Francho Aijón: "¿Y ahora qué?"

Al final, no vamos a sacar una nota de prensa. ¿Para qué? Está siendo todo muy jodido y desde la plataforma no sabemos cómo resumir con palabras que nos lleven presas en el final de este proceso tan injusto. En lugar de una nota de prensa, mejor un artículo que sirva de descargo. Lanzo este mensaje por si se puede difundir y llegar todo lo lejos que podamos. “Solo el pueblo salva al pueblo”, nos recordaba Javitxu. Estos días ha estado en el CIS Trece Rosas esperando por si le daban el tercer grado directo, pero hoy, el día que …

Francho Aijón.

Al final, no vamos a sacar una nota de prensa. ¿Para qué? Está siendo todo muy jodido y desde la plataforma no sabemos cómo resumir con palabras que nos lleven presas en el final de este proceso tan injusto. En lugar de una nota de prensa, mejor un artículo que sirva de descargo. Lanzo este mensaje por si se puede difundir y llegar todo lo lejos que podamos.

“Solo el pueblo salva al pueblo”, nos recordaba Javitxu. Estos días ha estado en el CIS Trece Rosas esperando por si le daban el tercer grado directo, pero hoy, el día que escribo esto, le han mandado para Zuera. A pesar de las recomendaciones de los trabajadores del centro que convenían en dárselo, igual que ya sucediera con los otros dos compañeros que pasaron antes por ahí.

Si no hicimos una nota de prensa entonces fue porque no queríamos perjudicar el procedimiento, pero, por lo visto, daba igual, estaba todo atado y bien atado.

En estos cinco años, hemos visto como no ha hecho falta ninguna prueba para condenar a mi hijo y a los 6 de Zaragoza y hemos sufrido presión y represión policial, judicial y económica. Cinco años de maltrato en el que hemos intentando mantener la calma y medir las acciones para no perjudicar el proceso. El resultado: todos presos.

Ahora, ¿qué nos queda? El Estado nos roba a un hijo, ¿merece mi respeto esto que llamáis democracia? ¿Tengo que permitir que me arrebaten lo que más quiero en nombre de noséquémierda del bien común? Es fácil decirlo cuando no es tu hijo el que desaparece de tu vista. Es fácil venir con lecciones morales sobre cómo debería haber educado a Javitxu. Y esto es innegociable. El orgullo y la admiración que tengo por él no vale ni una sola de las intervenciones del señor Nolasco cuando dice alegrarse de que entren en prisión. ¿Tengo que respetar a ese señor que hace uso de su cargo y del gasto público para convocar a los medios solo para decir eso? Hay que ser muy mala persona para echar sal en las heridas, el retrato se lo hace él solo.

Pero tienen de su parte a miembros de las fuerzas de Seguridad del Estado y de la Judicatura, por eso no quieren que sean fiscalizadas y por eso estamos viviendo estos infiernos con su absoluta connivencia. Yo detengo aleatoriamente, Yo sentenció que tu palabra es un hecho probatorio. Yo disparo y provocó la pérdida de un ojo, Yo te absuelvo y reniego a la víctima por salir a manifestarse. Yo digo que me pegaron en el bar de un pueblo porque son etarras, Yo me encargo de encajar las piezas para que todo quede en su sitio. ¿A estos son a los que tengo que respetar como ciudadano? ¿Tengo la obligación por ley a concederles la autoridad a elementos que presumen de sus ideologías con innumerables símbolos fascistas o estirpes de apellidos franquistas? Al menos, en una dictadura puedo apuntar al dictador, aquí me dicen que esto es un Estado donde funciona la separación de poderes pero, como pasa en cualquier dictadura, si apunto a jueces y policías las consecuencias son y serán denuncias y privación de libertad. Eso ya me importa poco. Nada.

No me voy a conformar con pedir el indulto y la reforma de las leyes. Las familias de los seis de Zaragoza y de todas las personas perjudicadas, somo víctimas, no solo por la aplicación de la ley, si no por el sostenimiento de una cúpula policial y judicial que incumple el mandamiento máximo de sus funciones, sea servir al ciudadano y protegerlo con rigurosa veracidad, sea impartir justicia más allá de una ideología o un interés político. La persecución de la protesta debe ser investigada y que todas las personas implicadas tengan que pasar por una fiscalización de sus actos. Esa es la única forma de retomar el pulso de estas instituciones.

Sin embargo, parece que hay partidos más cómodos que otros con estos derroteros. Partidos a los que no les incomoda tanto que mi hijo esté en la cárcel por manifestarse porque no se les hace pagar un precio político. Una aritmética que se refleja en el cinismo en el que vive una parte de la clase media que no puede imaginar que viven en un Estado de mentira que oculta presos políticos, infiltrados en asociaciones y entidades de izquierda, maltrato policial en las comisarías, criminalización del migrante, etc.

“El que se sienta a la mesa con dos fascistas, es un tercer fascista”

Toca mirar quién es quién. Por mi parte, queda sopesar si me debo al respeto de las leyes que meten a mi hijo en la cárcel sin permitir su legítima defensa, al estamento policial que miente en sus atestados para iniciar el proceso, o si debo respeto a las distintas instancias judiciales que han permitido que esto termine con Javitxu de camino a Zuera. Si no quiero acabar entre rejas, me dicen por ahí que sí, pero mi hijo respetó todas las leyes e igualmente acabó en la cárcel.

¿Qué puedo hacer yo, como padre, si considero que las palabras ya no me valen y que esta organización que llamamos estado es la responsable de que mi hijo entre en prisión? ¿Qué camino me queda? Pensadlo. Como madres y padres, amigas, ¿qué hacemos? ¿Qué pasa cuando las voces no son escuchadas?

Dime. ¿Y ahora qué?


Todo sobre la campaña por la libertad de los seis de ZaragozaMás información de la plataforma y del caso en libertad6dezaragoza.infoRecogida de firmas por el indulto en libertad6dezaragoza.info/indulto y campaña de crowdfunding en goteo.org.

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