8 de marzo de 2017. Hacemos historia: somos la mitad del mundo y lo vamos a parar

Querida niña, querido niño, querida persona del mañana: Todavía eres una personita pequeña o, quizá, ni siquiera estás en este mundo todavía. Así que es muy probable que no leas estas líneas. Confío que una persona adulta lo haga para ti, en voz alta; hoy, mañana, dentro de una semana o en un futuro lejano. Sólo espero que alguien te haga llegar este mensaje. Esta carta que pretende contarte lo que casi nunca se cuenta en los libros de texto que nos mandan aprender. Y es que va a pasar algo muy importante y muy bonito en la historia del …

Querida niña, querido niño, querida persona del mañana:

Todavía eres una personita pequeña o, quizá, ni siquiera estás en este mundo todavía. Así que es muy probable que no leas estas líneas. Confío que una persona adulta lo haga para ti, en voz alta; hoy, mañana, dentro de una semana o en un futuro lejano. Sólo espero que alguien te haga llegar este mensaje. Esta carta que pretende contarte lo que casi nunca se cuenta en los libros de texto que nos mandan aprender.

Y es que va a pasar algo muy importante y muy bonito en la historia del mundo. Algo que hará que tu vida sea diferente. Algo que influirá en que cuando seas una persona mayor, como yo soy ahora, tu vida sea más amable y más justa. Y creo que tienes que conocer el porqué.  Y es que, ¿sabes una cosa?, muchos de los derechos que hoy en día podemos disfrutar es porque alguien, antes que nosotras y nosotros, se empeñó en que pudiéramos tenerlos. En que debíamos tenerlos. Porque es justo que así sea. Y que no sólo los tengan unas pocas personas, lo justo es que los tengamos todas. Tú, también.

Como a lo mejor cuando te estén leyendo esta carta aun no entiendes muy bien qué significa la palabra “derechos”, sólo te diré que es algo así como que puedas tener la vida que te mereces. Una vida en la que te traten justamente, en la que no tengas que pasar malos ratos ni sentirte triste o con miedo porque las demás personas te traten mal y te hagan daño. Pero, bueno, estoy segura que alguna persona cercana a ti, podrá explicarte con muchos ejemplos cuáles son tus derechos.

Yo te quiero contar que hoy va a pasar algo muy importante. Hoy es 8 de marzo del año 2017. Y muchas, muchísimas mujeres en todo el mundo, van a parar de hacer lo que estén haciendo. Todas a la vez. No van a ir a trabajar, no van a consumir, no van a hacer ninguna tarea de las que hacen todos los días. No van a comprar nada y no van a entrar a ningún sitio.

¿Sabes lo que vamos a hacer?, pues vamos a salir a la calle. Todas ellas. Todas esas mujeres del mundo. Y nos vamos a juntar unas con otras y haremos grupos de mujeres. Y esos grupos de mujeres se juntaran con otros grupos y, así, hasta que todas las mujeres del mundo estén juntas. En la calle. Y no habrá mujeres en el cole, ni en los trabajos, ni en las tiendas, ni en las casas, ni en el campo ni en el aire. En ningún sitio. Estaremos todas juntas en las calles y en las plazas.

Y cuando estemos todas en la calle juntas ¿sabes qué pasará?, que el mundo se parará. Sí, y ya nada será igual. Porque cuando la mitad de la humanidad se para el mundo no puede seguir moviéndose. Es imposible. Hacemos falta todas y todos para que siga en movimiento.

Y es que tienes que saber que cuando te escribo esta carta a las mujeres en el mundo nos tratan muy mal. Pero que muy muy mal. Y sólo porque somos mujeres. Algunos hombres matan a las mujeres, algunos hombres se creen que pueden utilizarnos, decirnos lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que vestir y qué cosas podemos estudiar. Nos hacen daño si les apetece porque creen que somos de su propiedad. Cuando vamos a trabajar fuera de casa nos pagan menos que a los hombres y cuando lo hacemos en casa no nos pagan porque dicen que es nuestra obligación. ¿Te lo puedes creer? Pues sí, esas cosas pasan mientras te escribo esta carta. En el año 2017. Tampoco podemos estar en los gobiernos y si estamos no suelen dejarnos tomar decisiones importantes. No nos dejan, aunque digan que sí. No es verdad.

Y es por eso que las mujeres del mundo nos hemos cansado. Porque estamos hartas. Y enfadadas. Muy enfadadas. Y creo que si a ti te pasaran esas cosas también lo estarías, ¿verdad?

Por eso salimos a la calle. Juntas. Para pararlo todo. Para que se den cuenta que no queremos una vida así para ninguna niña más.  Para ti que lees esta carta. Porque hubo muchas mujeres antes que nosotras que hicieron cosas importantísimas para que yo hoy pueda escribirte esta carta y pueda ayudar a parar el mundo hoy. Y tengo la obligación de hacerlo para que vosotras podáis hacer muchas más cosas que yo y, sobre todo, ser libres de hacer lo que queráis en igualdad de oportunidades que los hombres. Porque esos son vuestros derechos.

Estoy segura que así será. Y por eso, hoy, voy a parar y no voy a hacer nada que no sea el estar con el resto de mujeres del mundo luchando para que así sea.

Cuando seas mayor acuérdate que hubo mujeres antes que tú que hicieron que tu vida sea más justa, más digna y que nadie pueda tratarte como alguien inferior por ser chica. Por ser mujer. Que nadie pueda hacerte daño porque cree que tiene poder sobre ti. Y si todavía siguen tratándote así de mal, párate. Busca a otras amigas, hermanas, a otras mujeres que se paren contigo. Que paren el mundo. Una y otra vez. Los días que sean necesarios. Que griten y luchen para que cada vez sea más raro pensar que hubo un día en el que las mujeres eran tratadas diferentes y eran oprimidas por los hombres. Y, al final, eso suene a antiguo, a cosa del pasado.

Querida niña: hoy, las mujeres del mundo paramos. Nos vamos a la calle. Nos unimos todas para contribuir a acabar con esto de una vez. Nos unimos para que esta carta, si alguna vez la lees o te la lee alguien, te parezca algo bonito que seguir contando. Para que sepas que sólo tú eres capaz de decir ¡basta! y de parar el mundo si es necesario, para que nunca más ninguna mujer vuelva a sentirse como una mierda por el mero hecho de ser mujer.

Querido niño: esto también va contigo. Porque también está en tu mano contribuir a que esto sea una carta del pasado. Que algún día puedas decirle a cualquier persona con la que converses algo así como: - ¿te puedes creer que había hombres en el pasado que trataban como una mierda a las mujeres?, pues así era. Y, yo, contribuí a no perpetuar esa especie-.

Un abrazo feminista.

Autor/Autora

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies