Un proyecto europeo analiza las posibilidades de la innovación social en las zonas rurales marginales

Para conocer las claves del éxito de la innovación social en las áreas rurales, SIMRA está construyendo una base de datos que recoge más de 40 experiencias reales de innovación social en zonas rurales, para analizarlas y comprender los mecanismos del éxito de la innovación social

Foto: SIMRA

SIMRA es un proyecto de investigación cooperativa, financiado por el programa H2020 de la Unión Europea, que está realizando sus primeros avances en la identificación de ejemplos de buenas prácticas y de las claves del éxito de la innovación social en las zonas rurales marginales de Europa y del Mediterráneo. El proyecto nació con el objetivo de estudiar y explicar los criterios que hacen exitosa una buena idea o un proyecto en zonas que a menudo se encuentran infrapobladas, aisladas o de difícil acceso.

SIMRA busca soluciones innovadoras para minimizar la problemática del medio rural a través de la reconfiguración de prácticas sociales e implementando acciones de la sociedad civil probadas y exitosas. El proyecto, que involucra a 26 organizaciones de Europa y el área Mediterránea –incluyendo países no europeos como Túnez y Líbano–, comenzó en abril de 2016 y está previsto que finalice en marzo de 2020.

Para conocer las claves del éxito de la innovación social en las áreas rurales, SIMRA está construyendo una base de datos que recoge más de 40 experiencias reales de innovación social en zonas rurales, para analizarlas y comprender los mecanismos del éxito de la innovación social. Algunos de estos ejemplos, ya han sido seleccionados para analizarse en profundidad como casos de estudio, incluyéndose iniciativas procedentes de los campos agrario, forestal, marino, energético y de desarrollo rural, como por ejemplo:

  • “Una cesta desde el mar”, de Grecia, que reparte pescado fresco y sostenible directamente a la mesa de los consumidores griegos a la vez que garantiza precios justos a los pescadores locales.
  • Una granja biodinámica austriaca, que provee comida cultivada de forma sostenible para 30 consumidores.
  • Una comunidad de bomberos voluntarios de la comarca catalana del Bagès, que ha conseguido reducir las incidencias de los incendios locales y convertido la madera de árboles caídos en una fuente viable de energía limpia para escuelas y otros edificios.

“Adopta una terraza en los Alpes italianos”, donde alrededor de 100 terrazas abandonadas están siendo ahora cultivadas de nuevo gracias a donaciones que ayudan a restaurar pendientes montañosas degradadas, mejorando la seguridad frente a riesgos de erosión y dando valor añadido a la economía local y al medio ambiente.

Otros ejemplos incluyen una cooperativa de agricultura social que ofrece cuidados diarios a niños y/o ancianos en granjas; un proyecto en Europa del Este promoviendo la agricultura ecológica para personas en riesgo de exclusión social y que va acompañado de un programa educacional; proyectos liderados por comunidades locales y de cultivo tradicional de alimentos; aerogeneradores gestionados por comunidades y proyectos de generación de energía financiadas mediante micromecenazgo; o proyectos de almacenamiento inteligente de energía para comunidades rurales con suministros intermitentes.

El proyecto SIMRA está siguiendo los siguientes criterios a la hora de analizar y evaluar las iniciativas: existencia de una reconfiguración de prácticas sociales en respuesta a retos sociales; compromiso activo de la sociedad civil o de organizaciones comunitarias; que la novedad o reconfiguración se lleve a cabo en zonas, y/o con grupos sociales, que no habían participado anteriormente y que hay una mejora del bienestar social a través de objetivos medioambientales, económicos o sociales.

En el proyecto no solo participan activamente las organizaciones sociales, sino que también hay una plataforma de consulta para garantizar que los actores implicados y las organizaciones locales pueden participar y beneficiarse de los resultados de SIMRA para responder a las necesidades de las comunidades locales.

Los resultados de SIMRA se compartirán a lo largo de todo el proyecto y se dirigirán a decisores, políticos, organizaciones de desarrollo local, comunidades y personas individuales trabajando en la comunidad y en el medio rural por toda Europa y el Mediterráneo. En el contexto actual, en el que el principal problema del mundo rural es el declive y el envejecimiento de la población, así como el aumento de las presiones en los sectores agrario y medioambiental; la innovación social puede contribuir a revitalizar las comunidades rurales locales y ayudarles a gestionar sus valiosos recursos naturales.

El Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ-CIHEAM) es co-lider del grupo de trabajo de “Comunicación, difusión y acciones innovadoras”, en el que participa difundiendo los resultados del proyecto a través de los medios sociales y digitales, y organizando talleres y cursos en los que se darán a conocer los resultados del proyecto a los actores interesados.

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