La falta de acceso al aborto como un derecho pleno es aún una realidad en muchas partes de Europa. Es el caso de Malta y Polonia, donde está prohibido, o países como Austria y Alemania, donde no es libre, o Croacia e Italia, donde no es accesible. “Tratar la atención reproductiva como un lujo, o impedirla, no reduce el número de abortos, si no que lleva a las personas a someterse a interrupciones del embarazo inseguros e incluso mortales” denuncian desde el colectivo Columna Feminista de Teruel.
“Pone en riesgo de sufrir daños físicos, económicos y mentales, ya no solo a las personas que se encuentran en este proceso, si no también a sus propias familias, y, en especial, a las mujeres y personas de clase trabajadora o con menos recursos, quienes son las más perjudicadas, ya que no pueden permitirse realizar este tipo de prácticas de forma segura cuando este derecho no está garantizado”, recalcan.
A lo largo de la campaña, la Columna Feminista de Teruel también ha puesto el foco en la situación específica del sur de Aragón. En uno de los vídeos de la campaña mencionan la falta de acceso y de medios públicos suficientes “aquí en Teruel, no tenemos ninguna clínica y hospital que practique la interrupción voluntaria del embarazo porque el personal sanitario competente para ello es objetor de conciencia, así que, en esta provincia, tenemos un margen de reacción muy limitado porque, una vez que conocemos nuestro estado de embarazo y nos decidimos, tenemos que esperar los plazos de las citas médicas y desplazarnos a otras provincias o comunidades autónomas. Esto propicia que, las que se lo pueden permitir, opten por acudir directamente a las clínicas privadas para evitar arriesgarse a una espera demasiado larga”.
El pasado mes de junio, la iniciativa alcanzó el mínimo de firmas necesario para poder ser presentada como Iniciativa Ciudadana Europea, ahora continúa hacia su segundo objetivo: alcanzar el millón de firmas. Desde el colectivo feminista expresan su alegría por haber alcanzado este importante objetivo y destacan su relevancia “este es solo el primer paso” afirman.
“Para nosotras es una cuestión de solidaridad internacional, de que todas tengamos acceso a un aborto libre, gratuito y seguro, de asegurar y proteger nuestros derechos reproductivos. En un contexto en el que constantemente se dificultan y ponen en cuestionamiento, es crucial blindarlos y garantizar que nadie se quede en el camino”, concluyen.