Entre todas, un Podemos a la aragonesa

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Tras una primera fase de Podemos Aragón en la que se tuvo que crear una organización desde cero, afrontar sin apenas recursos y sin descanso varias campañas electorales (dos generales, autonómicas y municipales) y entrar por primera vez en las instituciones, toca iniciar una nueva etapa. Un periodo en el que podamos corregir nuestros fallos y fortalecer nuestros aciertos, seguir construyendo un Podemos Aragón fuerte, plural, coral, feminizado, descentralizado, participativo y de todos y todas.

A finales de septiembre se renuevan el Consejo Ciudadano de Podemos Aragón y el Consejo Ciudadano Municipal de Podemos Zaragoza. Seguramente habrá ideas y formas de trabajar frescas, que se combinarán con la experiencia acumulada en este periodo.

Tenemos retos muy importantes a los que enfrentarnos actualmente a nivel organizativo, institucional y social, a la vez que tenemos que fijar la vista de manera prioritaria en el mes de mayo de 2019, en el que habrá elecciones municipales, autonómicas y europeas.

A menudo es complicado tratar a fondo cuestiones tan importantes como éstas en los procesos de primarias y muchas veces la competición entre listas y la propaganda priman sobre los debates corales y estratégicos. Queremos lanzar algunas ideas para plantear mejoras constructivas que favorezcan el desarrollo de debates y espacios de colaboración transparentes y abiertos que influyan positivamente en el desarrollo del proceso oficial de primarias, así como en las propuestas que presenten las distintas candidaturas.

Consideramos que es tan importante el fondo como las formas, por lo que ponemos sobre la mesa algunas propuestas:

Proceso aragonés: Podemos en Aragón ha tenido una identidad propia desde sus orígenes, con sus propias dinámicas y procesos. Es por ello que entendemos que debe ser un proceso genuino aragonés: participativo y abierto.

Debate constructivo, amable y compañero: La elección de los nuevos Consejos Ciudadanos Autonómico y Municipal de Zaragoza debe servir para tomar aire, reflexionar y aclarar ideas para conseguir una organización reforzada de la que cualquier militante, inscrito/a o simpatizante pueda sentirse parte. Podemos Aragón debe ser no sólo un partido político que luche para derrotar a las viejas fuerzas, sino que tiene que ser ejemplo de convivencia política. Solamente así podremos ser el reflejo que queremos para el futuro de nuestra tierra.

Por esta razón, las candidaturas a las primarias no tienen que ser grupos cerrados que hagan propaganda de sí mismos y negocien listas y puestos, sino que promuevan en la medida de lo posible debates abiertos y decisiones consensuadas. Además, se debe poner especial énfasis en la descentralización del proceso de debate, de tal forma que sea un proceso que llegue a toda la organización (Círculos, Consejos Ciudadanos municipales, etc.), así como un proceso que interpele y haga suyo el conjunto de la sociedad aragonesa como proyecto de futuro.

Reparto del poder y de las funciones: Cualquier organización funciona mucho mejor cuando las tareas están bien repartidas, coordinadas y no se acumulan en las mismas personas. Es fundamental trabajar para que exista una dirección coral, donde las ideas fluyan y las decisiones no recaigan únicamente en una persona.

La figura del Secretario/a General se debe convertir en una persona que coordine la organización y que sea capaz de delegar sus funciones de manera democrática. Abogamos por direcciones y portavocías corales, paritarias en género. Del mismo modo, sería bueno evitar la relación mecánica entre cargos orgánicos e institucionales, como por ejemplo que el/la Secretario/a General tenga que ser obligatoriamente candidato/a a la presidencia del Gobierno de Aragón o portavoz parlamentario/a.

Feminización de la política y de la organización: Los discursos hacia fuera y las propuestas para la sociedad que queremos tienen que reflejarse en el modo en que funcionamos internamente. En ese sentido, hemos de incorporar a mujeres en puestos centrales de la organización y en las portavocías, evitando las prácticas ultra-competitivas y agresivas que caracterizan los entornos políticos masculinizados, limitando a la vez los puestos de liderazgo a determinados perfiles.

Para esto se deben generar dinámicas en las que la participación sea posible en igualdad de condiciones para quienes tienen cargas familiares y de cuidados, que son mayoritariamente las mujeres. No se trata sólo de poner más rostros femeninos, sino de que la organización en su conjunto desarrolle una política más feminista, también en lo referido al funcionamiento interno.

Evitar la institucionalización: Una de las cuestiones logradas en las elecciones que hemos vivido ha sido que la gente normal, los/as de abajo, ha entrado en las instituciones. Pero eso no es suficiente por sí mismo si no se consiguen revertir las políticas que maltratan a la mayoría social.

Existe el peligro de que nos acostumbremos a las moquetas, a los privilegios, a tener contactos importantes, etc. y seamos absorbidos/as por las dinámicas institucionales para terminar siendo un tapón que frene el avance del movimiento del cambio. Evitemos esto con mecanismos de control ejercidos desde la organización. Y por esa razón, el día a día de nuestros órganos no puede estar copado por personas que sean cargos públicos. No debería haber más de un 50% de concejales/as o diputados/as en el Consejo Ciudadano ni en la Mesa Ciudadana (o Consejo de Coordinación).

Mayor diversidad territorial y sectorial: Las listas de candidaturas han de abarcar las 3 provincias aragonesas, con peso del medio rural. A su vez en el documento organizativo que presenten han de buscar fórmulas para ampliar plazas en el Consejo Ciudadano corrigiendo así la falta de diversidad territorial que pueda haber surgido tras el proceso de primarias, además de la propia representación de los Círculos de todo el territorio aragonés.

Lo mismo debería ocurrir con la inclusión de personas conocedoras de los principales temas y sectores de la sociedad.

Mayor cercanía a los Círculos y personas del territorio: Se deben redoblar esfuerzos en mejorar la cercanía entre los Círculos y los Consejos Ciudadanos, así como con nuestros/as representantes en los ayuntamientos. Proximidad y descentralización serán los pilares sobre los que construir organización. Convivencia y compañerismo dentro de los Círculos de forma prioritaria,  para evitar vaciamientos debido a conflictos. Todos/as, consejeros/as ciudadanos/as y parlamentarios/as, deberían pertenecer y participar regularmente en, al menos, un Círculo.

Una avalancha social y democrática: Hay que seguir trabajando en el bloque del cambio de manera audaz, sin dejar de experimentar vías que se abran en este periodo y sumando en las instituciones también desde la calle, sea en la movilización o en el tejido asociativo, a la vez que preparamos nuestro papel para liderar gobiernos como ya se hace en la ciudad de Zaragoza. Podemos no debe ser un partido cerrado ni la confluencia una sopa de siglas negociada entre cúpulas.

Las elecciones municipales deben ser una oportunidad para trabajar en alianzas diversas entre organizaciones, pero también para promover espacios abiertos y apartidistas, que nos hagan seguir avanzando el camino que comenzó hace dos años.

Por un Podemos Aragón más fuerte, plural, coral, feminizado, descentralizado, participativo y de todos/as.

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