Afrontar el futuro

Muchas personas aprovechamos el comienzo de año para hacer un repaso de lo acontecido en el anterior y hacer propósitos de mejora en el año que empieza. El equivalente en política son los ciclos electorales. Han pasado cuatro años desde el último periodo preelectoral y el balance no es bueno. Han sido años duros, con pandemia, crisis energéticas, sequía, años con problemas de tal magnitud que han exigido capacidad de reacción y de nuevas respuestas… pero paradójicamente, también han sido años en los que la ausencia de gestión ha hecho que, por poner tan solo un ejemplo, quedaran más de …

entornos escolares
Silvia Mellano, portavoz de Verde Equo (Uesca).

Muchas personas aprovechamos el comienzo de año para hacer un repaso de lo acontecido en el anterior y hacer propósitos de mejora en el año que empieza. El equivalente en política son los ciclos electorales.

Han pasado cuatro años desde el último periodo preelectoral y el balance no es bueno. Han sido años duros, con pandemia, crisis energéticas, sequía, años con problemas de tal magnitud que han exigido capacidad de reacción y de nuevas respuestas… pero paradójicamente, también han sido años en los que la ausencia de gestión ha hecho que, por poner tan solo un ejemplo, quedaran más de 5 millones de euros sin utilizar en nuestra ciudad. El diagnóstico de Huesca es de estancamiento, y me atrevería a decir que esta conclusión despierta tanto consenso que hasta el actual equipo de gobierno la comparte. Quizá ese fuera el “proyecto”, que nada pasara y lo cierto es que nada ha pasado, bueno sí, un desfile.

Un indicio de que el diagnóstico de parálisis o estancamiento es compartido, son las prisas en las últimas semanas para que algo ocurra, lo que sea: la foto en lugares en los que no hay ninguna gestión que mostrar, el titular cuya noticia es el trabajo ordinario de cualquier ayuntamiento, la toma de medidas apresuradas, que se anuncian, se anuncian, se anuncian, y si alguna genera polémica, se para y así pasa algo. Pero los últimos tropiezos son señales de alarma porque transmiten arbitrariedad y ausencia de criterio, ¿cómo va a haber criterio si no hay proyecto?

Lo sucedido con la zona azul, por ejemplo. Pienso que es una gran virtud rectificar cuando se produce una equivocación, faltaría más, lo que es verdaderamente grave desde un punto de vista político, es el vacío que se observa. Se anula cualquier tipo de participación o trabajo compartido con las personas afectadas, colectivos implicados, con los grupos políticos y asociaciones y hasta la propia ponencia de movilidad, algo que se ha venido repitiendo todo este mandato. Se anuncia que se van a ejecutar acciones de movilidad, algunas veces cuando ya se han ejecutado. Con esta dinámica de fondo, nos dicen que se van a pintar nuevas zonas azules en unas calles, pero no hay criterio alguno de por qué pintar esas y no otras.

Bueno, sí, que en el contrato con la empresa de zona azul hay más plazas establecidas; ese es el único no-criterio. Podrían haber pensado en pintar una zona céntrica para facilitar estacionamiento a los residentes, o una zona comercial para facilitar la movilidad… es decir, un objetivo, el que sea, aunque no sea un criterio verde que priorice la salud y dar facilidades a los vecinos y autónomos que necesitan respuestas a su movilidad diaria.

Nos hubiéramos conformado con cualquier objetivo que conlleve criterios lógicos y coherentes en un proyecto de mejora global de la movilidad. No ha sido así, la ausencia de criterio desata el revuelo y se paraliza la medida. Lo normal cuando no hay forma de justificar pues nadie ha pensado el porqué de la medida, no se ha consultado con afectados y no se ha planificado con antelación.

La falta de criterio solo es la evidencia de la ausencia de proyecto para la ciudad.

Pondré otro ejemplo que ha pasado más desapercibido y del que hemos planteado desde Verdes Equo nuestras dudas al actual alcalde. El titular era “El proyecto de regeneración urbanística comenzará por el barrio de San Lorenzo” , el no-criterio es que propietarios particulares manifestaron interés por actuar en sus viviendas, según afirma la concejala responsable.

¿Acaso han preguntado a todos los propietarios del barrio con viviendas susceptibles de rehabilitar para ver si están interesados? ¿Se han planteado la conveniencia de utilizar ese impulso económico llegado de Europa para regenerar el centro, lleno de solares y facilitar que esos propietarios que no tienen ningún interés y bloquean el desarrollo de la zona histórica se interesen, antes de iniciar otras medidas legales, para dejar de tener el centro como un queso gruyere? ¿Han pensado en que ese dinero se pueda utilizar en revitalizar las zonas más degradadas, enormes y numerosas en el mismo centro de la ciudad?

La arbitrariedad con la que se está gestionando la ciudad señala, indudablemente, un fin de ciclo. No es más ni menos que el desgaste de los últimos coletazos de una política que en el siglo pasado sirvió, pero que ya no vale porque no resuelve los retos actuales. Es momento de que en Huesca se apueste por un proyecto, con visión de futuro, con ganas y con implicación. La transformación de la ciudad, las respuestas a las nuevas realidades, no se consiguen solo con “estar” en el ayuntamiento; se consiguen con un proyecto transformador, solvente , que se implique, con energía y con mirada en el futuro, o lo que es lo mismo, un proyecto de impulso verde. Traer Huesca a nuestro tiempo, generar ideas, situarla para afrontar el futuro, hacer una ciudad más cuidada, moderna, próspera, social, europea y menos resignada.

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