El presupuesto para I+D+i cae a niveles del año 2004

DIAGONAL | Daniel Rozas y Tomás Muñoz | La inversión en ciencia en el Estado español disminuye, en su cuarto año de recortes, y pone en peligro instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo en febrero que la de I+D es “una de las pocas partidas” que no se han recortado y también aseguró que el Gobierno ha aumentado un 5% la inversión en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). Sin embargo, las declaraciones de De Guindos chocan con los números que su Gobierno ha impuesto en los principales fondos estatales …

Foto: Olmo Calvo (Diagonal)
Foto: Olmo Calvo (Diagonal)

DIAGONAL | Daniel Rozas y Tomás Muñoz | La inversión en ciencia en el Estado español disminuye, en su cuarto año de recortes, y pone en peligro instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo en febrero que la de I+D es “una de las pocas partidas” que no se han recortado y también aseguró que el Gobierno ha aumentado un 5% la inversión en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). Sin embargo, las declaraciones de De Guindos chocan con los números que su Gobierno ha impuesto en los principales fondos estatales para la I+D. Los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) son otro varapalo a la investigación científica. Su asignación se ha reducido un 7,21%. En dos años, el Gobierno del Partido Popular ha recortado la financiación de la I+D casi un 30%. Este año, el bajón en el gasto público en ciencia es de 461 millones, según los últimos datos disponibles. Desde la llegada del PP al poder, en 2012, la caída en este campo ha sido de más de 2.600 millones de euros.

No obstante, el descenso en la financiación del sector comenzó con el anterior gobierno. Ya son cuatro años consecutivos de recortes, de modo que la partida de 2013 es un 39% inferior a la de 2009. Esta cifra sitúa la inversión estatal en ciencia a niveles del año 2004, con el problema añadido del mayor volumen del sector científico –80 mil investigadores más, un 62% más que en 2002–, por lo que los fondos por investigador público son muy inferiores a los de ese año. Si observamos el gasto en investigadores en equivalencia a jornada completa (EJC), encontramos que el presupuesto por investigador EJC ha pasado de 31.950 euros en 2002 a 41.070 en 2009, para descender a 22.560 euros en 2013, acumulando un descenso del 45% respecto a 2009 y un 23% respecto a 2002.

Un ejemplo de la prioridad que está dando el Estado a la ciencia se halla en la anulación temporal de las ayudas que la Fundación Europea de la Ciencia (ESF) ha decidido llevar a cabo. El organismo ha dejado de financiar proyectos e investigaciones previstas a partir del 30 de junio debido a los impagos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en proyectos internacionales.

La Confederación de Sociedades Científicas (COSCE) critica que la consecuencia de esto la soporten “personas y equipos que ven cómo se esfuma su trabajo y esfuerzo de años, brillantes jóvenes investigadores que ven cortadas de raíz sus expectativas”.

Presupuesto ficticio

Otro agravante sobre los presupuestos en I+D+i es la incorporación de la cantidad destinada a la concesión de crédito a la cifra total del presupuesto, lo que, según José Molero, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid, los convierte en unos “presupuestos ficticios, ya que en los últimos años, la concesión ronda únicamente el 25% del total presupuestado”. Esto hace que el gasto real en I+D+i sea únicamente de 2.300 millones de euros, un 38% del total de la partida I+D+i, lo que supone un recorte del 46% desde 2009.

En palabras del profesor Molero, estas líneas de crédito “no sirven para nada” y ayudan a falsear los datos económicos de la ciencia mediante el añadido crediticio al presupuesto total “algo no aceptado en contabilidad”. Para 2013 los fondos no financieros se reducen un 13,9% y cargan con el 80% de la reducción global, según denuncia la COSCE.

El 80% del total del recorte recae sobre las subvenciones a la ciencia, que, en palabras de Molero, “es lo que nutre a la investigación, los centros públicos, y las universidades”. Según el catedrático, “estos presupuestos están hechos sólo en base a criterios económicos, dejando a la ciencia fuera de la posible salida económica de la crisis, lo que denota una falta de visión estratégica y de largo plazo”. La inversión estatal en ciencia supone este año el 1,35% del PIB, de forma que se sitúa por debajo de la media europea de 2,1%.

El pasado 27 de febrero, la COSCE remitió una carta al presidente del Gobierno firmada por más de 50 presidentes de sociedades científicas del Estado español y en representación de más de 30.000 investigadores afiliados en la que denuncian que “vivimos el día a día de nuestras investigaciones con zozobra y una total incertidumbre”.

Proyectos infrafinanciados

El último presupuesto guarda otra sorpresa para el colectivo investigador, ésta vez en la asignación destinada a los tres mil proyectos aprobados del Plan Nacional de Inves­tigación. Se ha reducido en un 20% y se les suma una nueva anualidad, de forma que los pagos correspondientes a proyectos presupuestados para ser ejecutados en tres años se dividen en cuatro anualidades.

Además, durante la primera anualidad solamente percibirán un 8% de la cantidad asignada, lo que compromete la puesta en marcha de muchos de dichos proyectos. Estos nuevos recortes “producen incertidumbre casi diaria y hacen muy difícil la planificación de los trabajos científicos”, afirma Pedro García, investigador científico del CSIC. “Un problema importante” –continúa el investigador– “es el reparto entre esos cuatro años; se habla de que la cantidad destinada al primero de ellos puede ser sólo de entre el 7% y el 20%. Haciendo números en base a esta previsión, muy posiblemente no se podrían afrontar ni siquiera los pagos corrientes de los centros de investigación”.

Los problemas del CSIC

Recientemente los centros de investigación del CSIC han recibido el mandato de cerrar durante 15 días al año. Según García, “no son sólo los problemas que tienen las líneas de investigación, también está en peligro el día a día en los propios centros, que incluso podrían llegar a no poder abrir”.

La subvención del Estado al CSIC que aparece en los PGE se ha reducido un 35% desde 2009, una situación “imposible de soportar para cualquier centro público de esta naturaleza”, explica Alicia Durán, profesora de Investigación y consejera de CCOO en el Consejo Rector del CSIC. “El déficit actual se sitúa en unos 150 millones de euros y se espera reducir mediante ahorros y mejoras en la gestión unos 50 millones –argumenta Durán– pero siguen faltando cien millones”. Durán denuncia que pese a que “afirman estar comprometidos con el CSIC y buscar soluciones, no hay compromiso concreto alguno”.

Entre los mayores problemas generados a partir del abandono a la ciencia en el Estado español está la salida del país de jóvenes científicos que tras años de costosa formación se ven obligados a emigrar sin expectativas de regreso. Para Durán, “en el extranjero les recibirán con los brazos abiertos y será muy difícil convencerles de que vuelvan. Y esa es la inversión desperdiciada, el esfuerzo inútil de los profesores e investigadores que han dirigido a esta generación”.

Las cifras del abandono de la investigación

38,7% de recorte en el presupuesto de I+D+i desde el año 2009, lo que equivale a un descenso de 3.741 millones de euros.

5.932 millones de euros destinados a I+D+i en 2013, una inversión muy similar a la presupuestada en el año 2004.

3.665 millones de euros destinados a préstamos, de los que sólo se ha aportado un 25% de la cantidad presupuestada, lo que falsea los datos de inversión real.

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