Sólo han pasado 12 meses, pero Azcón ha tenido tiempo de recortar servicios públicos esenciales en Educación y Sanidad para favorecer a la privada, de sufrir una crisis de gobierno y coalición por la estampida de su socio el ultraderechista Vox, y se ha consolidado como un neoliberal radical al estilo de su admirada Ayuso, pero sobre todo se ha dedicado a posturear internamente en el PP, pues la aspiración personal de Azcón es un puestico en Madrid, aunque sea un ‘Taburete’ en el palco de Florentino. Por lo demás, absoluta continuidad con el anterior Gobierno de Aragón liderado por Lambán.

