[Lanuza | Aragón] “Afortunadamente la pesadilla ha terminado”

El joven que resultó detenido el pasado fin de semana durante la celebración de los festivales de Pirineos Sur fue puesto en libertad tras comparecer en los juzgados de Chaca la mañana de lunes 24 de julio. Tras estar durante dos días “incomprensiblemente incomunicado”, según informa a AraInfo, le ha sido impuesta una condena 500 euros de multa por “desobediencia a autoridades o funcionarios”, según indica la sentencia. Los hechos ocurrieron la noche del viernes 20 de julio en la zona de acampada prevista para acoger a las asistentes del festival Pirineos Sur, que se celebran durante el periodo estival …

El joven que resultó detenido el pasado fin de semana durante la celebración de los festivales de Pirineos Sur fue puesto en libertad tras comparecer en los juzgados de Chaca la mañana de lunes 24 de julio. Tras estar durante dos días “incomprensiblemente incomunicado”, según informa a AraInfo, le ha sido impuesta una condena 500 euros de multa por “desobediencia a autoridades o funcionarios”, según indica la sentencia.

Los hechos ocurrieron la noche del viernes 20 de julio en la zona de acampada prevista para acoger a las asistentes del festival Pirineos Sur, que se celebran durante el periodo estival en la localidad altoraragonesa de Lanuza, en la Bal de Tena. Lo que pretendía ser una noche de fiesta terminó con la detención de una persona y la denuncia de sus dos acompañantes, según informó AraInfo. El detenido, una vez en los calabozos, solicitó el Habeas Corpus por considerar ilegal esa detención. A la mañana siguiente pasó a disposición judicial donde una jueza de guardia consideró que el procedimiento de la detención había sido correcto. Posteriormente volvió a situación de encierro incomunicado, “en ningún momento nos permitieron hablar con él” informa una de sus acompañantes, la cual podía alargarse hasta 36 horas, en aplicación de la conocida como “ley Corcuera”. La mañana de lunes finalmente volvió a los juzgados de Chaca donde fue tomada declaración a las partes y se resolvió con una pena de días-multa que en conjunto suman 500 euros, a los que hay que sumar las multas a las acompañantes.

“De todo esto hay que aprender”, comenta el joven, “cualquiera puede encontrarse en una situación como ésta en un momento dado”, “las cosas están como para que alguien desahogue pacíficamente su opinión y termine así”. Lo más grave, insiste, “es la impotencia y el cabreo que se te queda cuando por un simple comentario sin ánimo de ofender te tratan como a un terrorista”, “pudieron haberme puesto en libertad con el mismo resultado varias veces, la primera directamente sin haberse llegado a la detención, la segunda una vez detenido y habiéndome tomado declaración y, una tercera, cuando comparecí la primera vez ante la jueza”. Da la casualidad que la propia jueza de guardia fue la misma ante la que compareció posteriormente, “para terminar de completarlo” afirma con incredulidad. “El sistema está montado así”, agrega su compañera, “todo consiste en criminalizar a la ciudadanía”.

Una vez fuera y con la tranquilidad de poder expresar libremente su opinión, el protagonista "de la pesadilla" agradece las muestras de apoyo recibido por parte de muchas personas y finaliza añadiendo “asumiré, al igual que mis compañeras, lo que me ha tocado sin vincularlo a nada en particular porque esto ha sido un ataque a la ciudanía, tanto de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como de una justicia cómplice de este sistema que permite poner en incomunicación a una persona con total tranquilidad”.

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