Carta abierta a la Federación Aragonesa de Montañismo

Desde hace mucho tiempo he considerado a la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) como un auténtico referente de las montañas de Aragón. Junto a dicha Federación he aprendido y compartido valores que me han hecho apreciar la valiosa naturaleza que encierran nuestras montañas, y también me he sentido satisfecho y orgulloso de la labor que dicha federación ha realizado para disfrutarlas. Para no extenderme demasiado no entraré por enésima vez en los detalles sobre la situación que estamos viviendo actualmente con el tema de la Canal Roya y la posible unión de estaciones de esquí. Está en boca de todo …

Desde hace mucho tiempo he considerado a la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) como un auténtico referente de las montañas de Aragón. Junto a dicha Federación he aprendido y compartido valores que me han hecho apreciar la valiosa naturaleza que encierran nuestras montañas, y también me he sentido satisfecho y orgulloso de la labor que dicha federación ha realizado para disfrutarlas.

Para no extenderme demasiado no entraré por enésima vez en los detalles sobre la situación que estamos viviendo actualmente con el tema de la Canal Roya y la posible unión de estaciones de esquí. Está en boca de todo y de todos. Y, desde luego, estoy plenamente convencido de que ustedes están informados del asunto (ahora ya conflicto) tanto o más que yo.

Ahora bien, incontables son las voces y opiniones que estos días están señalando a la FAM; al principio por su silencio, luego por su posicionamiento con argumentos tan vagos como forzados y, de cualquier modo, por su sorprendente cambio de actitud respecto a la reclamación de 2009 como Parque Natural de la zona del Anayet. Tal es así que dicho cambio se ha ido transformando vox populi de sorprendente a sospechoso, y una oscura sombra de habladurías está cubriendo esa, nuestra federación.

Personalmente es tal el estupor e incredulidad de su posición que me resisto a creer todo lo que oigo continuamente. Me consta sobradamente que la FAM es una institución de gran peso y un enorme prestigio a nivel nacional e internacional. Me consta la labor que ha hecho en nombre de los montañeros y de los montañeses. Me consta la labor en defensa de las montañas, de fomento para su conservación y para que nos sintamos orgullosos de nuestro territorio. Todo ello hace que me esté quedando atónito y triste viendo como la FAM, junto con el silencio de las directivas de algunos clubes oscenses (también de referencia) están siendo señalados y puestos evidencia por la gente (significada o no), por el mundo montañero de base, así como por otras federaciones de montaña e innumerables asociaciones e instituciones.

Puedo entender (por supuesto, no compartir) los intereses políticos sin escrúpulos, económicos y financieros, codiciosos, dudosamente éticos e incluso rayando lo ilegal. Lo que no entiendo es que la FAM se esté aislando voluntariamente al posicionarse al lado de ellos, en contra de los montañeros, de los expertos, de la comunidad científica... y de la ciudadanía en general. Estoy completamente convencido que ustedes saben muy bien, en su fuero interno que lo que están favoreciendo no es lo correcto, lo cual aumenta su situación de dudosa sospecha. Estoy completamente seguro que ustedes (al igual que los políticos y los poderes financieros) saben perfectamente que ese proyecto es cruel, bárbaro, inútil y sin futuro, y que solo beneficia los intereses de los especuladores. Así pues, el mundo montañero se pregunta: ¿Por qué lo hacen entonces? ¿Hay otros intereses? ¿Hay presiones? ¿Hay deudas de favores? ¿Es Canal Roya moneda de cambio? Por favor, rectifiquen a tiempo, sean sinceros, sean sensatos, no ensucien su histórico buen hacer, no nos avergüencen más. No quiero ni puedo creer que ustedes sean cómplices de este sinsentido mayúsculo. En definitiva, no dejen que la oscura sombra de la sospecha les deje marcados para siempre.


Fernando Gil escribe esta carta al presidente de la FAM, al vicepresidente de la FAM por Uesca, al responsable de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Naturaleza de la FAM y al resto de la Junta Directiva.

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