La XIII Edición de los Premios Heraldo congregaba a lo más granado, que no lo mejor, de la sociedad aragonesa, en una gala que no tiene mayor objetivo que ser una demostración de poder del caciquismo aragonés
La XIII Edición de los Premios Heraldo congregaba a lo más granado, que no lo mejor, de la sociedad aragonesa, en una gala que no tiene mayor objetivo que ser una demostración de poder del caciquismo aragonés