Asomarse al pasado altoaragonés a partir del archivo de los hermanos Viñuales

Las fotografías realizadas por estos dos hermanos oscenses, Nicolás y Elías Viñuales, componen un cuadro del costumbrismo de principios del siglo XX, agrupadas ahora en un documental realizado por Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma-Nuez plantea un viaje al siglo pasado oscense

Contemplando la Uesca de principios del siglo XX desde la mirada de los fotógrafos, se estrena un documental dedicado a los hermanos Viñuales, dos de los cronistas que, de forma más activa, captaron la vida social y cultural en los albores de la modernidad altoaragonesa. Ahora, su peculiar mirada es rescatada en el trabajo de Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma-Nuez, que invita a recordar, revisitar y reflexionar a partir del legado fotográfico sobre un tiempo pasado al que mira de frente para ser contado desde una visión poliédrica y actual.

Con cerca de una hora de duración, este audiovisual “nos devuelve a ese pasado de la provincia al que también nos hemos traslado físicamente para construir el antes y el después de un época y de unos recuerdos que en la mayoría de los casos han desaparecido”, explica su director, Eduardo de la Cruz. El estreno será el próximo viernes, 21 de junio, a las 19.30 horas en el salón de actos de la DPH, y junto a su director estará el periodista y escritor Antón Castro. Se contará, además, con la participación del depositario del fondo del archivo fotográfico de los hermanos Nicolás y Elías Viñuales, José de la Gándara, para hablar del proceso de recuperación de este profuso fondo.

Teniendo como punto de partida el fondo conservado en la Fototeca de la DPH y gracias a la estrecha colaboración con el depositario del archivo fotográfico, José de la Gándara y Mari Cruz Villanueva, última descendiente de la familia Viñuales, este documental permite adentrarse en la capital oscense y contemplar sus vestigios casi un siglo después. Tras la pista de las más de 5.000 fotografías realizadas por estos dos hermanos oscenses, Nicolás y Elías Viñuales, ‘La fragilidad del instante’ hace visible un fondo fotográfico desde el que se recrean no solo los cambios sociales y culturales en una sociedad como la oscense apegada a las tradiciones, sino que las imágenes de archivo también se intercalan “con otras de nueva creación para devolver la mirada cien años después a esos mismos fragmentos de memoria viva”, tal como explica su director que se refiere a una exhaustiva selección de alrededor de 450 fotografías.

A partir de este diálogo de imágenes entre pasado y presente, se intercalan las reflexiones de una docena de expertos entre los que se encuentran el fotógrafo José Manuel Navia; los historiadores Feliciano Llanas, José María Adell, Antonio Naval y Carlos Garcés; Juan Gutiérrez, del Museo del traje de Madrid; las modistas, Lucía Granero, Rosa Pérez y Pepa Ramón; Carlos Valle, como presidente de la Fundación Infante de Orleans; la profesora Virginia Espa, directora de la Escuela de Arte de Uesca, o los ya nombrados, Antón Castro y José de la Gándana.

Un fondo como retrato costumbrista del siglo XX

Nicolás Viñuales (Uesca, 1882-1927) y Elías Viñuales (Uesca, 1892-1940) fueron propietarios de una tienda de ultramarinos en el Coso Bajo de la capital oscense y a lo largo de toda su vida desarrollaron una gran pasión por la fotografía, a la que dedicaron entre los dos cerca de 35 años. Entre su legado, con más de 1.600 imágenes ya digitalizadas en Fototeca de la DPH, destaca una incesante vocación, más allá de la afición, por retratar las principales innovaciones que en varios campos marcarían un antes y un después en la época y que ya fue objeto de una exposición. Así, buscando plasmar la realidad cambiante, los retratos y fotos familiares dan paso a otras menos encorsetada y de diferente temática, donde los viajes, los coches, aviones, puentes, las construcciones e incluso la moda se convierten en protagonistas.

Los hermanos Viñuales murieron sin descendencia y es su hermana quien continúa viviendo en la casa familiar donde se encuentran todas las fotografías. Una parte de esas fotografías, sobre todo los negativos, se los regala a Federico Balaguer que en 1985, dona cien imágenes al Ayuntamiento de Uesca. Es en el 2003 cuando la Fototeca sabe de esas cien imágenes y se decide digitalizarlas, catalogarlas y difundirlas. El resto de las imágenes que tenía Federico Balaguer quedan en manos de sus herederos y en el año 2009 fueron adquiridas por la Diputación. En la casa familiar de los hermanos Viñuales siguen el resto de fotografías y será José de la Gándara, que es el marido de Cruz Villanueva, quien las encuentra al heredar esa casa y decide que tiene que poner en valor a estos fotógrafos de alguna forma.

Este trabajo que echó a andar hace casi seis años rescata la mirada curiosa y autodidacta de estos hermanos comerciantes que, junto a nombres como Rodolfo Albasini, Ricardo Compairé o Santos Baso contribuyeron al desarrollo de una actividad artística y testimonial de la fotografía en la provincia altoaragonesa en pleno apogeo de la modernidad. En esta y otras cuestiones se tratará de profundizar el día del estreno con el periodista Antón Castro, quien hablará sobre los trabajos de otros aficionados que se iniciaron al mismo tiempo en la fotografía siendo hoy esenciales testimonios de una época y de sus cambios.

En medio de las historias tejidas en este documental, también puede verse uno de los espectáculos con mayor expectación del momento, el que ofrecían los escalatorres, y la visión nostálgica inherente a las fotografías de los hermanos Viñuales. No obstante, este viaje por el territorio altoaragonés se construye, como precisa su director, “en base a las imágenes tomadas en la actualidad que en muchos casos nos devuelven una visión un tanto decepcionante”. Y es que en este singular paseo, conducido por un narrador caracterizado de la época, algunas de las estampas quedarán reducidas a las ruinas o paisajes muy remotos, mientras que otras como la del río Flumen o la del monasterio San Pedro obtienen una versión actualizada muy similar. Es lo que adelantan desde la productora Donde van las nubes que ha contado con la colaboración de la Diputación de Uesca y Aragón Televisión.

Los autores del documental, Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma, llevan varios años trabajando en la producción documental pirenaica. Tras un primer documental sobre Madrid y sus barrios más pintorescos, ‘De Madrid al cielo’, en el año 2007, su interés se centró en el Pirineo, entre los que también dieron forma al documental sobre Ricardo Compairé y para el último, ‘Orosia, estrella de la montaña’, navegaron entre los mitos, leyendas y religión que sustentan a la virgen sin cabeza desde Chaca hasta Yebra.

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