Ganar Zaragoza para apuntalar y potenciar el Cambio

Desde que Zaragoza en Común llegó al Ayuntamiento, en la ciudad mantenemos una continua batalla institucional, cultural y electoral frente a los poderes hegemónicos tradicionales. ZeC es, desde el Ayuntamiento, el único actor simbólicamente importante que todavía desafía a las élites económicas zaragozanas que, como consecuencia de nuestra acción política, nos hostigan usando todas las armas políticas, mediáticas, empresariales o judiciales a su alcance como ya hicieron con Chunta en su día. Ante el objetivo de debilitarnos Podemos Zaragoza, que tuvo un apoyo bastante tibio en la configuración de la plataforma municipalista, ha de dar pasos adelante dentro de ZeC …

Desde que Zaragoza en Común llegó al Ayuntamiento, en la ciudad mantenemos una continua batalla institucional, cultural y electoral frente a los poderes hegemónicos tradicionales. ZeC es, desde el Ayuntamiento, el único actor simbólicamente importante que todavía desafía a las élites económicas zaragozanas que, como consecuencia de nuestra acción política, nos hostigan usando todas las armas políticas, mediáticas, empresariales o judiciales a su alcance como ya hicieron con Chunta en su día.

Ante el objetivo de debilitarnos Podemos Zaragoza, que tuvo un apoyo bastante tibio en la configuración de la plataforma municipalista, ha de dar pasos adelante dentro de ZeC y tomar un mayor protagonismo con el fin de que el cambio que empezó a gestarse en 2015 no sólo no se detenga, sino que se fortalezca.

Pese a esa lucha, desigual por los medios al alcance de la codiciosa oligarquía zaragozana, debemos pasar a la ofensiva, ser ambiciosos y no conformarnos con los 80.000 votos que obtuvimos en 2015: tenemos que vencer recelos y atraer sectores más diversos mediante un proyecto que sitúe a todas las personas y su bienestar en el centro de la acción política, que apueste por un modelo económico, laboral, urbanístico y medioambiental radicalmente distinto y que recupere el control y la gestión de los servicios públicos esenciales.

Sólo desde planteamientos que puedan ser cultural y políticamente asumidos por la ciudadanía como propios, podemos ganar. Si lo conseguimos, esas ideas y planteamientos deberán ser asumidas por el resto de partidos si quieren desbancarnos algún día del gobierno. Y en ese momento, ya habremos ganado.

En “Abrir Podemos, Cambiar Zaragoza” consideramos que son 3 los ejes de actuación sobre los que desarrollar las futuras mayorías sociales para los próximos 15 ó 20 años:

1.- La mejora de los indicadores de salud como objetivo central de la atención a nuestros vecinos y vecinas proponiendo un cambio en el paradigma de lucha contra la pobreza.

Si bien un Ayuntamiento no tiene competencias en materia sanitaria sí tiene muchas posibilidades de actuar sobre la mejora de la salud de sus habitantes, pudiendo mantener programas contra el tabaquismo, la obesidad o el sedentarismo.

Este tipo de programas son muy propicios para lanzar retos y objetivos a la ciudadanía en su conjunto (dejemos de fumar 500.000 cigarrillos al año, andemos o corramos 1.000.000 de kilómetros, etc.). No sólo es una forma de concienciar, sino de generar ciudad en torno a objetivos globales de salud que redundan en su bienestar físico implicando a todos los agentes comunitarios que actúan en los barrios.

Pero es en el cambio de paradigma en la lucha contra la pobreza donde más podemos hacer por mejorar la calidad de vida y la salud de las personas. La pobreza es una de las causas más fuertes de mortalidad prematura, incluso más que el tabaco, el alcohol, el sedentarismo, la hipertensión, la obesidad o la diabetes. Sin embargo, la pobreza no se tiene en cuenta como factor en ninguna de los planes de salud. Al no abordar un problema estructural y centrarse en factores individuales como la obesidad o el tabaquismo, la mejora de la salud de la población más empobrecida es limitada.

Pobreza y la desigualdad están unidas a muchas enfermedades: desnutrición u obesidad por acceso a peores alimentos, enfermedades respiratorias ligadas a pobreza energética, problemas reumáticos provocados por humedades, mayor incidencia de enfermedades mentales, mayores consumos de alcohol, drogas o tabaco, trabajos precarios con mayor accidentalidad, mayor riesgo de sufrir enfermedades de transmisión sexual… La pobreza y la desigualdad matan, y esa desigualdad es algo que se hace patente dentro de nuestra ciudad: los barios más ricos tienen una esperanza hasta 12 años superior a la de aquellos barrios con rentas más bajas.

