El Colectivo Ciudadano de Uesca ha presentado en el Registro del Ayuntamiento de la ciudad una solicitud de protección urbanística y patrimonial para los lugares de memoria ubicados en los cementerios municipal y de Las Mártires.
El informe elaborado para avalar la solicitud, señala que el Gobierno de Aragón, a propuesta de la Consejera de Educación, Cultura y Deporte, acordó en el Consejo de Gobierno de 3 de octubre de 2017, la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, figura de Sitio Histórico, para las sepulturas en el cementerio de Uesca de los capitanes Fermín Galán Rodríguez (San Fernando, Cádiz, 1899) y Ángel García Hernández (Vitoria, 1900), fusilados en la ciudad el 14 de diciembre de 1930, como consecuencia del episodio revolucionario de la sublevación de Chaca.
Igualmente, el mismo Decreto 151/2017, de 3 de octubre, que recoge la declaración señalada, preceptúa en la disposición tercera, bajo el epígrafe “Plan Especial de Protección” que “a tenor de lo dispuesto en los artículos 41 y siguientes de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés, la declaración de Sitio Histórico determina la obligación para el ayuntamiento afectado de redactar y aprobar uno o varios Planes Especiales de protección del área afectada por la declaración u otro instrumento de planeamiento urbanístico que cumpla, en todo caso, las exigencias establecidas en la citada ley”.
Inhumaciones recientes en el antiguo cementerio civil, donde se encuentra la sepultura del capitán Fermín Galán, alertan de la “necesidad tan ineludible como perentoria del cumplimiento del Decreto señalado en lo relativo a la redacción del Plan Especial de Protección de un conjunto histórico” que, a juicio del Colectivo Ciudadano, “debería comprender todo el ámbito del mencionado recinto civil”.
“Se trata, sin duda, del espacio de memoria histórica más notable de la ciudad, que exige su preservación de forma integral y con carácter definitivo y no solo por el hecho de albergar la tumba de Fermín Galán, lo que debería constituir argumento suficiente en sí mismo”, subrayan.
“En este rincón del complejo funerario municipal han sido inhumados a lo largo de casi siglo y medio republicanos históricos y parientes próximos de los mismos, masones, caracterizados personajes que perdieron la vida en circunstancias trágicas y también suicidas a los que la Iglesia negó tierra consagrada”, añaden.
Por el contexto funerario y ambiental, el conjunto conforma una zona de especiales características patrimoniales y simbólicas, acentuadas por el hecho de estar limitado por la tapia donde se fusiló durante la Guerra Civil y la posguerra, entre 1936 y 1945.
Idénticas prevenciones conservacionistas se aducen para solicitar la protección del pabellón grupo C, en el que fue inhumado el capitán Ángel García Hernández y donde también quedaron los restos de otra víctima de la sublevación de Jaca, el conductor de autobús Eugenio Longás Periel.
El Colectivo Ciudadano, en el extenso informe compuesto para justificar la exigencia de la redacción de un plan especial de protección, refiere el hecho de que en los cuadros 1, 2 y 16 fueron enterradas casi doscientas personas en distintas sepulturas comunes, víctimas de las sentencias dictadas en consejos de guerra. “No son las únicas tumbas de presos pasados por las armas que se cifran en el cementerio -recalcan-, pero los citados tres cuadros son los que mayor número de inhumaciones acumulan”.
También en el cementerio de Las Mártires se puede rastrear la presencia de restos de personas fusiladas, “ello a pesar de los traslados realizados al Valle de los Caídos aun sin autorización de los familiares ni identificación de los represaliados”. Igualmente se solicita protección para este espacio singular de la memoria en el imaginario y la historia de Uesca.
Concluye el Colectivo Ciudadano reclamando la elaboración de una ruta que, por medio de paneles explicativos, ubique los sitios de mayor relevancia memorialista, “precisamente los espacios que deben ser objeto de una protección reglada que evite actuaciones susceptibles de alterar o modificar su estado”.
“La memoria de las víctimas de la represión franquista -finaliza el documento- exige verdad, justicia y reparación, pero también respeto institucional y dignificación de los lugares que evocan la enorme tragedia que arrasó vidas y esperanzas”.