Esta es mi verdad. Lo que aquí explico lo realizo del tirón, sin notas previas, sin mirar apuntes y fechas, tal y como en estos momentos lo recuerdo. Se podría decir que es una conversación ante el espejo.
1 de abril del año 2014. Me incorporo al trabajo al igual que los casi 25 años anteriores, pero con una diferencia, en la que tanto yo como el resto de compañeros estamos expectantes ante esta nueva etapa. Desde hoy se hace cargo de la depuradora de La Almozara la sociedad municipal Ecociudad Zaragoza. Esta a su vez otorga la concesión a la empresa Drace Infraestructuras, empresa englobada en el holding ACS. Es decir, lo que vienen a ser "nuevos jefes".
Pasan muy pocos días y nos damos cuenta de la que se nos viene encima. Sin aviso y sin “anestesia”, tres trabajadores van directos a la calle, despedidos. Como muchos de ustedes pueden pensar, la crisis es la causa. Pero no. A esta empresa se le ha concedido por parte de Ecociudad la “explotación" (nunca mejor dicho) de las depuradoras de Zaragoza, y por pliego, es decir, por contrato debe de subrogar a la plantilla con los mismos derechos y convenio del que disfrutaban hasta ese momento.
La empresa, claro que puede despedir a quien estime oportuno, pero al minuto siguiente tiene que sustituir ese puesto con otro trabajador y en las mismas condiciones.
Ecociudad Zaragoza es la sociedad municipal que tiene que velar porque las empresas cumplan el contrato. Contrato que abarca desde la calidad del agua depurada hasta las condiciones de trabajo de las personas que allí trabajamos.
Ante estos despidos nos dirigimos a Ecociudad y nos encontramos con la “callada” por respuesta. En ese momento estaba al frente del Ayuntamiento el Partido Socialista (PSOE), quien no nos ofrece ninguna respuesta. Sí lo hace el concejal de IU, Raúl Ariza, que gracias a él y a su denuncia pública se paralizan los despidos, porque teníamos constancia que esto no se paraba solo con los tres compañeros, que esos sí perdieron su trabajo.
De repente, y sin que nadie lo esperase, gana las elecciones municipales Zaragoza en Común (ZeC). Con la nueva corporación municipal en el gobierno nos ponemos en contacto con todos los grupos municipales. Este hecho lo conozco bien porque lo llevé a cabo yo. Todos ellos me recibieron. Perdón, todos no. Uno en particular ni me contestó. Adivinen ustedes quién fue (seguro que fallan en su respuesta). Bueno, sigo con el texto que si no este “rollo” no lo publicará nadie.
Mientras tanto, los incumplimientos de la empresa Drace abarcan distintos niveles. En la oferta que presenta la empresa, y que le ayuda a ganar el contrato, se compromete a una inversión detallada en 212.500 euros. Algo que públicamente denunciamos que no está cumpliendo. Tengo que decir también que la sociedad Ecociudad se dedicó a justificar y tapar todo esto.
Como consecuencia de estas denuncias públicas, un día se personan en la depuradora de La Almozara los consejeros Teresa Artigas y Alberto Cubero. Desde esa visita hasta hoy han pasado tantas cosas… denuncias públicas, denuncias a Inspección de Trabajo, al Justicia de Aragón, reuniones con los grupos políticos… Pero nada, desde Ecociudad su postura siempre ha sido: justificar y amparar todas y cada una de las tropelías y de los incumplimientos de la empresa. Y me pregunto, ¿por qué? Bueno, que cada uno saque sus propias conclusiones.
Al frente de Ecociudad ha estado 15 años un gerente que ahora no para de poner denuncias al equipo de Gobierno. Que bueno hubiese sido si, ante nuestras denuncias públicas y privadas, hubiese actuado igual, pero contra los incumplimientos de la empresa.
Por cierto, permítanme un pequeño espacio para los agradecimientos y no se sorprendan por los que voy a nombrar, mis motivos tengo: Carmelo Asensio y Leticia Crespo (CHA); Raúl Ariza, exconcejal de IU; Joaquín Lucea, gerente de Ecociudad; al grupo municipal de ZeC; y de forma especial a Teresa Artigas, Alberto Cubero y Pedro Santisteve.