Cuando lo hacemos nosotros, sí que vale

Este lunes por la mañana, en la conexión matinal con el espacio dedicado en la radio para la información de la gestión del Ayuntamiento de Zaragoza, escuché que el Ayuntamiento de Zaragoza ampliaba el horario de dos Bibliotecas Municipales hasta las 2.00 de la madrugada de lunes a viernes, y hasta las 20.00 horas los sábados y domingos, para facilitar salas de estudio durante el periodo de exámenes. Y podemos pensar que esta medida además de responder a una demanda de un colectivo tan numeroso como son los estudiantes y las estudiantes, es una medida acordada con los trabajadores y …

Este lunes por la mañana, en la conexión matinal con el espacio dedicado en la radio para la información de la gestión del Ayuntamiento de Zaragoza, escuché que el Ayuntamiento de Zaragoza ampliaba el horario de dos Bibliotecas Municipales hasta las 2.00 de la madrugada de lunes a viernes, y hasta las 20.00 horas los sábados y domingos, para facilitar salas de estudio durante el periodo de exámenes. Y podemos pensar que esta medida además de responder a una demanda de un colectivo tan numeroso como son los estudiantes y las estudiantes, es una medida acordada con los trabajadores y las trabajadoras de las Bibliotecas Municipales y coordinadas con ellos para poder mejorar el servicio que se da a la ciudadanía.

Además, parecería una obviedad que el aumento de un servicio viniera aparejado por un aumento en la plantilla de las bibliotecas para prestar este servicio. Claro que sería obvio, pero sin embargo nos encontramos una plantilla municipal que en este periodo legislativo se ha visto mermada en 250 personas. Doscientas cincuenta personas menos para dar servicio a los múltiples servicios públicos con los que cuenta este Ayuntamiento. No hay que ser muy listo para ver que algo falla en esta ecuación, si sumamos en la ecuación el aumento de horario con una merma de empleados públicos el resultado es el que es, se ofrece un servicio público cada vez más menguado para utilizar ese argumento con el fin de privatizar.

Y no debe de ser casualidad que todo tenga que ver con las políticas que ponen en marcha desde el Partido Popular, sin ir más lejos, ayer en el debate que tuvo lugar en la televisión autonómica de Aragón, Jorge Azcón, pretendiente de la Presidencia de Aragón y actual Alcalde de nuestra ciudad, terminaba su discurso anunciando bajada de impuestos y mejora de los servicios públicos, es decir, Jorge Azcón ha inventado una formula para prometer que restar y sumar sea lo mismo, sino hagan ustedes las cuentas, si restamos impuestos, podemos sumar la mejora de los servicios públicos?

Pues bien, volviendo a la medida de las bibliotecas, resulta que sus propios trabajadores y trabajadoras se han enterado de la medida a través de las redes sociales y las noticias de la web municipal, por supuesto no se ha tenido en cuenta la opinión del personal técnico, y por si fuera poco tampoco se ha informado a los representantes de los trabajadores. Evidentemente, tampoco hemos sido conocedores de esta noticia en el Patronato de Educación y Bibliotecas del que formo parte.

Y esta movida no sólo es esa falta de información, sino que además el horario de las bibliotecas se va a ampliar con personal externo del ayuntamiento, con la contratación de empresas privadas de seguridad, sin tener en cuenta ningún proceso selectivo, y caminando de forma sibilina hacia la privatización.

Y aquí viene la disyuntiva, la ciudadanía recibe ese servicio y es probable que muchas personas no se planteen el cómo se culmina esta decisión política mientras ellas obtengan el servicio. Es por eso que tengo la necesidad de escribirlo y denunciarlo cada vez que AraInfo me da la oportunidad de escribir. Porque, no hay que olvidar que el servicio público ha de dotarse de los recursos necesarios y con las garantías necesarias para ofrecer un servicio digno a los vecinos y vecinas, no todo vale, porque, efectivamente, la política se traduce en la gestión de nuestros impuestos, y pagamos impuestos para qué, de forma ecuánime, existan unos servicios públicos de calidad que estén al alcance de todas las personas sin importar las circunstancias de cada una.

Resulta curioso que durante el gobierno de Zaragoza en Común, en 2017, se trazó una propuesta similar para la Biblioteca de Santa Orosia y entonces el Partido Popular se opuso a esa medida, lo que nos da una idea de cómo funcionan las políticas de derechas, que todo vale cuando lo hacen ellos, porque seguro que algunas de las que me lean recordaran a Azcón sacando pecho de la línea del tranvía, o de los carriles bici, o de la cota 0 en las calles, o de las zonas pacificadas y de baja emisión… pues si nos fuéramos a la hemeroteca podríamos encontrar cientos de criticas a estas gestiones por el Partido Popular.

Y luego hablan del rasero de la izquierda, y nos llaman sectarios por defender los derechos de todos los vecinos y todas las vecinas. Ellos que se han propuesto como si de un reloj de arena se tratara a desmantelar el servicio público volviéndolo tan precario que la única salida posible sea la privatización. Pero todo es reversible, estamos a tiempo de que haya un cambio político en nuestras instituciones, y sólo con nuestras manos puede producirse.

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