En respuesta a las declaraciones del presidente de la Comunidad de Bardenas

Las recientes declaraciones del presidente de Bardenas José María Agramonte en las que dice aspirar a no depender del canon de Defensa en 2026, dos años antes de que termine el contrato con el Estado por el alquiler de los terrenos del Polígono de Tiro, son una noticia, que tomamos con cautela. Por un lado, consideramos que es prioritario velar por los valores medioambientales del Parque natural de Bardenas frente a intereses especuladores. Por otro lado, en cuanto al convenio con Defensa, no olvidemos que el contrato de arrendamiento es, en última instancia, una decisión política del gobierno del Estado …

Bardenas
Foto: Asamblea antipolígono Bardenas.

Las recientes declaraciones del presidente de Bardenas José María Agramonte en las que dice aspirar a no depender del canon de Defensa en 2026, dos años antes de que termine el contrato con el Estado por el alquiler de los terrenos del Polígono de Tiro, son una noticia, que tomamos con cautela.

Por un lado, consideramos que es prioritario velar por los valores medioambientales del Parque natural de Bardenas frente a intereses especuladores. Por otro lado, en cuanto al convenio con Defensa, no olvidemos que el contrato de arrendamiento es, en última instancia, una decisión política del gobierno del Estado español, ya que el gobierno Aznar aprobó un decreto que le otorga esa capacidad. Más allá de su contenido económico y por encima de la propia opinión de la Comunidad de Bardenas, está, pues, la consideración del gobierno de España, que entiende que la instalación es una necesidad de primer orden para los intereses de Defensa y para los ensayos bélicos de la OTAN.

Desde la Asamblea Antipolígono creemos que impedir que se vuelva a renovar el contrato a partir de 2028 es una tarea ingente que debe ser impulsada por las fuerzas institucionales que están por el desmantelamiento en ayuntamientos, comunidades autónomas de Navarra y Aragón, Parlamento de España y de Europa. Se trata de realizar una acción coordinada junto con la movilización social que se vaya trenzando a lo largo de los seis años que quedan para finalizar el actual contrato.

Las declaraciones del presidente de la Comunidad de Bardenas no nos pueden generar expectativas que nos lleven en definitiva a desactivar el necesario trabajo social y político que hemos de desarrollar. Hay demasiados intereses en juego por parte de los grandes poderes político- militares de occidente para confiar en que, por desconsiderar su posible oferta económica, vayan a desistir de su empeño estratégico por mantener el más importante polígono de tiro en territorio europeo.

Además, en las declaraciones no se deja claro si el deseo de no depender del canon es con el objetivo de intentar poner fin al convenio y poder llevar a cabo el desmantelamiento del polígono de tiro, o si es una mera estrategia para subir la cotización de Defensa. La Comunidad de Bardenas haría bien en aclarar su posición con transparencia: ¿Va a negarse a un nuevo convenio con Defensa y a mover todos los resortes posibles con esa finalidad?

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