonas menos pobladas y con menos recursos, compartiendo la sabiduría popular. En esta ocasión la idea es poner en valor el uso de la bicicleta como medio de transporte, aprovechando todo lo que nos ofrece: la velocidad ideal para viajar, no supone un gasto, no contamina, nos hace estar fuertes, libera la mente, etc”.

“Ahora pensamos que se ha dado la vuelta la tortilla y en los tiempos que corren de guerras, covid, consumo excesivo y superpoblaciones, es buen momento para recoger y aprender de las zonas rurales, dar a conocer lugares con menos población pero, no por eso, menos importantes. Pensamos que es fundamental trabajar sobre la despoblación de esta manera, recíprocamente, dando y recibiendo, creando vínculos culturales entre los que visitamos una zona y quienes viven en ella, uniendo lazos y ampliando redes donde se valore la humanidad, donde lo importante es el ‘ser’, no el ‘tener’. En la situación que estamos atravesando debemos valorar el turismo responsable y de interior, respetando a los habitantes de las zonas que visitamos, aportando siempre algo a los lugares por los que pasamos”, aseguran las personas organizadoras.

Por todo ello, el planteamiento de esta edición “es similar a años anteriores, viajar en bicicleta por Cuenca, Guadalajara y Teruel, llegando a diferentes lugares, donde terminará la etapa. En esos pueblos se realizará un concierto o encuentro musical con las personas que quieran asistir. El concierto será totalmente gratuito. Se ha llegado a un acuerdo con los municipios donde terminamos cada jornada: a cambio de nuestra música, nos darán alojamiento, cena y desayuno. En algunos lugares se hará cargo el Ayuntamiento y en otros serán los amigos habitantes de esos pueblos los que nos hospeden”.

“La filosofía es crear una experiencia autogestionada, sin utilizar dinero de por medio, simplemente un trueque con los colectivos o habitantes de las zonas para avanzar en el viaje. Por experiencias de otros años, se generan muchos espacios para charlar, sonreír, bailar, cantar, pedalear, comer, beber, bañarse, observar, escuchar, respirar, para vivir con calma”, concluyen.

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