La agrupación considera una “anormalidad democrática que una persona que se enfrenta a la cárcel por amenazar de muerte a un vecino, y que ya fue condenada hace tiempo en Andalucía por un delito de prostitución coactiva, siga en su cargo”.

La agrupación considera una “anormalidad democrática que una persona que se enfrenta a la cárcel por amenazar de muerte a un vecino, y que ya fue condenada hace tiempo en Andalucía por un delito de prostitución coactiva, siga en su cargo”.