Investigadoras del Campus de Teruel inician un estudio para demostrar los beneficios cognitivos de la exposición a contextos naturales para estudiantes universitarios 

"La creciente urbanización y los ritmos acelerados de la vida moderna han generado ambientes de sobrecarga sensorial y estrés continuo que deterioran el rendimiento cognitivo y el bienestar emocional". En este sentido, las investigadoras muestran su firme propósito de seguir ahondando en los beneficios socioemocionales y cognitivos que los entornos naturales de Teruel y el sur de Aragón pueden tener en la población a lo largo de diferentes momentos del ciclo vital. 

Para la investigación están realizando grabaciones visuales y sonoras de algunos paisajes de Teruel.

Un grupo de investigadoras de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza ha puesto en marcha una investigación titulada “Efectos cognitivos de la visualización de vídeos de contextos naturales en estudiantes universitarios” para conocer los efectos que tiene sobre la atención la visualización de vídeos con paisajes naturales de Teruel. El grupo de investigación está conformado por Ginesa López Crespo, Ana Hernando Mazón y Noelia Sánchez Pérez, todas ellas investigadoras del grupo de investigación “Emoción, Regulación y Ajuste”, reconocido por la DGA. Además, cuentan con Sonia Samperiz Ascaso, estudiante de último curso del Grado de Psicología, que está realizando sus prácticas en este proyecto, y con el apoyo y colaboración de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel y la Asociación de Empresarios Turísticos de la Sierra de Albarracín. El proyecto ha sido financiado por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo en la última convocatoria de proyectos de investigación y se desarrollará a lo largo de este año 2025.

"La creciente urbanización y los ritmos acelerados de la vida moderna han generado ambientes caracterizados por una sobrecarga sensorial y un estrés continuo, condiciones que pueden agotar los recursos atencionales y, en consecuencia, deteriorar el rendimiento cognitivo y el bienestar emocional", explican en una nota de prensa. En este escenario, la investigación sobre los efectos restauradores de la naturaleza "ha ganado una relevancia notable, ofreciendo evidencias de que las interacciones con la naturaleza mejoran el rendimiento cognitivo, en especial, la atención".

Este estudio pretende responder a "varias lagunas en la literatura científica actual sobre los efectos restauradores de la naturaleza en la atención". "Aunque se ha demostrado que la exposición directa a entornos naturales mejora el rendimiento cognitivo, se sabe poco sobre cómo los diferentes tipos de paisajes naturales influyen específicamente en las habilidades atencionales. Además, el enfoque de utilizar paisajes locales de Teruel aporta valor cultural y geográfico, y puede tener un impacto significativo en la comunidad universitaria al promover una conexión y reconocimiento del entorno natural del territorio", detallan las investigadoras.

El estudio tiene como objetivo principal "explorar los efectos cognitivos que produce la visualización de vídeos de paisajes naturales de la provincia de Teruel en estudiantes universitarios". Las cuestiones clave se centran en dos áreas: determinar específicamente en qué habilidad atencional (alerta, orientación y ejecutiva) se observan las mejoras tras la visualización de estos paisajes, y comparar si existen diferencias en los efectos cognitivos según el tipo de entorno natural (fluvial, boscoso, páramo) en comparación al entorno urbano.

Dicha investigación proporcionará datos útiles para desarrollar intervenciones educativas y psicológicas que utilicen vídeos de paisajes naturales para mejorar la atención y reducir la fatiga cognitiva en los estudiantes. Además, la investigación promoverá el reconocimiento del valor de los paisajes locales de Teruel, "lo que puede reforzar el sentido de pertenencia al entorno y fomentar la conciencia ambiental entre las y los estudiantes".

Durante estas semanas están llevando a cabo la grabación visual y sonora de algunos paisajes de Teruel, tales como el río Guadalaviar a su paso por la Sierra de Albarracín, la Cascada Batica de Calomarde, los espectaculares bosques de Orihuela y Bronchales y las parameras de Ródenas y Pozondón.

Gracias a la financiación obtenida, las investigadoras están consiguiendo consolidar una línea de investigación acerca de los beneficios cognitivos del contacto con la naturaleza con un fuerte arraigo en el territorio de Teruel. Por ejemplo, las doctoras López Crespo y Sánchez Pérez ya analizaron en estudios previos la relación entre el contacto con la naturaleza y las habilidades de autorregulación de preescolares de Teruel. En ese estudio, también llevado a cabo gracias a la financiación de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo, encontraron que aquellos preescolares que tenían mayor contacto con la naturaleza mostraban mayores habilidades para retener y manipular información en su memoria, "una habilidad esencial para el éxito académico".

Otra de las investigaciones desarrolladas, gracias al apoyo del Centro de Estudios del Xiloca, demostró que el contacto con la naturaleza se relaciona con una menor percepción de soledad y una mejor satisfacción con la vida en personas adolescentes y adultas de la comarca del Xiloca, resultados que han sido expuestos en el XVII Congreso de Psicología Ambiental celebrado en Málaga el pasado 3 de febrero.

Las investigadoras muestran su firme propósito de seguir ahondando en los beneficios socioemocionales y cognitivos que los entornos naturales de Teruel y el sur de Aragón pueden tener en la población a lo largo de diferentes momentos del ciclo vital. Entre sus próximos retos y objetivos a corto-medio plazo está la colaboración con profesionales de otras áreas, como la Geografía Ambiental, para incluir características más detalladas de la enorme biodiversidad de los paisajes de Teruel, así como el estudio de la relación entre el paisaje que rodea a los centros educativos, el tiempo de exposición a las pantallas de las y los menores, sus habilidades de autorregulación y rendimiento escolar. En relación a este último reto, las investigadoras aseguran contar con datos preliminares muy interesantes que darán a conocer próximamente.

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