Acabar con la desigualdad en Zaragoza supondría millones de años de vida ganados y con una mejor calidad de vida. Pocos objetivos más ambiciosos puede tener una fuerza política que éste. Cambiar el paradigma de atención y pasar a tratar la lucha contra la pobreza y la desigualdad como un problema sanitario de primer orden es absolutamente necesario para movilizar mayores recursos, involucrar a más profesionales y concienciar a más población, pero además implicaría, en el medio plazo, un ahorro importante para los presupuestos sanitarios si los médicos pudieran recetar instalar una calefacción en vez de tratamientos para la neumonía...

2.- La sostenibilidad, la innovación y la creación como los elementos estratégicos y de proyecto de futuro para Zaragoza (y Aragón).

La generación de energía eléctrica renovable es la gran oportunidad económica para Zaragoza y para todo Aragón. De toda la energía que se consume en Aragón apenas el 28% procede de energías renovables, siendo junto al carbón, las únicas que no tenemos que exportar del extranjero. Así, dependemos del petróleo y del gas natural para calentarnos, cocinar para movernos, para hacer funcionar nuestra industria… En Aragón gastamos más de 575 millones de euros anuales en productos derivados del petróleo básicamente para la automoción, dinero que va íntegramente hacia los países productores de petróleo y los intermediarios.

Para atraer inversión y crear empleo en el sector energético de las renovables se debe producir un aumento considerable de la demanda y de las necesidades de energía eléctrica, siendo la movilidad lo apropiado porque es una tecnología ya madura.

Una progresiva renovación de la flota de vehículos de gasolina por eléctricos debería generar demanda para que se pueda invertir en el sector. Con un adecuado plan de transición a la movilidad eléctrica y en un periodo de unos 15 años, los más de 575 millones anuales en productos petrolíferos que importamos podríamos pasar a producirlos  en Aragón, con el impulso que supondría en el empleo, el crecimiento económico y el asentamiento de población en territorio apropiado para la generación de energía renovable por su extensión y climatología.

Sin embargo, los avances tecnológicos anticipan la desaparición de miles de puestos de trabajo en la industria o en el transporte de mercancías y viajeros… estimándose en 1 de cada 2 de los actuales. Tenemos que promover planes de generación de otros puestos de trabajo y de reconversión de determinados sectores productivos, en especial en el mundo de la creación (donde plataformas como Netflix o Spotify están revolucionando la comercialización de contenidos o la industria de los videojuegos que tiene más volumen de negocio que la automovilística).

También es necesario tener debates amplios y proponer medidas acerca de los tiempos y reparto de trabajo, de las pensiones, de las cotizaciones a seguridad social de las máquinas, de la renta básica… así como las relacionadas con los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Derechos que hoy en día ya están en peligro por los modelos laborales que impulsan empresas como Deliberoo o Uber entre otras y que también provocan afecciones a otros sectores tradicionales como el de los taxistas u hosteleros.

3.- La remunicipalización como forma de acabar con la sangría de perder recursos públicos hacia las grandes corporaciones.

Durante las últimas décadas hemos visto cómo la mayor parte de servicios esenciales del Ayuntamiento de Zaragoza se externalizaban a empresas justificándose mediante el dogma neoliberal de que lo privado siempre es más eficiente que lo público. Servicios como el transporte público (55 millones de euros anuales pagados al grupo Avanza), la limpieza pública (35 millones a FCC), la recogida de residuos (16,6 millones a FCC), la depuración de las aguas (en manos de Veolia y hasta hace poco de DRACE, una filial de ACS) o el mantenimiento de los parques y jardines (14 millones entre FCC y Umbela) se encuentran gestionados por la empresa privada, principalmente por multinacionales que condicionan la prestación del servicio a obtener el máximo beneficio económico.

De ahí que, ante los procesos de remunicipalización abiertos por el gobierno de Zaragoza en Común, haya habido una reacción empresarial usando todos los medios a su alcance (mediáticos, políticos y judiciales) para pararlos, ya que solo la remunicipalización nos liberará de perder esta auténtica sangría de recursos públicos.

Porque considero que la mejor manera de vencer es convencer y que los proyectos verdaderamente transformadores no se realizan ni en 4 años ni por una única fuerza política, creo que mi candidatura a la Secretaría General de Podemos Zaragoza es la única que marca un camino de futuro para el trabajo político de Podemos en la ciudad, trabajo que se pondría a disposición del resto de fuerzas del cambio con las que podamos confluir en ZeC y por lo que pido el voto para “Abrir Podemos, Cambiar Zaragoza”.

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