Tras la dura sentencia “contra el urbanismo a la carta” del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, la alcaldesa Chueca y su concejal de urbanismo Serrano, pretenden convertir el centro comercial de la familia Solans en un Algorrobico, o Mularroya, zaragozano: es decir, que las sentencias judiciales sólo las cumplen las pobres. Por su parte la Plataforma contra el Outlet de Pikolín celebra que el tribunal reconozca “un flagrante caso de urbanismo a la carta en el Ayuntamiento de Zaragoza”, dándoles la razón en su demanda.
