Cuando se hace realidad la adaptación a la moqueta y el corsé institucional

Para Maru Díaz, Portavoz de Podemos en el parlamento aragonés, un informe del Letrado de las Cortes, persona sujeta a la finitud humana dicho sea de paso, se convierte en el máximo juez de la legalidad y las formas. A pesar de que, como maliciosamente se encargaba de anotar el Heraldo, dicho informe no es vinculante. Pero aunque el informe tuviera razón, y aprobar las enmiendas supusiera una enmienda a la totalidad de los presupuestos, razón de más para que mantenerlas.

Maru Díaz acusa comparando las formas del PP con las del PDeCAT y de Carles Puigdemont, porque estas tienen "poca calidad democrática". Se olvida que las formas, convocar un referéndum y votar, han llevado a la cárcel a sus defensores. Y los ha llevado una legalidad de parte. Con sentencias que son juicios políticos donde se juzga la intención futura. Estos actos de acatamiento, en un país donde hay de hecho presos y exiliados políticos, ejemplifican, informe del letrado por delante, el respeto al régimen y su legalidad vigente.

Lo que esconde el acatamiento al casi sagrado dictamen del letrado es la renuncia a la confrontación, que pueda tener consecuencias en el camino real a la colaboración del PSOE. El partido que aceptó el 155 y que colabora sin rechistar en las cosas que de verdad importan para ellos, el dinero, el poder; el que aprobó el artículo 135; el de la austeridad; el de las reformas laborales, el de los recortes. Ese partido, que formaba parte de una casta que se ha dedicado a vivir de la política y reproducirse en ella, nos ha convertido en colaboradores necesarios. Una vez más veremos repetida hasta la náusea la retórica sobre la “alternativa a la derecha”.

Por otra parte la adaptación de algunos personajes públicos de Podemos a las maneras de hacer política según el uso común dominante resulta inquietante. Hemos pasado de pedir las rotaciones en los cargos a felicitarnos por tener jóvenes líderes con proyección -la presidenta de las cortes, Violeta Barba-, a los que tiene a bien invitar a un curso la secretaria de estado de los USA para conocer la realidad del país.

Que a ese curso además hayan acudido personajes como Rodríguez Zapatero o Ana Pastor, o el mismo Montoro, no conforta mucho sobre las inquietudes de los participantes. Pero si los objetivos son que la invitada de cuenta en "entornos sociales informales” en “la diversidad histórica y cultural del país" durante su estancia en Washington, San Diego, Iowa, Arkansas, Nebraska y Carolina del Norte para “examinar temas interrelacionados de política exterior y nacional del país”. Resulta atractivo. El curso se parece bastante a algunos eventos que organizan los laboratorios. Te invitan a las jornadas y a cambio asistes a reuniones donde, con pretendida objetividad, los ponentes en realidad venden un producto. Dejando de lado la envidia por el viaje, bonito no queda.

Importa poco si para Maru Díaz ya no hay líneas rojas ni menos estéticas, ni fiabilidad, ni coherencia con lo que se dice. No se impulsa una investigación por la fiscalía de lo que ha podido ser el mayor escándalo de corrupción de la comunidad: el Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración. Se deja impune, todo se adapta a un supuesto pragmatismo, el camino de menor resistencia que marca la institucionalización. En vez de continuar apoyando la movilización, la dirección de Podemos en Aragón ha decidido ser una fuerza política como las demás y nadar en la ciénaga del cálculo político; de la adaptación a las normas de la casa del amo.

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