Entre recomendaciones anda lo intolerable: la protección solar y el silbato

Parecen increíbles los estragos que hace el sol de verano en los cerebros de las personas. El mío se me ha debido de recalentar en una de estas tardes de piscina porque cada vez que leo la prensa creo que sufro cortocircuitos neuronales. En Málaga estos últimos días hay peña que ha privatizado el sol y se lo ha puesto enterito encima de la cabeza. Cinco hombres violan a una mujer que disfrutaba de las fiestas de su ciudad. Ante tal agresión y violencia, uno de los cuerpos de seguridad del estado comenta por las redes sociales que la violación …

Imagen de una concentración en Zaragoza contra la violencia machista. Foto: Primo Romero
Imagen de una concentración en Zaragoza contra la violencia machista. Foto: Primo Romero

Parecen increíbles los estragos que hace el sol de verano en los cerebros de las personas. El mío se me ha debido de recalentar en una de estas tardes de piscina porque cada vez que leo la prensa creo que sufro cortocircuitos neuronales.

En Málaga estos últimos días hay peña que ha privatizado el sol y se lo ha puesto enterito encima de la cabeza. Cinco hombres violan a una mujer que disfrutaba de las fiestas de su ciudad. Ante tal agresión y violencia, uno de los cuerpos de seguridad del estado comenta por las redes sociales que la violación a esta mujer marca la vida de todos: víctima y delincuentes. Y el máximo responsable de la ciudad abre la boca para poco menos que decir que no es para tanto, que hay muchas violaciones al año y, por estadística, toca.

Aunque claro, cuando leo las recomendaciones que desde el Ministerio de Interior se nos dan a las mujeres para evitar agresiones sexuales comprendo que la freidura mental es todavía mayor y viene de más arriba.

El silbato se va a convertir en el arma necesaria para que a las mujeres no nos violen ni agredan sexualmente. Bueno, eso y no salir de casa sola (pero tampoco vivir en ella sola o que no lo sepa nadie, poniendo tu inicial en el buzón), no pasear por calles vacías (y cada día por una distinta, aunque si vives en el extrarradio te salgas de la ciudad al dar el rodeo), no aparcar el coche en sitios solitarios (¡o igual mejor ni conduzcáis coche, mujeres!), coged un bus y poneros abrazadas a la nuca del conductor (si es conductora, lo siento, estáis ambas perdidas). Pero sobre todo, sobre todo LLEVAD UN SILBATO. Eso sí, que no llame mucho la atención, que claro, luego pasa lo que pasa, que os hacéis notar demasiado.

Es intolerable y terrible lo que ha tenido, y lo que le queda, por sufrir a la mujer malagueña. ES LA ÚNICA VÍCTIMA de esa agresión que esperemos no quede impune. Pero que además las mujeres tengamos que aguantar tanta socarrada mental a modo de recomendación por parte de las autoridades públicas es intolerable, indignante e insultante. Y que los recortes en prevención y atención en violencia machista hayan sido, en menos de tres años, en el Estado español de casi un 10% es igual de maltratador que las declaraciones vertidas.

Hoy voy a volver a darle las gracias a mi padre por haberme enseñado de pequeña a silbar con los dedos. Y además hacerlo muy fuerte y muy agudo. A ver que dicen ahora las personas que me decían que parecía una pastora de ovejas, al precio que se van a poner los silbatos por exceso de demanda me ahorro esos euros y los ahorro, no vaya a ser que, en un rayo de sol traicionero, recomienden que hay comprarse algún arma de defensa algo más cara o viajar al extranjero para que no nos violen en nuestro país. Que el sol es muy malo y depende del rato de exposición a algún iluminado a lo mejor se le ocurre como opción para evitar que te agredan.

Pero antes de despedirme, dedos en boca preparados, suelto aquí mi propia recomendación:

“Atención autoridades con el cerebro chamuscado por el exceso de ondas: haced caso de lo que recomienda el ministerio de Sanidad, compraros crema con protección solar muy alta y no olvidéis dárosla siempre que os pongáis a escribir o pensar, es buena para las juntas del cerebro abiertas y dañadas por la estupidez, tiene efecto cemento y hace que la neurona no tenga que dar saltos para intentar hilvanar una idea normal.

Si las usáis a menudo, puede ayudar a que, de repente, se os ocurra cumplir la obligación de los poderes públicos de trabajar efectivamente en todos los frentes por la consecución de una sociedad libre de violencia, donde el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia machista sea una realidad”.

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Paloma Lafuente.  Responsable de Políticas Sociales e Igualdad de Izquierda Unida de Aragón

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