Ante la decisión del Tribunal Supremo, apostamos por una Banca Ética

Tras el fallo del Tribunal Supremo que obliga a las personas consumidoras y usuarias a pagar el impuesto sobre las hipotecas, desde la Economía Solidaria apostamos más que nunca por una Banca Ética. Si todavía no la conoces, te recomendamos algunas lecturas y te contamos las claves para adentrarte en unas finanzas con las personas en el centro.

banca

Para comenzar, ¿Qué defiende la Banca Ética? algunos de sus valores se recogen en este artículo, en él aparecen señalados como principios básicos los siguientes: la persona ahorradora tiene derecho a saber de qué modo se está utilizando su dinero, qué proyectos, ideas o empresas se están financiando con él; los recursos económicos se utilizan con un provecho social -creando empleo, favoreciendo la inserción sociolaboral, desarrollando productos o servicios de utilidad social, favoreciendo procesos productivos limpios, etc.-.

Además, las fórmulas financieras alternativas no se centran exclusivamente en la recuperación de las cantidades prestadas, sino también en realizar labores de apoyo; y los recursos económicos se invierten en proyectos viables, de manera que no se incurre en pérdidas que defraudan las expectativas o merman la reutilización de los recursos. Se pone en marcha, en definitiva, una gestión financiera que no persigue fines lucrativos, sino que manifiesta una decidida vocación social.

La Banca Ética, como se ve, está ampliamente relacionada con la Economía Social y Solidaria. REAS red de Redes y Fiare Banca Ética formalizaron su relación de apoyo mutuo con la firma de un convenio que reconociera el encaje institucional entre ambas organizaciones y la prestación de servicios de la entidad financiera a las organizaciones con una clara vocación de transformación social.

Como resultado de su actividad y compromiso, la Banca Ética no para de crecer, como puede comprobarse consultando los datos del Barómetro Estatal de les Finanzas Éticas y Solidarias 2017. Los préstamos concedidos por las entidades de finanzas éticas en Aragón y el Estado español han pasado de los 1.022 millones de euros a los 1.267 millones el año 2017 incrementándose un 23,96%. Y es que ya son 230.000 personas las que en el Estado confían en los seguros y finanzas éticas, unas finanzas que, alejadas del ánimo de lucro, ponen en el centro la vida de las personas y la mejora de su entorno.

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