Las dimensiones de Aragón, su población y su distribución territorial, hacen de nuestro territorio un lugar ideal para ‘ensayar’ la puesta en marcha de una Renta Básica de las Iguales: individual, universal, incondicional y equitativa, sin que esto suponga un mayor ‘gasto’, sino una redistribución y reorganización de los ‘subsidios/prestaciones’ ya existentes.