El Ayuntamiento de Vall de Roures aprobó este pasado miércoles una declaración institucional en la que “reclama al Ministerio de Transición Ecológica una moratoria de dos años para la instalación de proyectos de energías renovables” en su término municipal. Por unanimidad, PP, PSOE y CHA alcanzaron el acuerdo de declaración institucional que asegura que “se están presentando proyectos eólicos y fotovoltaicos fraccionados que incumplen, deliberadamente, la normativa estatal”, añadiendo que “no se ha aprobado un Plan territorial de recursos energéticos que garantice el derecho de participación de las administraciones y agentes implicados en Aragón”.
La declaración institucional del ayuntamiento reclama tanto al Gobierno de Aragón como al Ministerio español de Transición Ecológica “una moratoria de dos años para la concesión de autorizaciones de proyectos eólicos y fotovoltaicos en Aragón, o al menos en la comarca del Matarranya, o hasta que se apruebe un plan territorial de recursos energéticos”.
El escrito oficial, que ha sido enviada a los Departamentos de Presidencia, de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, y al de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, así como al Ministerio español de Transición Ecológica reclama “el derecho de participación de los ayuntamientos implicados” y la suspensión de “la declaración de utilidad pública” de los macroproyectos al entenderse como “un ataque directo a la autonomía municipal”.
El alcalde de Vall de Roures, Carlos Boné -PP-, aseguraba que la declaración del Ayuntamiento “no es posicionarse en contra o a favor de las renovables, sino que todos podamos convivir, porque hasta ahora lo único que han generado estos proyectos son enfrentamientos”.
Por su parte, alcaldes de nueve pueblos pertenecientes a la Asociación Viento Alto, se concentraron este pasado sábado en defensa de la instalación de los parques eólicos señalando que “en las pasadas elecciones municipales todos los que estamos aquí, de PSOE, PP y PAR, llevábamos los parques eólicos en nuestros programas y nos votaron”, asegurando también que “en el Maestrazgo ya hay al menos 14 familias que viven directamente de los parques eólicos”.
Desde Viento Alto aseguran que “evidentemente no todo el mundo está de acuerdo, pero todos los de fuera que protestan no vienen en invierno a limpiar la nieve en las calles si es que tanto nos quieren. Que opine todo el mundo, pero queremos decidir desde el territorio, no que decidan por nosotros. Queremos hechos ya”, recalcaban.
Los cargos públicos de municipios como La Iglesuela del Cid, Cantavieja, Fortanete, Villarluengo, Bordón, Mirambel, Castellote, La Cuba, Tronchón, Puertomingalvo, y Mosqueruela, convocados por Viento Alto explicaban el caso de Tronchón “donde los parques eólicos de Olocau del Rey están a un kilómetro del pueblo. Esos aerogeneradores no huelen, no los oímos y no molestan. Es más, en Olocau, un pueblo parecido a Tronchón, han podido hacer guardería gratis, tienen fibra óptica y han construido viviendas accesibles para gente. Que no es la panacea, seguro, pero es una situación muy diferente a la de Tronchón”.
“Nos dirán de planes a 5 ó 10 años, nosotros necesitamos soluciones ya y esta puede ser una y por eso nos queremos agarrar a ella”, indicaban, para añadir que “en otros casos de parques eólicos se han mejorado accesos a masías y explotaciones ganaderas. Los aerogeneradores son compatibles con otras actividades económicas. Y hay muchas muestras”. Finalmente lamentaban “que se les descalifique por querer los aerogeneradores”, insistiendo en que su “objetivo último es socioeconomizar nuestros pueblos para mejorar servicios, ingresos y prestaciones para nuestros ciudadanos, para no seguir siendo territorios de segunda. Y por eso hace años creamos Viento Alto, para ir todos juntos”.