Chicas fuertes en Castelnou

Crónica del concierto de Aurora Beltrán e Isabel Marco en el Solsticio Festival

Aurora Beltrán e Isabel Marco en Castelnou | Foto: Fernando Blasco

La segunda edición del Solsticio Festival de Castelnou nos regaló la presencia en exclusiva de Aurora Beltrán, la voz femenina más importante del rock en castellano, y no sólo eso, una de las mejores letristas de la historia del pop rock estatal. Fue una gozada disfrutar, de tú a tú, de una artista infravalorada y ninguneada por el star system. Es normal que esto ocurra cuando no tienes pelos en la lengua, y no pasas por el aro de las grandes multinacionales musicales, como hizo Aurora con sus Tahúres Zurdos y en su carrera en solitario.

La velada comenzó con Aurora y su guitarra (no hizo falta nada más), desafiando el sofocante calor y los no menos desafiantes y voluminosos mosquitos que se empeñaron en vivir muy de cerca, a veces demasiado, su concierto acústico, que comenzó en el ocaso del día más largo del año.

Aurora Beltrán | Foto: Fernando Blasco

Para arrancar el concierto eligió "Lujuria", tema incluido en el primer álbum de Tahúres Zurdos allá por 1988. Después fue alternando canciones de su carrera en solitario como "Clases de baile" o "El mecánico de almas", donde aprovechó para recordar a sus amados gatos y denunciar el maltrato animal, en especial el taurino, ahora que se acercan los Sanfermines. Además quedó sobradamente demostrado que las letras de sus canciones no han perdido un ápice de vigencia, por desgracia, interpretando la apocalíptica "Horas", y denunciando el genocidio palestino, precisamente pocas horas antes del ataque de EEUU a Irán.

También quiso recordar la postrera vuelta de Tahúres Zurdos hace un par de años, con el tema "Redención", y por supuesto fueron cayendo algunos de los clásicos de la primera etapa de la banda, como por ejemplo una emotiva "Azul", donde Aurora nos demostró que sigue manteniendo ese personal e intransferible timbre de voz tan maravilloso que tiene. Tampoco se olvidó de su héroe David Bowie, del que interpretó la adaptación al castellano que ella misma hizo para Tahúres Zurdos, de la canción "Five years".

Antes de encarar el tramo final, nos dejó perlas como "Afiladas palabras", o "Él lo predijo", y quiso tener un recuerdo para las personas con alzhéimer y sus familiares con su devastador "Silencio". También nos recordó que sigue ahí al pie del cañón, como lo que ha sido siempre, una mujer luchadora, interpretando su autobiográfica canción "Invicta"».

Con "Una noche de amor", puso a cantar a todo el respetable, que se vino arriba y no tardó en pedir "La noche es…", esa brillante adaptación al castellano que hizo Aurora del tema "Because the night" y popularizó en su día Patti Smith. Aurora accedió encantada, y además, para cerrar el concierto, apostó a caballo ganador con "Tocaré", que, por supuesto, fue coreada al unísono, de principio a fin, por todos los allí presentes. Se quedaron muchísimos temazos en el tintero, y es que Aurora ha escrito tantas grandes canciones… Sus eléctricos ojos azules refulgieron en la calurosísima y húmeda noche de Castelnou. A pesar del calor y los mosquitos, hizo honor con su voz y con su música a esa noche tan mágica.

Del formato acústico, pasamos al eléctrico, de manos de Isabel Marco y su banda, que centraron su set mayoritariamente en sus dos últimas obras: 'Sin domesticar' (2021) y sobre todo, 'Soñando alto' (2023). Comenzó eso sí, con "En mis pies está el camino2, el tema que abrió su primer disco en solitario, 'Quiero ser agua' (2018).

Isabel Marco y su banda | Foto: Fernando Blasco

Con un gran sonido, en el que los teclados cobraron un papel importante, sonaron, entre otras, las vibrantes "Víctima del ruido" o "Electricidad". Después llegó el turno para "Petricor", tema en el que Isabel Marco se define como cantarina y deslenguada, campesina, merchera y grana. Los cambios musicales que se vislumbran en su último disco quedan claros en temas como "El cielo de las mariposas", donde Isabel crítica el capitalismo salvaje que sufrimos y nos devora sin contemplación, envuelto en ritmos y sonidos que evocan a la new wave y al synth pop ochentero.

También homenajea a su idolatrada Dolores O’Riordan con el tema "Alma de canela", que rezumaba a The Cranberries por los cuatro costados. Pero lo que no nos esperábamos, aunque sí que deseábamos que pasase, ocurrió. Aurora Beltrán subió al escenario, se enfundó una guitarra eléctrica y junto con Isabel Marco y su banda, nos regaló el tema más cañero de toda la discografía de Tahúres Zurdos, "Planeta ruido". Como no podía ser menos, también hicieron juntas una canción de Isabel Marco, todo un alegato feminista titulado "Somos todas". Para finalizar, se dieron un emotivo y sincero abrazo, que simbolizó el vínculo generacional entre la maestra y la discípula, cada vez más aventajada, como bien apuntó Aurora Beltrán, a una emocionada y encandilada Isabel Marco.

Después de ese intenso momento, y ya con Isabel Marco de nuevo comandando su banda, las aguas volvieron a su cauce con otro homenaje a todas esas mujeres que nos precedieron, nuestras madres, nuestras abuelas, nuestras bisabuelas… Que sacaron adelante a su numerosa prole ¿Cómo lo hicieron? Según Isabel Marco, haciendo "Trampas al reloj".

Otro bonito momento de la noche fue cuando Isabel Marco recordó su propia historia de amor, con la canción "El sabor de los sábados", cuyo comienzo hace un claro homenaje al "Romeo and Juliet" de los Dire Straits. También se acordó del mundo rural, el Aragón vaciado y por supuesto, Alcorisa, su pueblo, en la canción "El respirar de las piedras".

Y como traca final, nos llevó por los nuevos caminos musicales que parece querer transitar de aquí en adelante, ritmos muy bailables como en "Mal subtitulada" o "Los días ásperos", donde la música nos evoca a grupos como The Strokes. Aunque la guinda del pastel fue en clave rockera, porque la noche se cerró con "Voy a pintarme el sol".

Después de la actuación de Isabel Marco, aún hubo tiempo para que dos componentes de la joven banda punk rock Kalumnia, que se acercaron al Solsticio Festival, se subieran al escenario armados de un bajo y una guitarra eléctrica e interpretaron su tema "No puedo más", anunciando que tocarán el próximo 8 de agosto en Castelnou. El que avisa no es traidor. Y así terminó un Solsticio Festival, cargado de emociones, sorpresas, buena gente, calor y mosquitos, muchos mosquitos. ¡¡Hasta el próximo solsticio!!

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