Cierre de aulas en la concertada: mucho ruido y pocas nueces

En cuestión de semanas hemos pasado de la expectativa de cerrar unas 50 aulas "redundantes" de la educación privada concertada, a 28 aulas, a "racionalizar la concertada" eliminando solo 10 aulas, e incluso menos. De victoria en victoria hasta la derrota final.

Manifestación en Zaragoza en contra de la renovación de aulas concertadas. Foto: Pablo Ibáñez (Arainfo)

Ayer, la Consejera de Educación tuvo una reunión con la patronal de la concertada y con el sindicato mayoritario de la misma –FSIE-, para explicarles el posible alcance de cierres de aulas en la concertada, garantizando que no habrá ningún despido. Es un trato mucho más delicado que el brindado a los trabajadores de la escuela pública. A finales de agosto, en una comisión de escolarización del Servicio Provincial de educación de Zaragoza se informó del cierre de 12 aulas en la ciudad de Zaragoza. Eso también es destrucción de empleo. ¡Vaya diferencia de trato!. STEA-Intersindical denunció en una nota de prensa el cierre de esas 12 aulas que, de no haber sido así, hubiera pasado sin pena ni gloria.

La concertada, regulada por el PSOE en 1985, mueve mucho dinero público, puestos de trabajo –no seleccionados a través de oposición a pesar de salir sus salarios de las arcas públicas- e influencia social. Prueba de ello es la rapidez y volumen de firmas recogidas contra este posible cierre de aulas.

 Dada la cobertura legal de la libertad de elección subvencionada de centro, y la línea seguida por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón –recordemos que permitió abrir cautelarmente el centro "Ánfora Internacional" de Cuarte, o la concertación de centros que segregan por sexo, caso del "Monte Aragón" o el "Sansueña"-, es previsible que cualquier recurso contra la no concertación prospere.

 La cuestión de la concertada tiene mucho calado y tocarla es molestar muchos intereses creados. Por ello, con medias tintas y propuestas de "racionalizar", como las esgrimidas por el centro izquierda, la guerra está perdida de antemano. En Aragón, STEA-i no firmó el Pacto Educativo por burlar este debate a propósito de la concertada, y ahora el Congreso de los Diputados está inmerso en otro Pacto similar, que cerrará el debate en falso.

 El 15 de abril finaliza el plazo para renovar o solicitar nuevos conciertos, podemos aventurar el resultado: la concertada perderá solamente las vías absolutamente insostenibles –caso de querer concertar vías con cero alumnos, como podría ocurrir en Zuera- y punto. Mucho ruido y pocas nueces del centro izquierda y de quienes aspiran a ocupar ese espacio. Todo aparentemente muy racional.

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