Carta abierta de cara a las próximas elecciones del 28M

Con el debido respeto y noble actitud. Mi presentación es escueta: simple ciudadano, respetuoso con todas las distintas variables políticas siempre que sean democráticas y abriguen los Derechos Humanos en toda su extensión. Desde hace años, sin pertenencia a ningún partido. Me considero de pensamiento de izquierdas y como tal, activo mi voto. Me he considerado siempre un estricto asalariado, trabajando desde los 14 años, de familia humilde (razón por la cual, arañé mis conocimientos, aunque no los deseados), siempre trabajando y estudiando (exceptuando los años de prisión en las cárceles franquistas como preso político). Razón de esta carta Además …

Con el debido respeto y noble actitud.

Mi presentación es escueta: simple ciudadano, respetuoso con todas las distintas variables políticas siempre que sean democráticas y abriguen los Derechos Humanos en toda su extensión. Desde hace años, sin pertenencia a ningún partido. Me considero de pensamiento de izquierdas y como tal, activo mi voto.

Me he considerado siempre un estricto asalariado, trabajando desde los 14 años, de familia humilde (razón por la cual, arañé mis conocimientos, aunque no los deseados), siempre trabajando y estudiando (exceptuando los años de prisión en las cárceles franquistas como preso político).

Razón de esta carta

Además de, a estas dos importantes personas, representantes de la izquierda (en potencia, con más posibilidades... de momento), me dirijo también a tantas otras, como hay dentro de las asociaciones, partidos, sindicatos, profesores y a todas las otras personas, que sólo tienen sus manos como capital, además de su noble y respetuoso nivel (sea el que fuere) e inclinación política, dentro del espectro de la izquierda española.

Dentro de unas semanas estamos citados todos los españoles y españolas con derecho a voto, a las votaciones autonómicas y municipales. Históricamente, me hacen recordar las municipales de aquel 12 de abril de 1931. No hace falta seguir con el ejemplo, porque la historia, nuestra cercana historia, a la que yo denomino "La gran desconocida", ustedes y la mayor parte de los políticos (pero me temo que no todos), la deben conocer. No es así el resto de los españoles y mucho menos esas dos generaciones que se han perdido dicha enseñanza por la sencilla razón de… "No hay tiempo porque están las citadas lecciones, desde la LOGSE de 1986 al final de la materia de historia moderna" y el espacio temporal de los cursos se ha ido yendo sin que nuestros jóvenes de 4º de ESO, 1º de Bachiller y hasta en las Universidades, hayan sido instruidos en esta necesaria materia. Últimamente algo está cambiando.

Tengo que hacer una observación

Sin embargo. En la mayoría de las Universidades de Filosofía e Historia, (y doy fe de ello porque yo mismo he sido alumno desde 2001-2008 habiendo hecho la Licenciatura y el Doctorado en esa especialidad) y como mínimo desde el año 2000, los conocimientos dados en esas carreras han sido de una altura, profundidad, pulcritud y transparencia y con un nivel de magníficos profesores, que han hecho posible que hayan unido sus aportaciones a una gran bibliografía ya existente, que puede escandalizar a las mismas personas que en este momento están huérfanas de esa "Historia nuestra cercana". Es decir, a todo ser sobreviviente de la dictadura de Franco (1940, yo mismo estoy dispuesto a dar fe de ello) y que han pasado por las escuelas, institutos y universidades y que se ha extendido prácticamente hasta hace un par de lustros. De ahí esa pérdida de nuestras dos generaciones en esa tan necesaria enseñanza histórica.

Continúo. Con la actitud de esas dos importantes fuerzas de la izquierda (el amplio espectro de Podemos y grupos cercanos, y la otra fuerza, Sumar, excelente política, Yolanda Díaz Pérez). Han llegado al "desacuerdo" posiblemente, sin posibilidad de consenso desde el principio, de no ir en total unión, con todos los grupos de la izquierda: ese parecía ser el camino a seguir. Es decir, el del sentido común. El tramo que están prefiriendo atravesar, ese de la no unión de toda la izquierda, aparenta ser el del personalismo, el de los intereses propios y, por tanto, sería contrario al interés general. Independientemente de quién tenga el más alto porcentaje de razón. No debería ser justificación para ir a unas votaciones donde puede resquebrajarse la izquierda, dejando jirones por el camino, y en otros casos la posible desaparición del espectro político en el Parlamento.

Una reflexión

Es posible que muchas personas, no deseen contribuir a la desunión de esa "necesaria izquierda", por lo cual, pueden pensar en no votar, mejor dicho, votar en blanco, únicamente por dignidad a no contribuir a esa desunión. Pues podría ocurrir, en demasiados casos.

Otra reflexión

¿Se imaginan a ustedes. mismos al día siguiente, o al mismo 28M por la noche, cuando se conozca el posible resultado, que es proclive el presumirlo? ¿Quedarán ustedes satisfechos? ¿Habrán cumplido sus posibles exigencias personales? Puede que cara a la galería, sí, pero interiormente, deberían asumir el posible desgarro al no acudir unitariamente a las votaciones. Al haber tomado esa decisión de una forma estática respecto al deseado acuerdo no conseguido, en teoría óptimo para el interés general. Quizás entonces empiecen a laborar en conjunto deprisa y corriendo en pro de una unión, (entonces, pudiera ser que la consideren imprescindible), de cara a las votaciones legislativas de final de año.

Rememorando

La historia nos devuelve fracasos ocurridos en ocasiones críticas, versus: segundas votaciones durante la II República en 1933. La Izquierda propuso y lo consiguió el dejar de votar. Las mujeres tenían el derecho a votar por vez primera, pero introdujeron el miedo a que esos votos fuesen influenciados desde las sacristías. Fue el principio del hundimiento de la República. La derecha encontró el camino listo para deshacer todo lo que se había conseguido, seguido del control político, con un ascenso imonfeeración española de Derechas Autónomas), con Gil Robles a la cabeza (hay cantidad de bibliografía).

Finalmente, si viviese el líder Julio Anguita González, él con su verbo y análisis concretos y de sencillo entendimiento, y por supuesto, con respeto escrupuloso, nos haría sonrojar con este planteamiento a varias personas. Y no digamos si pudiéramos echar mano de los análisis, o visiones de Juan Negrín o de Antonio Machado.

Sinceramente, y con todo el respeto, pero con la mayor contundencia dentro de él.
Todavía están a tiempo de corregir, de corregirnos.

Nota

Puedo estar equivocado, nadie hablamos ex cátedra. No obstante, esta carta es el análisis honesto del estado actual pre-electoral desde el punto de vista de una Izquierda solidaria, pero equidistante del abanico político.

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