AUZSA: tajada de accionistas o derechos de trabajadores

Cuando esperes el autobús piensa en la rentabilidad financiera del 30% y en que la huelga podría acabar si se conformasen con un pelín menos. No nos equivoquemos con lo que está en juego: o la tajada de los accionistas o los derechos de los trabajadores.

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Foto: @igoiz17 (AraInfo)

Querido ciudadano que esperas cabreado bajo la marquesina del autobús: como el siguiente tardará 20 minutos, te da tiempo a ir al banco de enfrente y decirle al empleado que quieres hacer un depósito de 1000 euros para recoger dentro de un año 1541.6. Sí, sí. Dile al director del banco que quieres una rentabilidad financiera del 54.16% y que no te conformas con menos. Seguramente, el bancario creerá que estás de broma. Y si le insistes pensará que eres un desvergonzado y un cara dura y te mandará a escaparrar.

Pues no es ninguna broma, no. El 54.16% es la rentabilidad financiera que la empresa AUZSA, la que gestiona los autobuses de Zaragoza, obtuvo en el año 2014. Dicho de otro modo: el porcentaje que representan los beneficios antes de impuestos sobre los fondos propios de la compañía. Los datos no son imaginarios, son los proporcionados por la empresa ante el registro mercantil: unos resultados ordinarios de 2.594.040€ sobre unos fondos propios de 4.789.390€.

La rentabilidad económica tampoco fue moco de pavo: un 9% es el porcentaje que representan los resultados sobre el valor total del Activo.

Anda, díselo al carnicero, al taxista o al del comercio de la esquina, a ver si a ellos les resultan los negocios tan rentables.

La empresa es nueva, sí. Pero antes había otra parecida. Y como dice la sabiduría popular: de molinero cambiarás, pero de ladrón no escaparás. Os transcribo los resultados de la vieja TUZSA que figuran en el Registro Mercantil. Así como su rentabilidad económica y financiera.

DATOS AUZSA altavoz

Los datos hablan por sí mismos. La media de todos los años es del 31%. Es decir, en tres años inversión recuperada; y en otros tres, capital doblado. Y no entramos en enjuagues… que los habrá.

Aquí está el meollo del conflicto: la codicia. La empresa quiere más o no se conforma con menos. Hay dos formas de sacar tajada: Una consiste en exprimir el bolsillo del usuario, directamente de su cartera o a través del presupuesto municipal. Otra, apretar al trabajador, reduciendo su salario o empeorando sus condiciones laborales.  Aquí se han encontrado con una plantilla consciente, que defiende sus derechos, unida y organizada. Y con un Ayuntamiento que no quiere poner un duro de más. Mal arreglo. No estaría de más que el mediador que han puesto revisara esas cuentas.

¿Qué la huelga genera inconvenientes? Claro. ¿Qué estamos hasta los mismísimos? Claro, también. Pero la clave está en el reparto de la tajada. ¿Tú admitirías no cobrar cuando estás enfermo? ¿Permitirías que te rebajaran el salario cuando la empresa tiene una rentabilidad histórica del 30%? No. ¿O sí? Tragarías si no te quedara más remedio; si las leyes y la presión sobre ti no te dejaran otra alternativa. En esas estamos: generando presión. Estos trabajadores, defendiendo sus derechos, están construyendo la barricada que protege los de todos.

Cuando esperes el autobús piensa en la rentabilidad financiera del 30% y en que la huelga podría acabar si se conformasen con un pelín menos. No nos equivoquemos con lo que está en juego: o la tajada de los accionistas o los derechos de los trabajadores.

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